ENTENDER LA TRISTEZA
No es lo
mismo la tristeza que la infelicidad. ¿Ves la diferencia?
Tu
tristeza no tiene por qué hacerte infeliz. Tu tristeza, como señal de tu
situación en tu camino evolutivo, puede servirte de confirmación interior de la
profundidad de tus sentimientos y, por tanto, de quién eres como persona y como
ser espiritual.
Cuando
alguien te haga daño, permítete sentir tristeza. Y sobre todo cuando haces daño
a otra persona, permite que tu arrepentimiento vaya acompañado de tristeza.
Otórgate a ti mismo el don de la tristeza, y verás cómo sanas más deprisa de
todas las vivencias que te inspirarían la tentación de olvidarte de tu
identidad plena.
Lo que
estoy diciendo es que tu tristeza acerca de cualquier cosa no debe impedirte
ser más feliz que Dios, más feliz de lo que fuiste antes. La felicidad es
acumulativa. Cuanto más la sientes, mayor se hace.
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