Las
cartas rúnicas vienen de lejos y en ellas se encuentran resumidas las
enseñanzas mágicas de los pueblos nórdicos.
Cuando
los romanos iniciaron sus campañas a las Galias y Germania, se encontraron con
pueblos que concedían gran importancia a las ciencias adivinatorias y
seguían al pie de la letra los dictados de las sibilas y los oráculos que
eran, a su vez, los que interpretaban la voluntad de los dioses. Entre estos últimos ocupaba un lugar especial Odín, deidad de la guerra, de la magia y también de
los muertos.
Cuenta
la leyenda, que este dios estuvo colgado del fresno que sostiene el mundo
durante nueve días y nueve noches, sin beber ni comer. La legendaria tradición mantiene que Odín llevó a cabo tamaño sacrificio con un único objetivo: acceder
al conocimiento de las runas, a la facultad de ver más allá y luego transmitir
el saber a los mortales que le ofrecían sacrificios. Por esta razón, los
antiguos invocaban a Odín antes de comenzar a trabajar con ellas, ya fuera para
curar a los enfermos, cambiar las condiciones del clima, transformar el mal en
bien, etc... De la misma manera, cuando los soldados germánicos iban a la
guerra llevaban en sus espadas y en sus cascos símbolos rúnicos, pues sabían
que de ese modo Odín los protegería del enemigo y alejaría de sus espíritus
los temores y, eventualmente, también la cobardía.
Si
bien tradicionalmente los signos rúnicos se imprimían a fuego de delgadas
tablillas de madera, en piedras y sobre discos de bronce, oro o cobre, lo
cierto es que a partir de determinado momento comenzaron a propagarse en forma de láminas, y con ellas dieron inicio las
cartas rúnicas que han llegado hasta nuestros días. Su diseño es similar a las tradicionales barajas de cartas españolas o de póquer, y fueron ideadas para transmitir con mayor facilidad las
enseñanzas en el terreno de la magia que cultivaban los nórdicos. Gracias a
esto, la sabiduría de los viejos maestros rúnicos pudo ser transmitida de
generación en generación.
Las cartas rúnicas se pueden confeccionar con simplicidad, tan solo transfiriendo los 22 símbolos a rectángulos de cartulina o papel grueso, uno por lámina. En total son 21 símbolos, más una lámina en blanco que, al igual que "El Loco" en el Tarot, carece de número y representa el destino, el karma, lo inevitable que permanece oculto.
Los
símbolos poseen una riqueza emblemática que sólo pueden ser interpretada por
una persona que antes ha interiorizado el conocimiento rúnico. En este sentido, cabe
considerar algunos aspectos de importancia. Por ejemplo, los maestros han
enseñado que cada carta puede ser leída de dos maneras diferentes, según la
posición que ocupa respecto de las demás, es decir, si se encuentra en
posición derecha o invertida.
Alfabeto Rúnico Tradicional
Alfabeto Rúnico Tradicional
A efectos prácticos, también se debe apuntar que las cartas rúnicas se dividen en tres septenarios, cuyos contenidos pueden resumirse de la siguiente forma:
Primer Septenario
A-Nauthiz
Derecha: Hay que planificar el futuro con prudencia.
Invertida: La imprudencia conducirá al fracaso.
B-Fehu
Derecha: Satisfacciones románticas
Invertida: Dificultades con los sentimientos
C-Laguz
Derecha: Premoniciones que se cumplen.
Invertida: Prudencia con el dinero.
D-Ansuz
Derecha: Enfrentará los problemas con sabiduría.
Invertida: Malos consejos.
E-Teiwaz
Derecha: Apasionada aventura amorosa. Invertida: Separación, tristeza causada por amigos.
F-Eihwaz
Derecha: Se solucionará un antiguo problema.
Invertida: Un antiguo problema originará dificultades.
G-Algiz
Derecha: Cambios a nivel laboral.
Invertida: Será conveniente rechazar una oferta.
Segundo Septenario
H-Othila
Derecha: Recibirá una herencia o un legado.
Invertida: Accidentes, daños físicos.
I-Inguz
Derecha: Llegarán noticias.
Invertida: Problemas de comunicación.
J-Kano
Derecha: Nuevos vínculos o asociaciones.
