El siguiente es un Resumen de las Nueve Revelaciones de James
Redfield. Al final del post encontraréis el enlace a la Película completa
y mayor información.
PRIMERA REVELACIÓN
La Primera Revelación es la revelación del despertar. Miramos en derredor
y nos damos cuenta de que están pasando más cosas en nuestras vidas de las que
pensábamos. Más allá de las rutinas y los desafíos de todos los días podemos
detectar la misteriosa influencia de lo divino: "coincidencias
significativas" que parecen enviarnos mensajes y llevarnos en una
dirección especial. Al principio, vamos tan apurados que apenas las vemos, ni
les prestamos atención siquiera. Pero a la larga empezamos a disminuir la velocidad
y a observar esos hechos más detenidamente. Abiertos y alertas, somos más
capaces de detectar el siguiente hecho sincrónico. Las coincidencias parecen
entrecruzarse y fluir, unas veces precipitándose en una rápida sucesión, otras
dejándonos en medio de la calma. De todos modos, sabemos que hemos descubierto
el proceso del alma que guía nuestras vidas. Las siguientes Revelaciones
esclarecen cómo aumentar la frecuencia de esta misteriosa sincronicidad y
descubrir el destino último hacia el cual somos conducidos.
SEGUNDA REVELACIÓN
La Segunda Revelación es la conciencia de que nuestra percepción de las
misteriosas coincidencias de la vida constituye un hecho histórico
significativo. Después del colapso de la cosmovisión medieval, perdimos la
seguridad derivada de la explicación del universo que daba la iglesia. Por lo
tanto, hace quinientos años decidimos colectivamente concentrarnos en el
dominio de la naturaleza, en la utilización de nuestras ciencia y tecnología
para establecernos en el mundo. Empezamos a crear una seguridad secular para
reemplazar la espiritual que habíamos perdido. Para sentirnos más seguros,
descartamos y negamos sistemáticamente los aspectos misteriosos de la vida en
el planeta. Elaboramos la ilusión de que vivíamos en un universo que era
totalmente explicable y predecible y en el cual los hechos fortuitos no tenían
significado alguno. Para mantener la ilusión, tendimos a negar cualquier
evidencia de lo contrario, a limitar la investigación científica de los hechos
paranormales y a adoptar una actitud de escepticismo absoluto. Explorar las
dimensiones místicas de la vida pasó a ser casi un tabú.
Sin embargo, gradualmente, se produjo un despertar. Nuestro despertar es
nada menos que la liberación de la preocupación secular de la edad moderna y la
apertura de nuestras mentes a una cosmovisión nueva y más verdadera.
TERCERA REVELACIÓN
La Tercera Revelación describe nuestra nueva visión del universo como
energía dinámica. Al mirar el mundo que nos rodea, ya no podemos pensar que
todo está compuesto de sustancia material. A partir de los numerosos hallazgos
de la física moderna y la creciente síntesis con la sabiduría de Oriente,
llegamos a conocer al universo como un inmenso campo de energía, un mundo
cuántico en el cual todos los fenómenos están ínter conectados y
sensibilizados. En base a la sabiduría del pensamiento oriental, sabemos que
nosotros mismos tenemos acceso a esa energía universal. Podemos proyectarla
hacia afuera con nuestros pensamientos e intenciones, influyendo sobre nuestra
realidad y la realidad de otros.
CUARTA REVELACIÓN
La Cuarta Revelación es la conciencia de que los seres humanos a menudo
se apartaron de su conexión interna con la energía mística. Consecuentemente,
tendimos a sentirnos débiles e inseguros, y muchas veces intentamos
estructurarnos asegurándonos la energía de otros seres humanos. Lo hacemos
tratando de manipular o dominar la atención del otro. Si podemos forzar la
atención de otro, sentimos un impulso de la energía ajena que nos hace más fuertes
a nosotros pero que deja a la otra persona debilitada. Con frecuencia, los
otros se resisten a esta usurpación de fuerza, creando una lucha de poder.
Todos los conflictos en el mundo derivan de esta batalla por la energía humana.
QUINTA REVELACIÓN
La Quinta Revelación es la experiencia de la conexión interior con la
energía divina. Al explorar y buscar nuestra divinidad interior, podemos
contactarnos personalmente con un tipo de experiencia llamada mística. En
nuestra búsqueda de este estado alterado, hacemos la distinción entre la
descripción intelectual de esta conciencia y la conciencia en sí. En este
sentido, aplicamos ciertos parámetros vivenciales que nos indican si estamos en
conexión con la energía universal. Por ejemplo: ¿experimentamos levedad
corporal? ¿Sentimos luz en nuestros pies? ¿Creemos flotar? ¿Hay una
intensificación en nuestra percepción de los colores, olores, sabores, sonidos
y en el sentido de la belleza? ¿Experimentamos un sentimiento de unidad, de
seguridad total? Y sobre todo, ¿experimentamos el estado de conciencia llamado
amor? No hacia alguien o algo, sino como sensación de fondo constante en
nuestra vida. Ya no queremos hablar solamente de la conciencia mística. Tenemos
el valor de aplicar estos parámetros para buscar esta conexión con lo divino.
Esta conexión con la energía total es la que resuelve todo conflicto. Ya no
necesitamos energía de los demás.
SEXTA REVELACIÓN
La Sexta Revelación es la conciencia de que perdemos nuestra conexión interior
con la energía divina. A menudo, vemos que en esas ocasiones recurrimos a
nuestra forma personal (e inconsciente) de manipular a los demás para quitarles
energía. Estas manipulaciones son generalmente pasivas o agresivas. La mayoría
de las pasivas pueden resumirse en la actitud de la víctima o el Pobre de Mí:
siempre califica los hechos de negativos, pide ayuda a los demás, describe los
hechos de tal manera que los demás se sienten culpables (y así los fuerza a
prestarle atención y darle energía).
