Utilizada
en clínicas de todo el mundo, la odontología integral considera la cavidad
bucal en relación plena con el cuerpo en su integridad. Especialistas en el
tema explican cómo los problemas que la afectan pueden acarrear desordenes a
largo plazo en el organismo y viceversa.
A
su vez, dan claves para mejorar o prevenir ciertos trastornos de salud a través
del cuidado de los dientes y la boca.
Conocida
también como alternativa, biológica o neurofocal, la holística dentro de la
odontología se ocupa de reconocer, diagnosticar y tratar las enfermedades o
alteraciones dento-bucales que existen (o pueden existir) como consecuencia de
las interrelaciones entre la cavidad bucal – en especial de los dientes – con
el resto del organismo. “Podemos entenderla desde dos aspectos: por un lado,
tiene en cuenta la totalidad de disciplinas médicas que nos sirven para sanar
la boca, y por otro, ve al individuo como un todo – considerando sus aspectos
físicos, emocionales, mentales y espirituales – y toma a la boca como parte del
mismo. En estos conceptos radica la diferencia con la odontología convencional,
la cual se limita a considerar el aspecto físico del hombre y resuelve
enfermedades teniendo en cuenta sólo al cuerpo”, explica la odontóloga María
Cecilia Hermida.
Muy
utilizada en la actualidad en todo el mundo, la “holística” como idea no es
nueva dentro de la medicina, ya que las interdependencias entre los diversos
órganos se conocen desde la época de la antigua China, hace miles de años
atrás. Y, aunque el progreso científico sumado a la medicina ultratecnológica y
aparatodependiente, fueron desplazando gradualmente este saber antiquísimo y
popular, hoy la “holística”, le está abriendo a la odontología nuevas
dimensiones.
RELACIÓN
ENTRE BOCA Y CUERPO
Como
su nombre lo indica, la odontología holística considera a la esfera bucal en
relación con el cuerpo en su integridad. Esto quiere decir que los problemas
que tocan la cavidad bucal pueden acarrear desórdenes a distancia en el
organismo.
“De
la misma forma que el desequilibrio de un órgano determinado o una emoción
específica pueden dañar una pieza dental, la alteración primitiva de un diente
o de su tejido circundante pueden secundariamente afectar al órgano relacionado
con esa pieza o manifestarse con un desequilibrio emocional. El tipo de
enfermedad orgánica que se produzca como consecuencia de esta alteración dental
o peridental puede ser muy variado. Esto sucede porque somos un holograma, cada
parte de nuestro cuerpo es la representación del todo y el todo es mucho más
que la simple suma de las partes”, asegura Jorge Esteves, médico oncólogo
holístico. “Cuando un paciente tiene un deficiente estado de salud dental, esto
repercute en otros órganos con los cuales los dientes se relacionan
energéticamente. Por ejemplo, el sector anterior de la boca se corresponde con
el aparato génito-urinario, y así cada una de las piezas dentales presenta su
relación con cada parte del cuerpo”, agrega la odontóloga Mónica Jurio.
MATERIALES
DE CUIDADO
Al
considerar al individuo como un todo y tomar a la boca como puerta de entrada
hacia la sanación integral, los odontólogos holísticos ponen especial cuidado
en los materiales que utilizan para trabajar.
Tipos de tratamientos
En
lo posible, llevan a cabo tratamientos y métodos de diagnóstico de corte
biológico y evitando técnicas, sustancias, medicamentos y materiales
potencialmente tóxicos, alergizantes o contaminantes. Estos pueden provocar
desde síntomas leves, como cambios en la saliva, corrientes galvánicas – que se
sienten cuando un metal hace contacto con los dientes -, hipersensibilidad
dentinaria y lesiones en mucosas, hasta problemas digestivos, neurológicos,
respiratorios, cardiovasculares, proliferación de cándida, temblor en las
manos, hormigueo en los miembros, micción frecuente, irritabilidad, depresión y
fatiga crónica, entre otros.