Invertida: Rupturas, pérdida de un amigo.
K-Thurisaz
Derecha: Mudanza.
Invertida: Un viaje desagradable.
L-Wunjo
Derecha: Éxito, felicidad.
Invertida: Autosacrificio, retrasos.
M-Raido
Derecha: Vacaciones, cambios, visitas.
Invertida: Viajes y cambios repentinos.
N-Berkana
Derecha: Familia, matrimonio, hijos.
Invertida: Mala salud, esterilidad, divorcio.
Tercer Septenario
O-Uruz
Derecha: Suerte en asuntos de dinero, ascensos.
Invertida: Perderá una oportunidad.
P-Sowelu
Derecha: Inspiración repentina.
Invertida: Imposibilidad de ver lo evidente.
Q-Hagalaz
Derecha: Pequeños retrasos, desacuerdos familiares.
Invertida: Demoras, disputas familiares.
R-Perth
Derecha: Suerte inesperada, sorpresa agradable.
Invertida: No confiar en desconocidos.
S-Ehwaz
Derecha: Firma de documentos o contratos.
Invertida: Enemigos al acecho.
T-Mannaz
Derecha: Cambios que traerán prosperidad.
Invertida: Aislamiento, desinterés.
U-Isa
Derecha: Éxito seguro.
Invertida: Un fracaso que conduce a una nueva oportunidad.
Carta en blanco
Derecha o invertida: El destino, el karma, lo inevitable.
LA RUEDA RÚNICA
A-Nauthiz
Derecha: Hay que planificar el futuro con prudencia.
Invertida: La imprudencia conducirá al fracaso.
B-Fehu
Derecha: Satisfacciones románticas
Invertida: Dificultades con los sentimientos
C-Laguz
Derecha: Premoniciones que se cumplen.
Invertida: Prudencia con el dinero.
D-Ansuz
Derecha: Enfrentará los problemas con sabiduría.
Invertida: Malos consejos.
E-Teiwaz
Derecha: Apasionada aventura amorosa. Invertida: Separación, tristeza causada por amigos.
F-Eihwaz
Derecha: Se solucionará un antiguo problema.
Invertida: Un antiguo problema originará dificultades.
G-Algiz
Derecha: Cambios a nivel laboral.
Invertida: Será conveniente rechazar una oferta.
Segundo Septenario
H-Othila
Derecha: Recibirá una herencia o un legado.
Invertida: Accidentes, daños físicos.
I-Inguz
Derecha: Llegarán noticias.
Invertida: Problemas de comunicación.
J-Kano
Derecha: Nuevos vínculos o asociaciones.
Invertida: Rupturas, pérdida de un amigo.
K-Thurisaz
Derecha: Mudanza.
Invertida: Un viaje desagradable.
L-Wunjo
Derecha: Éxito, felicidad.
Invertida: Autosacrificio, retrasos.
M-Raido
Derecha: Vacaciones, cambios, visitas.
Invertida: Viajes y cambios repentinos.
N-Berkana
Derecha: Familia, matrimonio, hijos.
Invertida: Mala salud, esterilidad, divorcio.
Tercer Septenario
O-Uruz
Derecha: Suerte en asuntos de dinero, ascensos.
Invertida: Perderá una oportunidad.
P-Sowelu
Derecha: Inspiración repentina.
Invertida: Imposibilidad de ver lo evidente.
Q-Hagalaz
Derecha: Pequeños retrasos, desacuerdos familiares.
Invertida: Demoras, disputas familiares.
R-Perth
Derecha: Suerte inesperada, sorpresa agradable.
Invertida: No confiar en desconocidos.
S-Ehwaz
Derecha: Firma de documentos o contratos.
Invertida: Enemigos al acecho.
T-Mannaz
Derecha: Cambios que traerán prosperidad.
Invertida: Aislamiento, desinterés.
U-Isa
Derecha: Éxito seguro.
Invertida: Un fracaso que conduce a una nueva oportunidad.
Carta en blanco
Derecha o invertida: El destino, el karma, lo inevitable.
LA RUEDA RÚNICA
Uno
de los aspectos que hay que considerar, cuando se precisa leer el mensaje de
las cartas rúnicas, es el lugar que ocupa cada una de ellas en la llamada Rueda Rúnica.