Menos pasiva es la estrategia indiferente o Distante: responde las
preguntas en forma vaga, nunca se compromete con nada, hace que los demás estén
pendientes tratando de entender. Cuando los demás están pendientes de nosotros,
tratando de ver qué nos pasa, atraemos su atención y por ende su energía.
Más agresivo que estos dos es el método del crítico o Interrogador: trata
de encontrar algo malo en lo que los demás hacen, inspecciona constantemente.
Si los pescamos en lo que consideramos un error, los ponemos incómodos,
excesivamente prudentes, preocupados por lo que podemos pensar. Nos miran por
el rabillo del ojo y así nos prestan atención y nos dan energía. El estilo del
Intimidador es más agresivo: parece descontrolado, explosivo, peligroso y
beligerante. Otros nos observan de cerca y así recibimos su energía.
Como tendemos a repetir estas manipulaciones con todos los que
encontramos, y a estructurar los hechos de la vida en torno de estos patrones,
pueden entenderse como "dramas de control", esquemas repetidos que
provocan las mismas situaciones una y otra vez. De todos modos, una vez que
traemos nuestros dramas de control a nivel de la conciencia, empezamos a
reconocer cada vez que recurrimos a ellos y así permanecemos más conectados con
la energía interior. Un análisis de nuestra infancia temprana puede revelar
cómo evolucionaron nuestros dramas de control y una vez superado esto,
descubrir motivaciones más profundas en cuanto al hecho de pertenecer a
determinada familia. De las fuerzas de nuestros padres y de los aspectos
particulares del desarrollo que ellos no completaron podemos inferir el
interrogante de nuestra vida y nuestra tarea o "misión" en el mundo.
SÉPTIMA REVELACIÓN
La Séptima Revelación es la conciencia de que las coincidencias nos han
conducido todo el tiempo al cumplimiento de nuestras misiones y a la búsqueda
de nuestros interrogantes vitales. No obstante, día a día, crecemos
comprendiendo y siguiendo los interrogantes más pequeños derivados de nuestras
metas más amplias. Una vez que formulamos bien las preguntas, las respuestas
siempre aparecen a través de oportunidades misteriosas. Cada sincronicidad,
independientemente del crecimiento que pueda significar para nosotros, nos deja
otro interrogante primordial, de modo que nuestras vidas siguen un proceso de
pregunta, respuesta, nueva pregunta a medida que vamos evolucionando en
nuestros caminos espirituales. Las respuestas sincronizadas nos llegan de
muchas fuentes: sueños, ensueños y ensoñaciones, pensamientos intuitivos y, en
la mayoría de los casos, otras personas que sienten la inspiración de traernos
un mensaje.
OCTAVA REVELACIÓN
La Octava Revelación es la conciencia de que la mayor parte de la
sincronicidad se produce a través de mensajes que nos llegan por otras personas
y que una nueva ética espiritual hacia los demás aumenta dicha sincronicidad.
Si no competimos con los demás energéticamente y nos mantenemos conectados con
la energía mística interior podemos elevar a los demás con nuestra propia
energía, concentrándonos en la belleza de cada cara y viendo el genio superior
de otra persona. La energía que damos cuando hablamos con el yo superior eleva
a la otra persona a una mayor conciencia de quién es, qué hace y aumenta asila
posibilidad de que pueda transmitirse un mensaje sincrónico. La elevación de
los demás es particularmente importante cuando se interactúa dentro de un
grupo, donde toda la energía del grupo puede entrar en quienquiera que se vea
movido intuitivamente a hablar. También es importante usar esta ética cuando
cuidamos a los chicos o interactuamos con ellos. Para elevar a los niños,
debemos hablar a la sabiduría de su yo superior y tratarlos con integridad. En
las relaciones románticas, debemos cuidar que la conexión de amor eufórico no
reemplace nuestra conexión con la energía mística interior. Esta euforia de
amor siempre degenera en una lucha de poder cuando las dos personas se vuelven
mutuamente adictas para obtener energía.
NOVENA REVELACIÓN
La Novena Revelación es la conciencia de cómo continuará la evolución
cuando vivamos las otras ocho Revelaciones. Al aumentar la sincronicidad, nos
elevamos a niveles cada vez más altos de vibración energética. Además, al ser
llevados hacia nuestras verdaderas misiones, cambiaremos de profesiones o
vocaciones o inventaremos nuestra propia empresa para trabajar en el campo que
más nos inspire. Para muchos, este trabajo será automatizar la producción de
los bienes y servicios básicos: los alimentos (fuera de los cultivados
personalmente), el techo, la vestimenta, los medios de viaje, el acceso a los
medios de comunicación, el ocio. Esta automatización se impondrá porque el
trabajo de vida de muchos de nosotros ya no estará concentrado en esas
industrias. No se abusará del acceso a estos bienes porque todos seguiremos
nuestro camino de crecimiento en forma sincronizada y consumiremos sólo cuando
sea necesario.
La práctica del diezmo, dando a quienes nos procuran percepción
espiritual, complementará los ingresos y nos liberará de las estructuras
laborales rígidas. Finalmente, la necesidad de una moneda desaparecerá por
completo cuando las fuentes libres de energía y los bienes duraderos permitan
la automatización total. Con el avance de la evolución, el crecimiento
sincrónico elevará nuestras vibraciones hasta el momento en que atravesaremos
la dimensión de la vida ultramundana, fusionaremos esa dimensión con la nuestra
y terminaremos el ciclo de nacimiento/muerte.
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Libros:
Las nueve revelaciones La novena revelación
La décima revelación La undécima revelación
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