Vamos a hacer una prueba. Si nos quedáramos unos minutos en silencio, cerráramos los ojos e intentáramos ser conscientes de los pensamientos que aparecieran en nuestra mente, nos daríamos cuenta de lo que pasa en nuestra cabeza durante todo el día.
Es como
tener dentro un radio o un televisor encendido emitiendo prácticamente el mismo
programa cada día, porque tenemos casi el mismo patrón de pensamientos un día
tras otro. Sin embargo cuando dejamos de darle vueltas a los pensamientos y
analizarlos buscando resolverlos y probamos en su lugar simplemente a
observarlos…ellos mismos se van y nos llevan a grandes momentos de
entendimiento.
Por ello,
para cultivar este ambiente interno de conocimento y crecimiento personal, aquí
te dejo algunas razones o explicaciones de por qué nos hace falta caminar por
esta senda del silencio. Porque de nada sirve llenarnos la boca al hablar de
grandes valores personales (p.ej. el silencio) si uno mismo no encuentra el
motivo y el impulso personal, interno y sincero para ponerlo por obra.
1. Habla siempre… Siempre y cuando sea
necesario. Y siempre piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca. Sé breve
y preciso ya que cada vez que dejes salir una palabra dejas salir al mismo
tiempo una parte de tu Chi (energía). De esta manera aprenderás a desarrollar
el arte de hablar sin perder energía. Por eso nunca hagas promesas que no
puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que
proyectan imágenes negativas, porque se producirá alrededor de ti todo lo que
has fabricado con tus palabras cargadas de Chi (energía).
2. Si no tienes nada bueno, verdadero y útil
que decir, es mejor quedarse callado y no decir nada. Aprende a ser como un
espejo: escucha y refleja la energía. El Universo mismo es el mejor ejemplo de
un espejo que la Naturaleza nos ha dado, porque el Universo acepta sin
intereses nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras,
nuestras acciones, y nos envía de vuelta el reflejo de nuestra energía bajo la
forma de las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra vida.
3. Quédate en silencio, cultiva tu propio ser
interno. Tu silencio interior te permite ser impasible. Haz regularmente un
ayuno de la palabra para reeducar a tu ego, que tiene la costumbre de hablar
todo el tiempo. Practica el arte de no hablar. Elige un día a la semana para
abstenerte de hablar, o al menos unas horas al día, según lo permita tu
organización personal. Es un ejercicio excelente para conocer y aprender el
universo ilimitado del Tao, en lugar de tratar de explicarlo con palabras.
Progresivamente desarrollarás el arte de hablar sin hablar y tu verdadera
naturaleza interna reemplazará a tu personalidad artificial, dejando aparecer
la luz de tu corazón y el poder de la sabiduría del silencio. Gracias a esta
fuerza atraerás hacia ti todo lo que necesitas para realizarte y liberarte
completamente. Pero hay que tener cuidado de que el ego no se inmiscuya. El
poder permanece cuando el ego se queda tranquilo y en silencio. Si el ego se
impone y abusa de este poder, el mismo poder se convertirá en un veneno y todo
tu ser se envenenará rápidamente, perdiendo la paz.
4. Sé discreto, preserva tu vida íntima, de
esta manera te liberas de las opiniones de los otros y llevaras una vida
tranquila, volviéndote invisible, misterioso, indefinible, insondable, como el
Tao.
5. Tómate un momento de silencio interno para
considerar todo lo que representa y conlleva cada decisión importante que
tomes. Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría.
6. Si hay algo que realmente no sabes o no
tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo. El hecho de no
saber es muy incómodo para el ego, porque le gusta saber de todo, tener siempre
razón y siempre dar su opinión personal. En realidad el ego no sabe nada,
simplemente hace creer que sabe.
7. No te comprometas fácilmente. Si actúas de
manera precipitada, sin tomar conciencia en profundidad de la situación, te vas
a crear complicaciones. La gente no tiene confianza en aquellos que dicen “sí”
muy fácilmente, porque saben que ese “sí” no es sólido y le falta valor.
8. Si te identificas con el éxito, tendrás
éxito. Si te identificas con el fracaso, tendrás fracaso. Teniendo esto en
cuenta, podrás observar que las circunstancias que vivimos son simplemente
manifestaciones externas del contenido de nuestra mentalidad interior. Pero
tampoco te des mucha importancia y sé humilde, pues cuanto te muestres
superior, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia
imagen y vives en un mundo de tensiones e ilusiones.
9. Evita el hecho de juzgar y criticar, el Tao
es imparcial y sin juicios, no critica a la gente, tiene una compasión infinita
y no conoce la dualidad. Cada vez que juzgas a alguien lo único que haces es
expresar tu opinión muy personal y es una pérdida de energía, es puro ruido.
Juzgar es una manera de esconder las debilidades. El sabio tolera todo y no
dirá ni una sola palabra. Recuerda que todo lo que te molesta de los otros es
una proyección de todo lo que no has resuelto en ti mismo. Sé más bien como el
Universo, escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin
prejuicios, porque siendo como un espejo sin emociones, aprendemos a hablar de
otra manera, con el poder mental tranquilo y en silencio, sin darle oportunidad
de imponerse con sus opiniones personales y evitando que tenga reacciones
emocionales excesivas, simplemente permitiendo una comunicación sincera y
fluida.
10. Deja que cada quien resuelva sus problemas y concentra tu energía en tu propia vida. Ocúpate de ti mismo en lugar de estar siempre defendiéndote. Cuando tratas de defenderte en realidad estás dándole demasiada importancia las palabras de los otros y le das más fuerza a su agresión. Si aceptas el no defenderte estás demostrando que las palabras de los demás no te afectan, que son simplemente opiniones y que no necesitas convencer a los otros para ser feliz. Conviértete en tu propio maestro y deja a los demás ser lo que son o lo que tienen la capacidad de ser. Dicho en otras palabras, vive siguiendo la vida sagrada del Tao. Respeta la vida de los demás y de todo lo que existe en el mundo. No trates de forzar, manipular y controlar a los otros.
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