En
esta modalidad de tirada se van sacando las cartas y se van colocando en
círculo y en el sentido de la agujas del reloj. La rueda se cierra con la carta de la posición 12. La número 13, que representa al consultante y atrae hacia ella la energía de
todas las demás, debe colocarse en el centro del círculo para cerrarlo.
En este tipo de tirada, las láminas cobran un nuevo simbolismo, concedido por
su ubicación dentro del círculo. De esta forma, el "operador" rúnico que
elige este método deberá tener en cuenta la siguiente descripción:
Carta rúnica 1: Simboliza el "Yo" más íntimo y definitorio, el que confiere la personalidad.
Carta rúnica 2: Hace alusión al dinero, al poder adquisitivo, al patrimonio y a las posesiones materiales.
Carta rúnica 3: Incide sobre los aspectos de la vida cotidiana, familia y trabajo especialmente.
Carta rúnica 4: Señala las preferencias por lo inmediato y lo cercano. Apego a la casa, al hogar y al mundo íntimo.
Carta rúnica 5: Simboliza lo creativo, la fuerza de la
iniciativa, la entereza en la realización de los proyectos y la capacidad para
expresar los propios pensamientos con precisión.
Carta rúnica 6: Se refiere al aspecto externo, a la salud y a la enfermedad.
Carta rúnica 7: Incide sobre el mundo afectivo, especialmente sobre el matrimonio y el amor.
Carta rúnica 8: Incide en los asuntos personales y legales, particularmente en todo aquello que guarda relación con la herencia y las últimas voluntades.
Carta rúnica 9: Se refiere a la educación y al comportamiento en sociedad. También hace alusión al deseo de conocer nuevos ambientes y al gusto por los viajes.
Carta rúnica 10: Simboliza la valía personal y los logros conseguidos por el individuo mediante el estudio y el esfuerzo.
Carta rúnica 11: Representa las relaciones humanas y la sensación de alegría entre los amigos.
Carta rúnica 12: Incide sobre la vida interior y revela la valía del mundo psíquico y anímico de las personas.
Carta rúnica 13: Representa al consultante con todas las implicaciones que de ello pueden derivarse.
Una vez formado el círculo, y para dar comienzo a la interpretación, se deberá relacionar cada una de las runas con las que se encuentran a ambos lados, y de la misma forma con la que tiene enfrente y también con la central. Es preciso tener en cuenta que una carta está al derecho si su base se orienta hacia el centro de la rueda; en cambio, estará invertida cuando la base mira hacia afuera.
Ejemplo:
Una
vez posicionadas las cartas y formado el círculo, el consultante desea saber
cosas relativas al amor y al matrimonio, es decir, la posición número 7 de la
Rueda Rúnica. El intérprete tendrá en cuenta las posiciones 8 y 9
(que están a ambos lados), la 1 (que está enfrentada con la 7 y por último la carta central).
Si en la posición 7 del círculo ha caído la carta número 1, leeremos o interpretaremos: "planificar con prudencia", si la carta se encuentra derecha, o "la imprudencia conducirá al fracaso", si la carta está
invertida. Y de la misma forma, la carta número 1 será interpretada a la luz de las cartas que
hayan caído en los tres lugares restantes, como he indicado en el ejemplo.
Generalmente se consulta sobre uno o dos temas en particular, pero esto no impide realizar un estudio más profundo, teniendo en cuenta las doce ubicaciones de la rueda. Asimismo, la carta de la posición 13 del círculo, que simboliza a la persona que consulta, indicará el problema más acuciante para el consultante, de acuerdo con las indicaciones dadas en los tres septenarios.
Al igual que en cualquier otro tipo de lectura, se procurará que el consultante y el maestro rúnico se encuentren
a solas. Los antiguos vikingos solían inaugurar la sesión con un prólogo de
rezos que invocaban la generosidad del dios Odín, pero en la actualidad esta costumbre
se ha reemplazado con una breve sesión de concentración o relajación. Una vez realizada
ésta, las cartas se distribuyen sobre la mesa y pueden barajar tanto el
consultante como el operador, antes de colocarlas dentro del círculo rúnico.
Desculpa, mas está faltando algumas runas ai
ResponderEliminarHola. No te falta ninguna runa. las que están son las que se utilizan.
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