El valor de nuestras creencias maneja nuestras vidas. Solo tres preguntas para
averiguarlo.
1. ¿Cuánto cree usted
valer?
Usted es una creación divina que forma parte de un universo perfecto e
infinito. Lo es todo. Tal como Walt Whitman afirmó en una ocasión: «Toda la
teoría del universo está dirigida sin lugar a dudas a un único individuo, o
sea, a USTED». No se trata de una afirmación egoísta, sino que responde
perfectamente a la cosmovisión del poeta. Usted es a un tiempo parte de la
humanidad y un ser humano individual. Usted, al igual que cualquier otra
persona perteneciente al conjunto de la humanidad, tiene un valor completo y
total que es perfecto. Como parte de esa perfección completa, debe saber que el
valor es inconmensurable y abundante. ¿Cómo podría existir algo más perfecto
que el ser humano? ¿Cómo ese algo podría tener más valor?
2. ¿Qué cree usted
merecer?
Si usted se considera sólo merecedor de una pequeña parte de la
felicidad, entonces eso es lo que conseguirá. Si piensa que lo merece todo y
tiene la intención de dejar que la abundancia circule y de continuar sirviendo
a los demás, entonces adquirirá unas cotas más elevadas de felicidad. Si
imagina que no se merece demasiado, ése será su premio. Si se concede
importancia a sí mismo, tomando lo que piensa que merece a expensas de quienes
le rodean, entonces los resultados serán idénticos a los que obtendría si se
creyera merecedor de muy poco. En ambas situaciones se debilita y pierde
fuerza. Creyendo que no merece nada o que merece todo a expensas de los demás,
toma un camino de destrucción personal que no sólo le aleja de la abundancia,
sino que le conduce directamente hacia la escasez. Sepa que se lo merece todo,
al igual que todos los demás, y que en el proceso de ayudar a los otros a
conseguirlo se está sirviendo también a sí mismo.
3. ¿Qué cree que se
halla a su disposición?
Una respuesta totalmente honesta se basa en lo que le aguarda a usted ahí
fuera. Si le obsesiona lo que tiene o deja de tener, o lo que nunca conseguirá,
entonces eso será precisamente lo que logrará. Una tarde, tras una conferencia
una mujer me preguntó: «Doctor Dyer, ¿cuáles cree que son los límites que me
impiden obtener el éxito y la felicidad que deseo en la vida?». Mi respuesta
fue inmediata: «Su convencimiento de que existen límites». Lo que determina su
nivel de éxito y felicidad no es lo que está o no a su disposición, sino su
propio convencimiento de lo verdadero.
Fuente:WDyer
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