Existen siete grandes entes o seres en el sistema solar que reciben el
nombre de los sietes Kumaras. La palabra “kumara” procede del sánscrito y
significa “virtudes”.
Los Kumaras apoyan constantemente al hombre y hacen su aparición en forma
de los siete planetas de nuestro sistema solar, al igual que una persona se
manifiesta a través de su cuerpo como transmisor. Los hindúes consideran a los
Kumara como los “hijos de Brahma nacidos a partir del principio del
pensamiento”. En ellos se encuentran reunidos toda la sabiduría y la
inteligencia. Constituyen la totalidad de la actividad divina.
El primer Kumara, Sanat Kumara, llamado también Skanda o Karttikeya, se
encuentra en la cima de la revolución mundial. El resto de los Kumara y sus
compañeros se dedican fundamentalmente al reparto de las fuerzas y a la
transmisión de la energía, del plan, de la fuerza y de la intención del
planetario Logos. Sanat Kumara significa el “eternamente joven”. Es el hijo de
Siva, el destructor del mundo, y de Parvati, la diosa de la paz dorada. Sanat
Kumara es el dirigente del “ejército divino”. Lucha contra el demonio Taraka,
quien simboliza el engaño, la pereza y el espíritu inferior. Utiliza su lanza
cósmica para combatir la limitación o baja inteligencia y otras tendencias
negativas que se cruzan en el camino del Yo Superior, de la conciencia
crística.
Se dice que Sanat Kumara era en realidad Ahura Mazda, el “dios sabio”.
Zaratustra tuvo una visión en la que aparecieron los hijos de la luz y en la
que era conducido hasta Ahura Mazda. Sanat Kumara hizo su aparición a través de
Venus o de Venus Kumara. Ellos ayudan a estimular el gran plan del desarrollo
autoconsciente. Ayudan al hombre a descubrir de nuevo el centro y el origen de
su existencia y a disipar las sombras que tratan de impedírselo.
Sanat Kumara el joven, el verano interminable, la fuente original de la
voluntad divina activa, es el jefe de la jerarquía. Venus representa a la mujer
confiada y con frecuencia aparece simbolizada con una espada en la mano. No es
simplemente la compañera de su oponente masculino, sino que trabaja en su
propia fuerza divina. Juntos, aunque actuando a través de sus fuerzas
individualmente, se sitúan ante la puerta de una nueva era y son la llave hacia
todos los otros grandes maestros y maestras, hacia los seres de la luz.
Sanat Kumara y Venus son la extraña pareja que sirve de introducción a
una nueva era. Se encuentran en la puerta y comunican al hombre con los
maestros y maestras que necesita para su desarrollo. Ellos escuchan tu llamada,
que es una petición de amor divino y de ayuda a los maestros. Únete a esta
extraña pareja y deja que actúe a través de ti. Su energía es cariñosa,
liberadora y plena.
Si te confía a ellos, ya nadie en el mundo te podrá extorsionar
emocionalmente, ya no necesitarás esperar nada de personas que aún no han
vivido su fuerza plena y perfecta y que no harán realidad tus deseos. ¿En qué
ocasiones haces algo esperando que se te quiera o reconozca? ¿Cuántas veces
haces partícipe a los demás de algo que involuntariamente se convierte en parte
de una intriga? ¿Cuántas veces tienes que experimentar que tu energía es mal
entendida?
Tú eres víctima de esta serie de experiencias porque estás adelantando a
tu desarrollo como ser humano. Tan solo te fijas en la imperfección y en las
posibles facultades que muchas personas, incluida tu, lleváis contigo. El
potencial humano divino iluminado debe aún ser desarrollado. Has llegado a un
punto de tu desarrollo en el que el sistema antiguo se te ha quedado pequeño.
Tú has crecido. Estás dispuesto a unirte a nueva fuerza y así entras en la
siguiente fase de tu crecimiento. Tú te encuentras en la puerta que conduce a
tu espiritualidad, a tus facultades divinas, que están preparándose para
desarrollarse. Sanat Kumara y Venus son una pareja que te acoge en la familia
de la luz y que te entrega un vestido de estrellas. Te dan la bienvenida a una
nueva era.
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