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martes, 4 de marzo de 2014

EL PODER DE LA ORACIÓN

La Oración, que es probablemente el punto de contacto más visible entre la Religión y la Magia, como fue dicho anteriormente es una forma medianamente simple de Magia que produce resultados.

Todo Mago debe tener fe, la Magia es cuestión de creer. En las operaciones de Magia más potentes siempre se invocará alguna deidad, ser divino o demonio; el éxito de un Mago está íntimamente relacionado con su fe y la oración es una forma de manifestar o utilizar dicha fe. Quien crea que el más alto de los Sacerdotes supera en fe al más alto de los Magos estará, sin duda, equivocado.

Los mismos motivos que me alejaron de la Iglesia Católica años más tarde me llevaron a volver al cristianismo, a renovar mi fe en el Cristo, en la Santísima Trinidad y en los misterios cristianos. Claro está que nunca retornaré a la Iglesia Católica (simples diferencias de opiniones) y que si un Sacerdote leyera esto sería tildado inmediatamente de hereje. Seguramente en ningún momento de mi vida abandoné totalmente mis antiguas creencias pero hoy en día puedo disponer verdaderamente de ellas. A quien haya estado en un religión durante mucho tiempo le resultará imposible abandonarla. Entonces, no es cuestión de dejar aquello en lo que hemos creído durante mucho tiempo y seguimos creyendo sino de reconciliarlo y buscar su verdadero significado y sentido. La búsqueda de Dios (o la Divinidad) y la vivencia de Dios (o la Divinidad) es tarea del Mago mientras esté en este mundo.

Aquellos que son cristianos o han tenido una formación cristiana tienen elementos por demás suficientes para emprender el camino (no conociendo a la perfección otras religiones, no correré el riesgo de equivocarme pudiéndose extrapolar los conceptos que daré). Probablemente el Dios Padre sea considerado un tanto inaccesible. Tanto el Cristo como la Virgen María son figuras o deidades extremadamente interesantes. El Espíritu Santo es un misterio que todo Mago debe comprender, una fuerza actuante no solo de gran poder sino de gran accesibilidad. El Ángel de la Guarda, en términos mágicos el Santo Ángel Guardián, es considerado por la magia, en palabras simples y breves, como el Yo Superior o Súper Yo.

El Santo Ángel Guardián es de suma importancia para todo Mago. Gran parte de las operaciones Mágicas pasan por él o son dirigidas hacia él, siendo que el Conocimiento y Conversación del Santo Ángel Guardián es probablemente uno de los logros más buscados e importantes. En su libro Magia en Teoría y Práctica, Aleister Crowley dice al respecto:

“Hay una definición principal del objeto de todo Ritual mágico. Es la unión del Microcosmo con el Macrocosmo. El Ritual Supremo y Completo es por esto la Invocación del Santo Ángel Guardián o, en el lenguaje del Misticismo, Unión con Dios.”

Estas palabras, de uno de los Magos más importantes que ha visto este mundo, han de ser suficientes para que el lector forme una idea clara acerca de que es El Santo Ángel Guardián y su relación con la Magia.

Con respecto a las Deidades a las que se dirige la Oración, faltaría aclarar, que no importa cuales sean estas deidades siempre y cuando guarden relación con el objeto de la Oración. Algunos afirman, de hecho, que el acto Mágico en última instancia siempre es realizado por el Mago; en lo personal no concuerdo totalmente con esta teoría pero de todos modos no es algo que tenga gran importancia.

Un amigo mío, católico con una profunda convicción religiosa, me comentaba que las personas no saben rezar, que creen que rezar es recitar tres Padres Nuestros y un Ave María. Y tiene razón. Elevar una Oración va más lejos que recitar de memoria, casi inconscientemente, un par de fórmulas.

Podría dividirse el acto de Orar, con el fin de guardar cierta formalidad, en cuatro partes. A saber: Relajación. Invocación al Dios (o los Poderes), Adoración o Glorificación del mismo (o los mismos). Conversación o acción de Pedido. Agradecimiento y Despedida.
La Relajación implica distenderse tanto física como mentalmente. Es una etapa de preparación donde debe quedar claro, además, como se desarrollará la Oración.

La Invocación al Dios implica el uso de símbolos o frases formales para atraer la presencia del mismo (una buena idea es citar atributos del Dios). Este es un acto de Glorificación y de Adoración donde el Mago se compenetra con la deidad por lo que todo lo que se diga aquí debe ser realmente sentido y tener un especial énfasis y dramatismo. De suma importancia es Sentir nuestro entorno y Visualizarlo todo.

La Conversación o acción de Pedido es el punto en que el Mago, una vez que siente la presencia del Dios invocado, declara el objeto del llamado y fórmula el pedido siempre con una actitud de respeto y veneración.

El Agradecimiento y Despedida es el proceso inverso a la invocación por lo que no hay nada que aclarar. Una vez finalizada la Oración, el Mago, debe permanecer en silencio Sintiendo y Meditando sobre la misma. 

Cada cuál descubrirá con el tiempo como llevar la Oración de la forma más conveniente e ira desarrollando sus propias Oraciones o Fórmulas. Cada cuál tendrá más afinidad con una deidad u otra. Y cada cuál elevará la Oración a su modo. Dejando de lado la utilidad cierta y el poder de la Oración, tenga presente el lector que sabiendo Orar correctamente el paso a la Magia Ritual le resultará natural. Que todo aspirante a Mago aprenda como dirigirse a su Dios.


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