¿Cuántos aceites de origen vegetal conoces? ¿Y cuántos de ellos utilizas
asiduamente? Sin duda, te interesará saber que cuentas con una amplísima
variedad de aceites vegetales, cada uno con características particulares.
A continuación, los diferentes tipos de aceites que existen, sus
propiedades y los beneficios que aportan a nuestra salud:
Aceite de Semillas de
uva: rico en antioxidantes y con propiedades anticoagulantes y
antiinflamatorias, sirve para fortalecer el sistema inmunológico, aumentar el
colesterol bueno y reducir el malo, controlar los triglicéridos y prevenir la
hipertensión, la obesidad y los infartos. Asimismo, puede utilizarse como
sustituto de la crema hidratante, pues fortalece la piel y combate el acné y la
celulitis.
Aceite de Germen de
trigo: conocido como el “aceite de la belleza”, su
riqueza en vitamina E ayuda a prevenir el envejecimiento, así como a mejorar la
piel y el cabello (ideal para la caspa). Además, fortalece el corazón, previene
las estrías, reduce el estreñimiento y es bueno tomarlo cuando existe fatiga
mental o depresión. Para las mujeres: reduce los síntomas cuando la regla es
irregular.
Aceite de Palma: rico en antioxidantes y vitaminas A, D y E, ayuda a fortificar los
huesos y la piel, a la buena marcha del sistema circulatorio y a minimizar la
concentración del colesterol malo. Asimismo, es favorable para la vista.
Aceite de Sacha Inchi (maní del Inca): rico en ácidos grasos esenciales, nutrientes y
Omega 3. Es beneficioso para fortificar los huesos, regular el nivel de azúcar
y la presión arterial, reducir el colesterol y los triglicéridos, mejorar el
sistema digestivo, fortalecer las defensas y prevenir el infarto de miocardio.
Por otra parte, combate el agotamiento nervioso y el cansancio.
Aceite de Borraja: sus cualidades antiinflamatorias le permiten luchar contra la artritis
reumatoide. De igual modo, evita la deshidratación de la piel, conserva el
cabello y las uñas en buen estado y trata dermatitis atópicas, psoriasis y
eccemas. Sin embargo, no es aconsejable tomarlo durante el embarazo, pues
favorece la menstruación.
Aceite de Argán: rico en ácido linoléico y vitamina E. Previene el colesterol malo,
aumenta el bueno y ayuda a mitigar los dolores reumáticos. Del mismo modo,
regenera la piel y el cabello, fortalece las uñas y lucha contra el acné y la
psoriasis.
Aceite de Onagra o
Prímula: ideal para la piel, pues favorece su elasticidad e
hidratación (está indicado en casos en los que las cremas hidratantes no son
suficientes y la piel sigue estando seca e incluso agrietada). Por otra parte,
disminuye la presión arterial, reduce la inflamación en casos de artritis y
alivia los síntomas de la menopausia.
Aceite de Cáñamo: por su riqueza en ácidos poliinsaturados, es beneficioso para reducir
el síndrome premenstrual y las inflamaciones derivadas de la artritis. Aplicado
externamente, ayuda a mitigar picores, alergias y eccemas.
Aceite de Cártamo: rico en ácido graso oleico, se utiliza para combatir problemas de
colesterol, arteriosclerosis, artritis y enfermedades cardiovasculares.
Aceite de Soja: su mejor característica es que combina la vitamina A con la E, siendo
de buena asimilación y digestión. Asimismo, su riqueza en Omega 3 y Omega 6 es
beneficiosa para el sistema nervioso y el corazón.
Aceite de Maíz: rico en vitamina E, es aconsejable para combatir enfermedades
neurológicas, circulatorias o vasculares y la esterilidad. También es ideal
para la nutrición e hidratación de la piel.
Aceite de Calabaza: sus propiedades antiinflamatorias evitan la irritación de la vejiga y
favorecen el funcionamiento renal. Asimismo, es aconsejable tomar este aceite
en casos de caries, caída de cabello o fragilidad de las uñas. Es eficaz para
la expulsión de la solitaria y mejora el estreñimiento y la colitis.
Aceite de Girasol: ideal para tomar en crudo, y rico en vitamina E y ácidos linoleicos y
oleicos, regula el colesterol y los triglicéridos, evita problemas
circulatorios y cardiovasculares y mejora nuestra piel.
Aceite de Sésamo: bueno para combatir el colesterol y fortalecer el sistema nervioso, las
características de este óleo sobresalen a nivel externo, pues se puede utilizar
como mascarilla para el pelo, para sanar las grietas en manos y pies y para
tratar la flacidez de la piel.
Aceite de Lino o
linaza: sus propiedades alivian el estreñimiento,
previenen hemorragias uterinas, mejoran los síntomas de la menopausia y
disminuyen el colesterol y las enfermedades cardiovasculares.
Aceite de Oliva: el más rico en ácido oleico, es beneficioso para reducir el colesterol
malo, aumentar el bueno, prevenir la arteriosclerosis y combatir las
enfermedades del hígado, la insuficiencia hepática y el estreñimiento. Además,
favorece la absorción del calcio, estimula el crecimiento y tiene efectos
anticancerígenos.
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