Este
es un ejercicio anti-estrés que relaja el área del corazón, estimulando los
nervios que van desde la punta de los dedos y pasan por las manos y los brazos
hasta el pecho, reuniéndose en el centro del corazón.
Al
mantener adecuadamente la posición por el tiempo establecido, los músculos del
corazón se relajan por sí solos. Los pulmones se expanden y se produce una
limpieza general de todo el torso debido a la actividad estimulada en el
sistema linfático. Los músculos de los hombros y del cuello están isométricamente
flexionados de manera que una ola de relajación fluye hacia estos cuando se
bajan los brazos.
Este
ejercicio es excelente para las personas con problemas cardíacos.
Inmediatamente les hará sentirse ligeros y con desahogo, ya que la tensión se
elimina en toda la parte superior del cuerpo.
Para
empezar: Comienza por sentarte cómodamente sobre el piso con las piernas
entrecruzadas y la espalda completamente derecha. Si prefieres sentarte sobre
una silla, mantén ambos pies pegados al suelo, las piernas sin cruzar y la
columna derecha. Ojos cerrados.
La
posición: Levanta los brazos hasta un ángulo de 60 grados, manteniendo los
codos firmes con las palmas hacia arriba y los dedos extendidos. Comienza a
respirar profundo y lento. Inhala y exhala solamente por la nariz.
Tiempo:
El tiempo mínimo para mantenerse en esta postura es de 1 minuto. El tiempo
máximo es 3 minutos. Si no eres capaz de mantener tus brazos en esta posición
por el tiempo máximo, entonces comienza con 1 minuto y ve aumentando el tiempo
20 segundos cada día. Por el octavo día habrás alcanzado el periodo de tiempo
de 3 minutos. Al finalizar el ejercicio, inhala profundamente. Sostén el aire
por 10 segundos, exhala y relaja los brazos abajo descansando las manos sobre
el regazo. Manténte sentado por lo menos un minuto más, con los ojos cerrados
sintiendo el efecto calmante del ejercicio.
Notas
sobre el ejercicio: Observa ciertos puntos: mientras sostienes los brazos
arriba, probablemente pensarás muchas cosas. Muchos de estos pensamientos
podrán estar diciéndote que bajes los brazos antes de cumplir con el tiempo
prescrito de 1 a 3 minutos, etc. Pero trata de continuar. Deja que los
pensamientos vayan y vengan, pero mantén los brazos en esa posición para
experimentar su efecto.Los brazos pueden temblar un poco y podrá tener una
sensación de cosquilleo en los dedos; esto es normal. El temblor viene de la
relajación de la tensión. El cosquilleo es el incremento de la actividad
nerviosa de las manos.
Observa
si puedes concentrarte más en tu respiración que en la incomodidad que sientes
en los brazos o en los hombros. Esto y el mantener los codos firmes son la
clave del ejercicio; te darás cuenta que cada día que lo realices será más y
más fácil y el efecto más benéfico.
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