El
Ángel de la Guarda es el Ser de Luz más más cercano a los humanos y aquel al que se puede y se
debe recurrir. Espero que os agrade.
Desean
anhelantemente que les pidamos su apoyo. Su poder es enorme, pero no se debe
caer en el error de adorarlos porque ese poder emana de Dios ante quien
interceden.
Aún los
personajes más detestables tienen un ángel de la guarda, pero éste nada puede hacer
para humanizarlos porque no pueden Interferir jamás en el libre albedrío, en la
libertad de elección que se el hombre tiene.
La
significación protectora de estos ángeles se exaltó en el arte gótico de los
siglos XIII al XVI a diferencia del románico que sólo había acentuado su
carácter supraterrenal.
En el
siglo XIX retomó gran auge la creencia en los ángeles de la guarda,
especialmente en lo referente a los niños, basados en las palabras de
Jesucristo en las que daba por hecho que estos seres celestes custodiaban a la
infancia: «Mirad que no despreciéis a uno de esos pequeños, porque en verdad os
digo que sus ángeles ven de continuo la faz de mi Padre, que está en los
Cielos».
Se
considera al Arcángel San Rafael como el jefe de los ángeles custodios y santo
guardián de la humanidad debido a lo escrito enla Biblia y del libro apócrifo
de Henok, por haber desempeñado un papel importante en la historia de Tobías
como enemigo del espíritu maligno.
Creando un espacio sagrado
Supongamos
que ya posees un buen nivel vibracional y ahora quieres crear un espacio
especial donde contactar con tu ángel, llevar a cabo rituales angélicos y
sentarte para absorber la paz cuando te sientas ansiosa o triste.
Algunas
personas usan una habitación libre y otras adaptan un cobertizo de jardín, pero
no necesitas una habitación entera. Si todo de lo que dispones es de una
pequeña superficie plana - como una mesa en tu dormitorio - aún puedes crear un
espacio sagrado. No es egoísta querer crear un centro de santidad dentro de tu
casa; después de unas semanas de tener un área sagrada en Si puedes, incluye
una cama o sofá en el que relajarte cuando estás llevando a cabo meditación
angélica o recibiendo curación de un ángel. Los cojines grandes son ideales.
Para cercar el área y mantenerla separada del mundo diario, puedes colgar unas
cortinas flotantes - que puedes comprar muy baratas en las tiendas étnicas y
on-line.
El área
debe incluir una superficie plana, en la que colocarás lo siguiente:
Una
tela blanca o plateada.
Cuatro
pequeños ángeles de cristal, para representar las cuatro direcciones. Puedes
comprar a buen precio pequeños ángeles de cristal que venden como colgantes, y
están disponibles en diferentes cristales. Los colores tradicionales son: verde
o marrón para el norte; amarillo o gris para el este; rojo, naranja o
transparente para el sur; y azul o plateado (como piedra de luna) para el
oeste. Si lo prefieres, puedes usar un ángel de cristal trasparente para cada
dirección.
En el
centro de los cuatro ángeles, coloca un plato plano del tipo que quieras. Es
para poner los cristales u otros elementos - como un anillo o un colgante - a
los que quieres que los ángeles otorguen poder. El vidrio se usa normalmente en
los altares angélicos para sostener elementos.
En el
norte, a la izquierda de tu ángel, coloca un plato pequeño de pétalos fragantes
secos o popurrí. Puedes secar tus propios pétalos de un ramo de tus flores
preferidas, y guardarlos en una jarra oscura tapada. Esto representa al
elemento Tierra y a los ángeles de la Tierra.
En el
este del altar, coloca un quemador de incienso de cerámica y una provisión de
barritas de incienso floral en una jarra. Esto representa al elemento Aire y a
los ángeles del Aire. Para saber qué fragancias son apropiadas consulta el
recuadro.
En el
sur, coloca una vela, a ser posible de cera de abeja, ya que las abejas con las
mensajeras asociadas con la Virgen María y con su madre Santa Ana, a menudo
consideradas como la madre y la abuela de los ángeles. También puedes usar
velas perfumadas en tonos suaves. Representa al elemento Fuego y a los ángeles
del Fuego.
En el
sur, coloca un vaso de agua mineral con gas. Si lo deseas, añade una gota o dos
de tu fragancia favorita. Esto representa al elemento Agua y a los ángeles del
Agua.
Puedes
añadir pequeños candelabros de cristal y otros elementos similares a tu altar.
Ahora ya has creado un lugar perfecto para comunicarte con tus ángeles.
Es el
momento de invocar al Ángel dela Guarda mediante la oración: A
continuación las oraciones tradicionalmente utilizada para tal finalidad.
Oración al ángel de la guarda
(Adultos)
Santo ángel, mi guía celestial, a quien tantas
veces he entristecido con mis pecados. No me abandones. Te lo ruego.
En medio de los peligros, no me retires tu apoyo.
No me pierdas de vista ni un solo instante, sino que tus amables inspiraciones
dirijan y fortifiquen mi alma, reanimen mi corazón desfallecido y casi apagado,
porque está sin amor: comunícale alguna chispa de las llamas suaves y puras que
te abrazan, a fin de que cuando llegue extermino de esta vida, pueda en tu
compañía y en la de todos los ángeles, obtener la vida eterna y ver sin cesar a
Jesús, amarlo, alabarlo y bendecirlo. Amén.
Oración infantil (Niños)
Ángel de la guarda, dulce compañía, no me
desampares, ni de noche, ni de día, hasta que descanse en los brazos de Jesús,
José y María.
Oración de luz para los niños
Divinos ángeles de luz, encomiendo a ustedes al
hijo de mis entrañas para que lo protejan de todo mal, de todo peligro, de toda
tribulación.
Que persona alguna atente contra su seguridad,
que esté protegido de toda pesadilla o sueños perturbadores.
Que crezca sano, fuerte y con la mente clara. Que
cada día los que le rodeamos le demostremos cuánto lo amamos. Vigilen sus días,
sus noches y sus años con la bendición del Creador. Así sea por nosotros mismos
divinos ángeles de luz. Que en momentos de confusión mi mente encuentre la
calma.
Que nunca me sienta solo (a) en el centro de mi
mundo, sino abrazado por el calor del cosmos. Que mi confusión no me lleve a
cometer los mismos errores. Que la ira no me lleve a lastimarme a mí mismo y a
lastimar a los que me rodean. Que busque la felicidad no como una meta, sino
como una realidad cotidiana, hasta en las cosas más simples. Que encuentre mi
luz interior y una vez ante ella, la vea claramente y la reciba como parte
digna de mi humanidad. Así sea.
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