Este
precioso talismán, conformado por un enrevesado nudo celta, representa aquello
que no puede deshacerse, y por ello es el símbolo del Amor Eterno.
Si
lo observáis con detenimiento, veréis que está formado por varios trisqueles,
cada uno con tres puntas, implicando los tres aspectos con los que una persona
se une a otra en cuerpo, mente y espíritu.
Este
tipo de figura denota la perpetuidad del sentimiento, la prolongación sin
tiempo del amor entre dos personas, la complementación de ambos y la fusión en
una pareja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario