Hay
un dolor que puede aquejar a muchas mujeres, que afecta a la parte baja del
abdomen y que suele estar relacionado con el periodo menstrual o las relaciones
sexuales.
Se
trata del dolor pélvico, una afección que puede ser tan incómoda como
peligrosa. Conocer sus características podría ayudarnos a mejorar nuestra
calidad de vida. Descubre más al respecto.
Informes
del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy
Shriver de EEUU (NICHD, por sus siglas en inglés), indican que el 15% de las
mujeres en edad reproductiva asegura padecer dolor pélvico durante un período
no menor de 6 meses. También se sabe que entre ellas, el 15% de las mujeres
trabajadoras sufren dolores tan intensos que les impiden asistir a su empleo.
En
nosotras, y de acuerdo con la Clínica Mayo, el dolor pélvico suele referirse a
síntomas que surgen de los sistemas reproductivos, urinarios, o de fuentes
muscoesqueléticas. Puede llegar a irradiarse a la zona lumbar, los glúteos y
los muslos.
Dicho
dolor puede ser constante o intermitente y, en algunos casos, solo se evidencia
al orinar o durante las relaciones sexuales. La Clínica Mayo informa que es
necesario consultar a un médico cuando la afección interrumpe las actividades
cotidianas o empeora con el tiempo. Si es severo puede tratarse de una
emergencia.
Aunque
se desconoce la causa exacta del dolor pélvico, la institución mencionada
advierte que está asociado a varios tipos de enfermedades y condiciones, en
especial cuando es crónico. Si proviene del sistema reproductor, por ejemplo,
podría estar relacionado con cólicos menstruales, cáncer de ovario,
endometriosis y embarazo ectópico.
El
tratamiento, según el portal de bienestar WebMD, varía dependiendo de la causa,
la intensidad del dolor y la frecuencia. Puede requerir medicamentos,
antibióticos o un procedimiento quirúrgico.
Si
bien no son muchos los estudios que confirman la efectividad de los
tratamientos alternativos contra el dolor pélvico, el NICHD sugiere las
siguientes opciones, que podrían contribuir a aliviar las dolencias
menstruales: suplementos de vitamina B1 o magnesio, acupuntura, acupresión y
terapias de estimulación nerviosa. Recuerda contar con la opinión de un
profesional de la salud antes de optar por una de ellas.
Según
la institución antes mencionada, algunas enfermedades pélvicas relacionadas con
este dolor, como la endometriosis y las adherencias pélvicas, se asociarían a
la dificultad de quedar embarazada. Aparte, ciertos tratamientos contra el
dolor pélvico podrían afectar la capacidad reproductiva.
Finalmente,
el dolor pélvico puede afectarnos en términos emocionales. Según el NICHD,
puede generar problemas de tipo sexual, depresión, ansiedad, trastornos del
sueño y estrés.
Consulta
con tu médico si sufres dolor pélvico, para encontrar la solución que mejor se
adapte a tu caso.
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