Esta
invocación ha llegado hasta nosotros desde "el Otro Lado". Al
utilizarla, se debe tomar un vaso de agua, puede ser medio o uno pequeño, eso
no importa ya que es la intención lo que de verdad vale.
Me tomo esta Agua de la Vida y
La declaro Agua de la Luz.
A medida que se vuelve una con mi cuerpo,
Le permite a mi cuerpo brillar.
Me tomo esta Agua de la Luz.
La declaro el Agua de Dios.
Soy un Maestro en todo aquello que soy. Amén.
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