Karma en sánscrito significa “acción”. También se
conoce como de la Ley del Karma o ley de causa y efecto.
Esta ley establece que para todo efecto debe haber
una causa, algo debe poner en marcha la fuerza que crea el efecto final. En
este contexto, karma es una fuerza física que crea nuestra experiencia en el
mundo.
La ley del karma nos ofrece un control individual
sobre el resultado de nuestras vidas. Todos los seres humanos tenemos la
oportunidad de tomar acciones nuevas y mejorar nuestra situación.
Las acciones que nacen de la necesidad de satisfacer
al ego generan karma, esta información se almacena en nuestra consciencia
individual y nos puede seguir por varias vidas, impidiendo que el alma regrese
al océano de la consciencia pura y a la autorrealización.
Por el contrario, las acciones que nacen del alma y
que están relacionadas con nuestro dharma (don divino) están libres de karma.
La antigua Filosofía Vedanta nos enseña que nuestro
mundo es el reflejo de nuestra consciencia, la experiencia de cada uno está
determinada por nuestras acciones.
Si aplicamos esto a nuestras rutinas diarias
(acciones) como la alimentación, por ejemplo; hay factores determinantes a la
hora que surjan los efectos, los que se verán reflejados luego en nuestra
salud:
- La fuente (de origen vegetal o animal).
- El proceso (cómo es preparado el alimento para su consumo).
- La forma cómo obtenemos los alimentos (a través de la violencia, muerte o a través del amor).
- La forma cómo preparamos los alimentos (cómo preparamos el alimento para que el cuerpo lo ingiera).
- La forma cómo comemos nuestra comida (con sentimientos de ira o maldad, de amor o devoción por el cuerpo. En un ambiente tranquilo o en uno ajetreado).
¿Cómo podemos arreglar esto?
Al tomar consciencia de nuestras acciones.
Al decidir de acuerdo a lo que tendrá un beneficio
para nosotros.
Al descartar aquello que nos podría causar
sufrimiento.
El ser humano, al tener la capacidad de razonar,
puede ocupar el intelecto como herramienta para discernir entre lo que nos
puede causar dicha o sufrimiento.
Un ser humano comete un “crimen intelectual”
(Prajnaparada) cuando tiene conocimiento de que su dieta no es saludable y que
lo puede llevar al sobrepeso y, con ello, a varias otras enfermedades, pero aun
así no cambia de hábitos. Esta es una de las tres causas principales de la
enfermedad, mencionadas en Caraka Samhita, texto clásico de Ayurveda.
Al satisfacer a nuestros sentidos vista, gusto,
oído, olfato, tacto; satisfacemos al ego y por tanto generamos karma.
Alimentarnos de acuerdo a los que es “rico” o “menos
rico” claramente satisface nuestro sentido del gusto y, por ende, a nuestro
ego.
En cambio, si nuestra dieta se basa en alimentos que
tienen como fin nutrir el cuerpo con todo lo que necesita para su óptimo
funcionamiento (físico, mental y espiritual), cumplimos con una labor de
servicio al cuerpo y que está libre de karma.
El karma se genera por acciones egoístas.
Karma también es la fuerza que nos une al ciclo de
nacimiento y muerte.
Se distribuye en pequeñas cantidades durante cada
vida.
Se libera a través de la práctica de Karma Yoga.
“El karma de vidas pasadas existe. Mucho de lo que
ocurre es debido a ello, pero no todo. Podemos arreglar nuestro karma por medio
de nuestra propia consciencia y esfuerzo” Sri Aurobindo.
Fuente:MedicinaAyurveda
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