Canalización de un Guía de la más Alta Dimensión, por Noor Canal Espiritual. 17marzo2014.
Bienvenidos,
mis queridos maestros.
Casi todas
las relaciones tienen un propósito. Un propósito pactado con anterioridad; un
propósito quizás solo para avanzar un pequeño paso; un propósito que también
puede permitir varios años de evolución, aunque no siempre es necesario que
tenga un propósito en concreto.
A veces,
simplemente las personas se topan unas con otras para que sus campos
energéticos se toquen, entren en contacto, y entre ellos, a nivel de alma,
pueda surgir el amor, pero no el amor de pareja, sino el amor entre seres
vivos. Esa atracción no tiene por qué ser o formar parte de un aprendizaje. Las
almas, al igual que las personas, deambulan por los campos energéticos; se
forman grupos de almas que normalmente permanecen unidas por mucho, mucho
tiempo. No todas las almas están predestinadas a encontrarse en algún momento,
pero ello no significa que no puedan cruzarse en una calle y eso no tendría un
propósito en sí. Simplemente, los campos energéticos se mezclarían durante unos
segundos, probablemente haya un intercambio en ese instante; puede haber un
intercambio de cualquier índole, que forme más tarde parte o no de un
aprendizaje, estará por ver.
Los niños,
por ejemplo, son muy propensos a unirse, jugar y luego separarse y olvidarse
simplemente, porque ellos viven en el presente. ¿Eso ha formado parte de un
aprendizaje? Puede ser, pero no es necesariamente así siempre. Esos niños
jugando en la playa, en la arena durante unos minutos, simplemente han sentido
la felicidad. Ellos no necesitan aprender lo que es la felicidad porque viven
en ella, nacen con ella. Desgraciadamente, cuando se van haciendo mayores poco
a poco se van olvidando y entonces forman parte del grupo de adultos que piensa
o cree que la felicidad es algo que les ha sido negado.
Muy poca
gente realmente se siente feliz; son felicidades efímeras, de unos minutos, de
unos segundos incluso, solo los niños pueden vivir en ple a felicidad las
veinticuatro horas del día. Por ello podemos decir que no siempre todas las
relaciones humanas forman parte de un aprendizaje en concreto. Fijaos que la
vida no es siempre lección tras lección. La vida te ofrece cosas que puedes
disfrutarlas simplemente; disfrutar, conseguir esa felicidad y nada más. No es
un aprendizaje porque el alma humana ya ha nacido feliz; ha nacido feliz y se
mantiene feliz. Es el humano, la personalidad la que dictamina que la felicidad
es difícil de conseguir, que es imposible, que está lejos, que está en ese
futuro imaginario. Pero en realidad no es así.
Centraos
en ese presente; centraos en vuestro presente y disfrutad solo de las cosas
simples que la vida os ofrece. Un cielo azul una nube blanca, una caricia del
aire, un buenos días del vecino con una sonrisa; eso puede convertirse en
felicidad. Es tan simple. Cuando uno busca o se da cuenta de que esa felicidad
está en esas pequeñas cosas, poco a poco y a medida que avanza el tiempo, esa
felicidad abarcará zonas mucho más amplias de la vida de las personas. Primero
puede ser un simple caramelo, luego puede ser un viaje a una ciudad cercana, en
otro momento puede ser una reunión de viejos amigos… Cada vez más grande, cada
vez más duradera.
La
felicidad no hay que buscarla; la felicidad reside ya dentro de cada uno de
vosotros. Simplemente hay que ponerla en marcha. Es como un motor; si uno no
pisa el acelerador, el coche no funciona, no avanza aunque el motor esté en
marcha. De esta forma, la felicidad es como un motor dentro de cada uno de
vosotros. Está en marcha pero hay que acelerarla, hay que disfrutarla. La
aceleración que tendríamos de un coche, es el disfrute de cada segundo de
vuestra vida convertido en felicidad.
Bendiciones
para todos vosotros. Que la Luz os ilumine. Hasta pronto.
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