Bañarse o ducharse
todos los días no es realmente tan necesario como todos creemos. Incluso puede
ser dañino para la piel y sus aceites naturales. Ahora comprenderás por qué.
Siguiendo los pasos
de no lavarse el pelo tan seguido porque lo reseca, muchas personas están
tomando el siguiente paso lógico: si reducir el shampoo resulta en un
cabello más sano y más brilloso,
¿qué sucede si dejas de enjabonarte?
Muchísimas personas
se bañan todos los días y piensan que hay algo inherentemente malo y dañino en
no hacerlo. Es asumido que las personas que no se bañan regularmente huelen mal
o están grasosas y quizás hasta se ven físicamente sucias. Lo cierto es que
ello no es verdad.
Considerando que
sólo han pasado aproximadamente cien años desde la gente empezó a bañarse más
de una vez por semana (los baños de los sábados por la noche eran la norma para
muchos en Norteamérica), bañarse diariamente no es objetivamente más sano o
mejor; de hecho, una de las principales razones por la que la gente deja de
bañarse tan seguido es por razones de salud de la piel, no flojera. Y en cuanto
a estar físicamente sucios, aquellos que no trabajan con la tierra o en un
taller mecánico permanecen bastante limpios a lo largo del día.
Las personas con
problemas de piel como eczema, alergias o simple resequedad pueden beneficiarse
mucho de reducir su uso de regaderas. Los aceites naturales de la piel que
lubrican y protegen los tejidos se van con el jabón y con las esponjas de baño.
Sin esos aceites, la piel es más vulnerable a la bacteria y a los virus, y
también puede sentirse muy seca e incómoda. Ya que la piel quiere conservar la
piel sana, el lavado constante puede incluso estimular al cuerpo a
sobre-producir estos aceites, y esto lleva a un círculo vicioso de lavado y
producción de aceites. Muchas personas han encontrado que, después de un
periodo de ajuste de dejar de lavar su cabello y su cuerpo tan seguido, el
cuerpo naturalmente reduce la cantidad de aceite que produce y requieren menos
lavado.
Todo depende, por
supuesto, de qué tanta actividad física hagas, qué tan sano estés y qué hagas
para vivir. Pero lo más importante es saber que la piel sí agradece que no le
quitemos sus recursos naturales para estar sana y protegida. Esto no quiere
decir que no nos lavemos ciertas partes del cuerpo como las axilas o los
genitales, o que no podamos tomar baños de pura agua, que son inmensamente
revitalizantes. Pero el uso excesivo del jabón, al igual que uso excesivo del
champú, es en detrimento de la salud del cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario