La Libanomancia es un arte o técnica de las más antiguas
que utiliza el incienso como medio para predecir o pronosticar el futuro más probable.
El incienso se ha utilizado casi desde que el mundo
es mundo para atraer la atención de los dioses y que escuchen nuestras
plegarias. Esta técnica se desarrolló a partir de las figuras formadas por el
humo y que se elevan hacia el cielo.
A veces la figura se forma de manera muy clara, tan
clara que incluso un neófito es capaz de descifrar el mensaje. En otras
ocasiones, por el contrario, las figuras se hallan a medio formar o incluso se
aprecian formas grotescas a ojos del novato.
Para un profesional avezado en la pronosticación mediante
este arte, incluso las figuras más enrevesadas tienen algún sentido, puesto que
los profesionales nos servimos además de nuestra agudizada intuición. De igual modo se procede
en la lectura de cartas, dados, dominó, posos de café, hojas de té, etc…
Curiosamente, parece que el uso de inciensos
concretos, dependiendo del asunto a tratar, favorece la interpretación. De igual
manera, una mezcla de incienso y plantas es también utilizado para ayudar en la
recepción del mensaje, así como la música, gran aliada en este tipo de trabajos.
De esta forma, se usarían inciensos de flores o aromáticos
para las consultas basadas en asuntos de índole amoroso o sentimental. Para la
toma de decisiones relacionadas con cambios de vida, el más adecuado es el
incienso de menta. La mirra o los aromas muy fuertes se mantendrían solo para
cuestiones de índole general. El incienso de Jerusalén y el de canela pueden
utilizarse de manera conjunta para la protección o para cuestiones relacionadas con los enemigos
ocultos.
Por supuesto, cada maestrillo tiene su librillo, como siempre indico, y en este arte mucho más. Así que os animo a tratar de descifrar el humo aromático y embriagador de los inciensos que más os atraigan. Y si además queréis compartir en este post vuestras experiencias, ya sería el no va más!!
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