La
Oración, que es probablemente el punto de contacto más visible entre la
Religión y la Magia, como fue dicho anteriormente es una forma medianamente
simple de Magia que produce resultados.
Todo
Mago debe tener fe, la Magia es cuestión de creer. En las operaciones de Magia
más potentes siempre se invocará alguna deidad, ser divino o demonio; el éxito
de un Mago está íntimamente relacionado con su fe y la oración es una forma de
manifestar o utilizar dicha fe. Quien crea que el más alto de los Sacerdotes
supera en fe al más alto de los Magos estará, sin duda, equivocado.
Los
mismos motivos que me alejaron de la Iglesia Católica años más tarde me
llevaron a volver al cristianismo, a renovar mi fe en el Cristo, en la
Santísima Trinidad y en los misterios cristianos. Claro está que nunca
retornaré a la Iglesia Católica (simples diferencias de opiniones) y que si un
Sacerdote leyera esto sería tildado inmediatamente de hereje. Seguramente en
ningún momento de mi vida abandoné totalmente mis antiguas creencias pero hoy
en día puedo disponer verdaderamente de ellas. A quien haya estado en un religión
durante mucho tiempo le resultará imposible abandonarla. Entonces, no es
cuestión de dejar aquello en lo que hemos creído durante mucho tiempo y
seguimos creyendo sino de reconciliarlo y buscar su verdadero significado y
sentido. La búsqueda de Dios (o la Divinidad) y la vivencia de Dios (o la
Divinidad) es tarea del Mago mientras esté en este mundo.
Aquellos
que son cristianos o han tenido una formación cristiana tienen elementos por
demás suficientes para emprender el camino (no conociendo a la perfección otras
religiones, no correré el riesgo de equivocarme pudiéndose extrapolar los
conceptos que daré). Probablemente el Dios Padre sea considerado un tanto
inaccesible. Tanto el Cristo como la Virgen María son figuras o deidades
extremadamente interesantes. El Espíritu Santo es un misterio que todo Mago
debe comprender, una fuerza actuante no solo de gran poder sino de gran
accesibilidad. El Ángel de la Guarda, en términos mágicos el Santo Ángel
Guardián, es considerado por la magia, en palabras simples y breves, como el Yo
Superior o Súper Yo.
El
Santo Ángel Guardián es de suma importancia para todo Mago. Gran parte de las
operaciones Mágicas pasan por él o son dirigidas hacia él, siendo que el
Conocimiento y Conversación del Santo Ángel Guardián es probablemente uno de
los logros más buscados e importantes. En su libro Magia en Teoría y Práctica,
Aleister Crowley dice al respecto:
“Hay
una definición principal del objeto de todo Ritual mágico. Es la unión del
Microcosmo con el Macrocosmo. El Ritual Supremo y Completo es por esto la
Invocación del Santo Ángel Guardián o, en el lenguaje del Misticismo, Unión con
Dios.”
Estas
palabras, de uno de los Magos más importantes que ha visto este mundo, han de
ser suficientes para que el lector forme una idea clara acerca de que es El
Santo Ángel Guardián y su relación con la Magia.
Con
respecto a las Deidades a las que se dirige la Oración, faltaría aclarar, que
no importa cuales sean estas deidades siempre y cuando guarden relación con el
objeto de la Oración. Algunos afirman, de hecho, que el acto Mágico en última
instancia siempre es realizado por el Mago; en lo personal no concuerdo
totalmente con esta teoría pero de todos modos no es algo que tenga gran
importancia.
Un
amigo mío, católico con una profunda convicción religiosa, me comentaba que las
personas no saben rezar, que creen que rezar es recitar tres Padres Nuestros y
un Ave María. Y tiene razón. Elevar una Oración va más lejos que recitar de
memoria, casi inconscientemente, un par de fórmulas.
Podría
dividirse el acto de Orar, con el fin de guardar cierta formalidad, en cuatro
partes. A saber: Relajación. Invocación al Dios (o los Poderes), Adoración o
Glorificación del mismo (o los mismos). Conversación o acción de Pedido.
Agradecimiento y Despedida.
La
Relajación implica distenderse tanto física como mentalmente. Es una etapa de
preparación donde debe quedar claro, además, como se desarrollará la Oración.
La
Invocación al Dios implica el uso de símbolos o frases formales para atraer la
presencia del mismo (una buena idea es citar atributos del Dios). Este es un
acto de Glorificación y de Adoración donde el Mago se compenetra con la deidad
por lo que todo lo que se diga aquí debe ser realmente sentido y tener un
especial énfasis y dramatismo. De suma importancia es Sentir nuestro entorno y
Visualizarlo todo.
La
Conversación o acción de Pedido es el punto en que el Mago, una vez que siente
la presencia del Dios invocado, declara el objeto del llamado y fórmula el
pedido siempre con una actitud de respeto y veneración.
El
Agradecimiento y Despedida es el proceso inverso a la invocación por lo que no
hay nada que aclarar. Una vez finalizada la Oración, el Mago, debe permanecer
en silencio Sintiendo y Meditando sobre la misma.
Cada
cuál descubrirá con el tiempo como llevar la Oración de la forma más
conveniente e ira desarrollando sus propias Oraciones o Fórmulas. Cada cuál
tendrá más afinidad con una deidad u otra. Y cada cuál elevará la Oración a su
modo. Dejando de lado la utilidad cierta y el poder de la Oración, tenga
presente el lector que sabiendo Orar correctamente el paso a la Magia Ritual le
resultará natural. Que todo aspirante a Mago aprenda como dirigirse a su Dios.
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