Nuestra
mano es la mejor guía para alimentarnos sanamente. La mano refleja el
tamaño del cuerpo de cada persona y nos permite visualizar de una manera fácil
y sencilla la cantidad de alimento que debemos llevar a nuestra boca. Espero
que os agrade y sea se utilidad.
No es
lo mismo el tamaño de la mano de un hombre robusto que el de una mujer
bajita. Los cinco dedos de nuestra mano, representan la cantidad de veces
que una persona debe comer al día. Es preferible comer varias veces al día
comidas ligeras, que una o dos comidas abundantes.
Cada
vez que llevamos un bocado a nuestra boca ponemos a funcionar el aparato
digestivo y el que salgan los jugos gástricos y se muevan los intestinos
requiere de energía. Se ha comprobado que las personas que comen varias veces
al día gastan mayor número de calorías en digerir y absorber los alimentos que
quienes sólo comen una o dos veces al día. A este gasto de energía se le conoce
como Acción Dinámica Específica (ADE), y generalmente representa el 10 por
ciento de las calorías ingeridas. De hecho, a los luchadores de sumo sólo se
les permite comer dos veces al día, en cantidades abundantes.
Se
recomienda comer cinco veces al día, de preferencia que no pasen más de cinco
horas entre cada comida. Esto permite mantener los niveles de azúcar estables y
con ello tener mayor rendimiento, concentración y productividad. Se recomienda
dividir las comidas de la siguiente manera:
Desayuno,
almuerzo, comida, merienda y cena.
Los tres macro nutrientes
Los
alimentos nos proporcionan tres macro nutrientes básicos para mantener nuestra
salud: Carbohidratos, proteínas y grasas.
Los
carbohidratos brindan energía a las células musculares y al cerebro. El cerebro
es un gran tragón de carbohidratos, por lo que se requiere del consumo adecuado
de los mismos para mantener la concentración y la memoria en óptimas
condiciones.
Cuando
consumimos poca cantidad de carbohidratos, el cerebro no puede funcionar a su
máxima capacidad y comenzamos a tener agotamiento mental o dolores de cabeza.
Si consumimos carbohidratos en exceso, favorecemos la producción de una hormona
de almacenamiento que termina por convertirlos a grasa y reduce los niveles de
azúcar en sangre, de modo que el cerebro no los puede utilizar como combustible
y nos sentimos fatigados, mareados o con sueño.
Existen dos tipos de
carbohidratos:
Carbohidratos buenos:
Llegan lentamente a nuestra sangre y mantienen los niveles de azúcar estables:
Fruta y
leguminosas como ciruela, fresa, frijol, kiwi, lenteja, mandarina, manzana con
cáscara, melón, naranja, papaya, tuna y uva.
Carbohidratos malos:
Llevan los azúcares a la sangre a mayor velocidad. Favorecen la acumulación de
grasa:
Cereales
refinados como el arroz, las pastas, el pan, las galletas y los pasteles;
arroz; papa; betabel; bimbollo; bolillo; camote; cereal de caja, sin azúcar;
palomitas y tortillas.
Para
escoger la ración de carbohidratos de cada comida principal (desayuno, comida y
cena) podemos cerrar la mano, la medida de nuestro puño indica la ración de
carbohidratos a elegir. Si estamos escogiendo carbohidratos buenos, podemos
escoger dos puños; en cambio, si elegimos carbohidratos malos, debemos
limitarlos a la medida de un puño.
Ejemplo: Una
naranja y una manzana, o media taza de arroz.
Proteínas
El
consumo de proteínas es básico para mantener los músculos y los tejidos sanos.
Cuando las dietas son deficientes en proteínas, podemos perder músculo; esto a
la larga ocasiona un aumento de peso ya que el músculo, después del cerebro, es
el mayor consumidor de azúcar y, si esta no se usa por no tener suficiente
músculo, el restante se convierte en grasa.