Síntomas
“Los
signos leves, en el mejor de los casos, los ve el odontólogo general, quien
generalmente receta un colutorio desensibilizante porque considera que no son
tan graves, pero el paciente los termina arrastrando por años. En cuanto a los
problemas de salud más importantes, en general, no se los relaciona con la
presencia de materiales no nobles en la boca porque existe la idea de que
cuando la causa/ efecto no es inmediata, los hechos no se relacionan. Entonces,
cuando la persona consulta por un síntoma, muy pocas veces se enlazan los
eslabones que forman la historia biopatográfica. De todos modos, que el
individuo presente desórdenes o no depende de su resistencia o susceptibilidad
al metal”, explica Jurio.
Prevención
Para
evitar estos problemas, existe una nueva generación de materiales dentales
basados en la adhesión, con mejores propiedades y características que, por ejemplo,
la antigua amalgama dental que posee mercurio, un componente tóxico que, según
los especialistas, debería eliminarse por completo de la boca. “Los nuevos
materiales son más biocompatibles y se unen íntimamente al diente funcionando
como un todo integrado, lo que permite restaurarlos de manera más apropiada.
También, en la medida de lo posible, deberían evitarse el uso de metales en la
boca, ya que interfieren con los meridianos de circulación de energía”,
concluye la doctora Hermida.
PARA
SONREÍR SIEMPRE
La
odontóloga Mónica Jurio da claves para cuidar diariamente la salud bucal a fin
de evitar alteraciones en las diferentes partes del cuerpo:
1-
Comprometerse con la higiene diaria para poder liberarse de la placa
bacteriana.
2-
Elegir un cepillo de dientes con cabezal pequeño y de cerdas suaves.
Reemplazarlo cada dos meses.
3-
Cepillarse los dientes colocando una pequeña porción de pasta. No mojar el
cepillo.
4-
Usar pastas y enjuagues a base de esencias naturales ya que estimulan las
propias defensas. El uso de pastas con flúor conviene sólo en casos en que se
considere necesario.
5-
Usar accesorios como el hilo dental o los palitos interdentales que permiten
una mejor limpieza de las caras laterales de los dientes.
6-
En caso de sangrado de encías, masajearse con geles o tinturas a base de
salvia, caléndula o propóleo. Los buches con agua y sal marina también son de
utilidad.
7-
Ocuparse de la limpieza de la lengua. En ella se depositan saburra, mucosidades
y sustancias tóxicas, especialmente en el caso de los fumadores. Utilizar una
cucharita de café, barriendo desde la base hasta la punta. También puede
hacerse con el cepillo dental. Esto favorece el funcionamiento de las glándulas
salivales, de las papilas gustativas y levanta las defensas de toda la región
bucofaríngea.
8-
Controlar la ingesta de hidratos de carbono.
9-
Visitar periódicamente al odontólogo.
La
odontología holística brinda:
-
Un diagnóstico bioenergético de la boca en relación con el resto del organismo.
-
Una práctica odontológica libre de mercurio y de aleaciones nocivas.
-
Tratamientos del dolor crónico dento-maxilo-facial con la utilización de
métodos biológicos y complementarios como terapia neural, acupuntura,
homeopatía, láser terapéutico y biorresonancia, entre otros.
-
Prótesis y odontología estética o cosmética sin metal. En caso de que la
situación de la boca no lo permita, se utilizan metales nobles o, lo más
biocompatibles posibles.
-
Consejos de alimentación sana desde el punto de vista de la prevención y el
tratamiento de las enfermedades de la encía y las caries.
-
Prevención con medicación biológica como la homeopatía y la fitoterapia antes y
después de una cirugía bucal para evitar complicaciones postoperatorias.
-
Desintoxicación biológica de los componentes de la amalgama dental, el paladio,
el titanio, etcétera.
Fuente: María Cecilia Hermida, Mónica Jurio, odontólogas
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