Si
sientes que la balanza refleja tus esfuerzos para adelgazar y estás segura de
que “has hecho bien los deberes”, entonces puede que haya otra razón saboteando
tus planes.
La
genética. Si bien no es trata de culpar a tu ADN ni te desentiendas del asunto,
es cierto que la obesidad tiende a ser hereditaria, así como también los sitios
del cuerpo donde almacenamos la grasa, indica el Instituto Nacional de Corazón,
Pulmón y Sangre de EEUU (NHLBI, por sus siglas en inglés).
Medicamentos.
Antidepresivos, corticoides y ansiolíticos, entre otros, pueden hacerte
aumentar de peso, advierte la Clínica Mayo.
Si
tomas este tipo de medicamentos, consulta con tu médico cuál es el riesgo.
La
edad. Con los años, comienzan los cambios hormonales (especialmente en la
menopausia), la vida se hace menos activa y la masa muscular tiende a
disminuir, volviendo más lento al metabolismo. Y aunque sigamos comiendo lo
mismo, aumentamos de peso, señala la institución médica.
La
falta de sueño. Se dice que “a menos sueño, más peso” y es cierto: la falta de
descanso podría provocar cambios en las hormonas que regulan el apetito,
haciéndote más proclive a tener atracones de carbohidratos.
Afecciones
o problemas de salud
El
sobrepeso también podría ser el síntoma de alguna enfermedad. Consulta con tu
médico para checar que no estés padeciendo alguna de estas condiciones
reseñadas por el NHLBI.
Hipotiroidismo:
no produces suficiente hormona tiroidea por lo que tu metabolismo se vuelve más
lento, esto podría hacerte subir de peso y provocarte cansancio y debilidad.
Síndrome
de Cushing: las glándulas suprarrenales producen demasiado cortisol, la
“hormona del estrés”. Quienes la padecen tienen el rostro redondeado y grasa
alrededor del cuello, mientras que sus brazos y piernas son delgados.
Ovario
poliquístico: afecta entre el 5 y el 10 % de las mujeres en edad fértil, que
suelen ser obesas, con mucho vello corporal y problemas reproductivos. El
problema es causado por una elevada cantidad de hormonas andróginas.
Si
has descubierto que tienes alguna de estas enfermedades, no te desalientes. Son
tratables y el impacto será menor si combinas una dieta saludable y haces
ejercicio. Recuerda visitar a tu médico para detectar estas condiciones, y no
introduzcas cambios en tu alimentación o tu rutina de ejercicios sin
consultarlo antes con él.
Fuente:.mujer.yahoo
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