Este
mudra se forma uniendo las dos palmas de las manos a la altura del pecho, se
utiliza mucho para hacer oración pero los Metafísicos lo utilizamos
para conectarnos con la fuerza del Amor que reside en el centro de nuestro corazón. Es un Mudra que ayuda muchísimo, ya que canaliza la energía del Amor en ambas
palmas, haciendo un reciclaje perfecto de ella en todo nuestro sistema
energético.
Es
muy conocido en todas las religiones porque está unido a la oración y al
ruego por una concesión divina, a pesar de que en sus primeros momentos el
cristianismo lo prohibió y sólo permitió a los sacerdotes su uso. Además, en
numerosas culturas orientales este gesto es utilizado como agradecimiento por
algo.
Seguro
que más de una vez lo has realizado, pero ahora vas a descubrir todo el poder
que reside en él para que a partir de ahora seas consciente de las energías que
mueves cuando lo realizas.
Realmente
la manera más adecuada de realizarlo y más utilizada para sacarle todo el jugo
que tiene es realizar la unión de las manos por encima de la cabeza con los
brazos levantados.
Propiedades:
Este mudra tiene propiedades en los cuatro planos.
1. En
el plano físico: introduce y regenera la energía corporal fortaleciendo nuestro
sistema inmunológico y nos aporta mucha más fuerza y vitalidad.
2. En
el plano mental: calma nuestra mente y clarifica nuestros pensamientos.
Armoniza los hemisferios derecho e izquierdo de nuestro cerebro para que
trabajen coordinados.
3. En
el plano emocional: establece un equilibrio y una gran paz en nuestro interior.
Nos relaja y permite que serenemos nuestras emociones. Además nos aporta una
sensación de liberación de nuestras cargas pesadas.
4. En
el plano espiritual: nos pone en contacto directo con dios y la energía que
tiene para nosotros. Además es ideal para pedir cualquier tipo de deseo que
salga de corazón a nuestra divinidad.
Ejecución:
Como ya he mencionado, este mudra tiene su máxima expresión cuando se realiza
por encima de la cabeza con los brazos levantados.
Te
recomiendo que lo realices todas las mañanas antes de salir de casa, o cuando
estés muy nervioso o alterado. También puedes utilizarlo si te sientes bajo de
energía.
Primero
levanta los brazos y después une las palmas de las manos suavemente por encima
de tu cabeza. Después cierra los ojos y respira profundamente, dejando que toda
la energía de la posición circule a través de tu cuerpo. Puedes realizarlo los
minutos que quieras.
Generalmente
se mantiene el gesto hasta que te sientas inundado de una energía fresca y
renovada. Puedes acompañar el gesto con algún tipo de visualización en la que
te encuentres en un lugar sagrado o ante algún ser de luz.
Te recomiendo que lo
acompañes de algún tipo de meditación de equilibrio y claridad interior.
También en relación con la limpieza del cuarto chakra y su conexión con el amor
incondicional universal.
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