No existe nada
afuera, solo existen pensamientos en mi mente; esta frase viene del
Ho’oponopono. Un curso de Milagros también dice que no hay nada afuera de
nosotros. Espero que os agrade.
¿Cómo entendemos
esto? Sé que resulta algo complicado, me extenderé más allá de los sentidos
físicos.
La ilusión nos
muestra que estamos separados, pero en realidad lo que sucede es que si te
ataco, me estoy atacando, si te perdono, me estoy perdonando. Si no estoy
pensando pacíficamente en ti, tampoco estoy pensando pacíficamente en mí.
Cuando oigo noticias
en la televisión o algún amigo o conocido me cuenta algún suceso ocurrido de
esos que crean en mí, impotencia, malestar, enseguida quiero hacer algo para
cambiar el mundo. Me nace un sentimiento de incapacidad y rabia y solo se calma
cuando recuerdo que el mundo que percibo no es real, está en mí.
Me olvido
completamente de que el mundo que percibo, está en mi mente, y que esa
sensación de rabia e impotencia es mía, nace desde mi interior. Es fácil
atribuirla a algo exterior, pero aquello que llega a mis oídos es porque hay
algo en mí que cree en eso y lo atraigo o lo estoy creando. Por lo tanto
aparece quién me lo cuente.
Si no fuera una creencia
mía, nada entraría en mí que me alterara. Mi mundo soy yo.
Todo el tiempo sin
darme cuenta estoy reflejando mis creencias en el mundo y deseando que el mundo
cambie a mi antojo, que cambie de la manera que yo considero sería mejor. Que
el mundo sea un mejor lugar para todos, que nadie sufra de escasez, que la gente
sea feliz y lo demuestre y que todos vivamos en paz.
De una manera u otra
el universo se encarga de mostrarme mis creencias reflejadas en la pantalla de
mi vida. No tengo que entender como sucede esto ya que la mente
consciente no tiene la capacidad de entender prácticamente nada, no fue
diseñada para ello. Apenas capta menos del 1% de aquello que realmente sucede.
Esa misma necesidad
de cambio es aquello que yo estoy reflejando y experimentando; más necesidad de
cambio.
Veo en mi mundo a
otros que también quieren cambiarlo ¿Por qué el mundo no cambia si tantos
queremos el bien para nuestro mundo?
Entonces me pregunto,
¿Qué estoy creando? Y es cuando me doy cuenta que lo que estoy
expandiendo es mi necesidad de que algo cambie. Estoy enfocada en la
resistencia a algo y no en la aceptación, la paz y la tranquilidad en mí.
Por lo tanto estoy creando más deseos de cambio, más frustración y más quejas
acerca de mi realidad, estoy creando más de aquello que quiero cambiar.
Mi consciencia está
haciendo lo contrario a lo que deseo, porque el deseo es lo que se está
expandiendo y no el resultado. Expando la necesidad de cambiar
algo. Y no hay manera de cambiar aquello que no existe.
El mundo está en mi
mente, el mundo no es real. Nada existe allá afuera. El mundo que veo es el
retrato de mi manera de pensar.
El mundo es la
pantalla donde todas nuestras creencias se hacen realidad. Pero no existe, no
es real, es tan solo un holograma de mi estado mental.
Es extraño esto y a
mí me resulta difícil este entendimiento, pero todo es una ilusión, yo soy la
creadora de lo que experimento. No existe nada allá afuera, solo son
pensamientos en mi mente.
Nada que haga desde
el afuera para solucionar el mundo puede funcionar porque él es tan solo mi
proyección y las proyecciones no pueden cambiar, las proyecciones son
ilusiones, no son reales, no existen.
No hay nada que hacer
para que el mundo cambie. Pero si recuerdo quién realmente soy y si logro salir
del velo que cubre mi visión, allí es cuándo podré ver un mundo perfecto como
en realidad es y ver a mis hermanos en su esencia y tal como realmente son. Mis
hermanos no están separados, todos ellos son parte de mí.
El mundo no
puede cambiar, el cambio está en mi percepción. Al usar los sentidos
internos es más fácil oír la voz de Dios, ver desde el corazón y hablar a
través del amor.
Solo cuando volvamos
a recordar nuestra esencia y sentirla es cuando veremos un mundo de amor porque
lo que se reflejará de nosotros es eso, amor. Nada que no sea amor, es
real.
No necesitamos
cambiar nada, porque ya somos perfectos, solo tenemos que salir del miedo para
ver el mundo desde el amor.
Mientras siga viendo
un mundo de violencia, de injusticias, de desamor, eso es en lo que me estoy
enfocando y no estoy siendo pura de corazón, estoy viendo a través de mis
memorias y mi programación.
La realidad que
vivimos es parecida a una pantalla de cine, si queremos cambiar la película
tenemos que cambiar lo que está en el proyector. Lo que estamos proyectando
está hecho de ondas vibratorias y lo que hacemos es sintonizar con nuestros
sentidos a esa realidad. Es como una radio, todas las emisoras están
sonando al mismo tiempo, yo escojo con cual voy a sintonizar.
Toda la realidad
exterior que percibimos, en realidad, es tan solo una construcción mental.
Nosotros creamos nuestra versión del mundo tal como lo vemos, incluyendo a
quienes pareciera que compartieran este mundo con nosotros.
La versión que recibimos
de la realidad es aquella que nosotros creamos. Tu eres el único que está allí
en tu mundo, nadie de los que están allí son reales. Ellos en realidad están en
su mundo cada quien, tal vez con una versión tuya en su realidad. Todas las
personas de mi mundo son hologramas. Estamos en este universo, hacemos parte de
él y lo más importante es que todo el universo está dentro de nosotros.
Si quiero cambiar el
mundo comienzo por mí, comienzo a irradiar luz e información.
Como tú no eres
realmente como yo te imagino, tú eres mi otro yo, espero haberlo comprendido….
Pero sobre todo,
desde mi corazón te digo…
Te amo.
En este ENLACE a mi Biblioteca personal encontrarás varios libros sobre la técnica Ho'oponopono que estoy segura te interesarán.
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