Las que siguen son las siete palabras mágicas que necesitamos repetirnos como un
mantra para vivir en paz, rodeados de amor y conocernos de una manera íntima.
MUÉVETE
Mueve tu casa, tu cama, tu cuerpo.
Camina, sal a pasear por la montaña, sal de la rutina del trabajo, las
relaciones y los patrones de vida. Cambia tu perspectiva. Acércate a aquellas
personas con las que puedas ser auténtico y nutran tus sueños más locos. No
necesitas mover montañas, trasladar una pequeña piedra puede hacer maravillas.
TOCA
Toca las partes que amas de tu cuerpo. Da abrazos en la panadería, en el
parque, en las puertas de toda la ciudad. Besa a la gente en la mejilla.
Acaricia a tu gato o tu perro un poco más. Saborea la sensación de un pañuelo
de seda, de una pieza de madera, de las diferentes texturas. El musgo, las
cortezas, las rocas y el agua. Mientras más lo hagas, más a gusto te sentirás con el placer de tocar.
ESCUCHA
Siéntate en silencio y observa cuanto hay para ser escuchado.
Escucha a la gente, escucha lo que realmente están diciendo. Escucha hasta la última
nota de cada canción. Escucha tu voz interna, esa que solo escuchas cuando la
confusión de cada día disminuye. Oye el susurro de las hojas, el canto de las
ranas, el crujido de la madera ardiendo en la chimenea. Escucha con tu corazón
y siempre escucha aquello que nunca es hablado.
SIENTE
Experimenta el gozo y también el dolor, experimenta hasta que sientas que vas a evaporarte.
Permítete reír hasta que te duela, siente el amor desde lo más profundo de tu
corazón. Ríndete a la sensualidad de la vida. Enójate y expresa tu furia, si es
el caso, pero hazlo a solas. Si no sientes de verdad, no estás vivo.
CONFÍA
Ya sabes lo que necesitas saber. No tengas dudas. Esa cosquilla
interna es tu más alta verdad y ella te servirá del mejor modo. Te arrepientes
cuando desconoces o niegas tu intuición. Ten esto en cuenta: Finalmente, tú y
sólo tú sabes lo que es mejor para ti. No escuches a los demás. Si consumes, sin darte cuenta, todo tu
día pintando, eso es lo que debes hacer. Si te encanta caminar al lado del
océano, encuentra la forma de llegar allí. Si no confías completamente en ti,
te conviertes en moho.
REÚNETE
Reúnete con los hombres y mujeres que amas. Toma el té acompañado, camina en
compañía por el bosque, conversa y habla, lee en voz alta para otros. Celebra
que tu cabello, tu piel, tu cuerpo y tus historias son diferentes a las de los
otros y a su vez son completamente parecidas. Cocina y come en compañía.
RECIBE
Por una vez, deja de dar y dar y dar a todos menos a ti mismo. Acepta los
cumplidos con gracia. La voz que necesitas oír, el abrazo, ese momento para
conversar, la comida en tu mesa, el dinero que necesitas, siempre serán
suministrados. Ábrete a recibir, abre tus manos para que sean llenadas con
abundancia. Recibe todas las cosas buenas que mereces y recuerda mostrar
gratitud por tu vida.
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