Es
recomendable consumir una palma de la mano de proteínas, en las tres comidas
principales. Para medir la cantidad de carne, pollo, queso o pescado a
consumir, es posible observar la palma de nuestra mano sin tomar en cuenta los
dedos; de este tamaño debe ser la porción de proteína. Deben ser visualizados
el largo, ancho y grosor de nuestra palma y después compararla con un medallón
de carne o una porción de queso.
Alimentos ricos en proteínas
· Atún.
·
Calamar.
·
Camarón.
· Carne
magra de res.
·
Curvina.
·
Huachinango.
· Huevo
o claras.
·
Jamón.
·
Langosta.
· Pollo
o pavo sin piel.
·
Pulpo.
· Queso
cottage.
· Queso
fresco.
· Queso
Oaxaca.
· Queso
panela.
·
Róbalo.
·
Salmón.
·
Sardina.
·
Ternera.
·
Trucha.
Grasas
Las
grasas son esenciales para formar hormonas y mantener la temperatura del
organismo. Además, son el vehículo en el que se transportan las vitaminas A, D,
E y K, de modo que si consumimos una dieta baja en grasas, provocaremos
deficiencias en estas vitaminas.
Es
recomendable consumir la medida de nuestro dedo pulgar en cada comida. Lo que
para una persona de manos medianas representa una cucharadita de aceite o seis
nueces o almendras.
Grasas buenas
·
Aceite de maíz.
·
Aceite de oliva.
·
Aceite de soya.
·
Aceitunas.
·
Aguacate.
·
Almendras.
·
Cacahuetes.
·
Nueces.
Grasas malas
· Coco.
·
Crema.
· Crema
chantilly.
·
Manteca de cerdo.
·
Manteca vegetal.
·
Mantequilla.
·
Margarina.
·
Mayonesa.
Cuando
la proteína que escojamos tenga grasa, debemos eliminar la ración de grasa de
esa comida. Por ejemplo, si en vez de queso panela escoges queso manchego,
debes eliminar tu ración de grasa.
En los
intermedios de media mañana y media tarde se debe escoger la mitad de la ración
de los tres macronutrimentos, lo que significaría un puño de carbohidratos
buenos o medio de carbohidratos malos, media palma de la mano de proteínas y
medio dedo pulgar de grasas.
El
yogur bajo en grasas y la leche descremada se consideran una ración de
carbohidratos buenos, media palma de proteína, por lo que es muy buena opción
para el intermedio.
Alimentos libres
Acelga,
alcachofa, apio, berro, brócoli, calabacita, cebolla, champiñón, chayote,
chiles, col, coliflor, espárrago, espinaca, flor de calabaza, huitlacoche,
jícama, jitomate, lechuga, nopal, palmito, pepino, pimiento, poro, rábano,
setas, tomate.
Condimentos
Alcaparra,
azafrán, cilantro, mostaza, orégano, perejil, pimienta, sal, salsa de soya,
salsa inglesa, salsa maggy, tomillo o vinagre; todos con moderación.
Ejemplo
de menú para una mujer de complexión mediana, estatura promedio: 162 cm.
Desayuno
· 1
cucharadita de aceite.
· 1
naranja.
· 1
pera.
· 100
gramos de queso panela a la mexicana.
Media mañana
· 1
yogur.
· 3
almendras.
Almuerzo
· 1
manzana.
· 1/2
taza de arroz.
· 3
mitades de nuez.
· 50
gramos de queso o 90 gramos de carne,
pollo o pescado guisado.
·
Ensalada libre con limón.
·
Gelatina de dieta.
Merienda
· 1
manzana
· 50 g
de queso o 1 yogur descremado
· 3
mitades de nueces
Cena
· 1
rebanada de jamón.
· 1
rebanada de pan integral.
· 1
rebanada de queso.
·
Ensalada.
Cualquier
receta en este blog referente a la salud debe mantenerse como información. Así,
el uso que se le dé queda totalmente bajo la responsabilidad del lector.
No hay comentarios:
Publicar un comentario