Has
oído hablar alguna vez del color índigo?? Lo cierto es que este color fluctúa
entre el violeta y el azul, y es casi tan desconocido como los niños que son
definidos con este nombre.
Yo misma nací niña índigo, de las primeras que llegaron al planeta, aunque con el paso de los años me he transformado en adulto cristal, algo que no es extraño. Pero por si hasta ahora jamás habías escuchado de nosotros, debo decirte que no es un
tema para nada desconocido por los especialistas o el mundo del esoterismo,
quienes comentan acerca de sus particularidades desde la década de los 70's y
desde entonces les han asignado características muy especiales y particulares.
Pero,
¿de dónde provienen los niños índigo y cuáles son las características que los
hacen tan especiales? A juicio de los entendidos, pertenecerían a una
clasificación oriental que divide a las personas en colores, por lo tanto, su
nombre lo deben al color que trasmiten a través de su aura. De acuerdo a esta
concepción, representarían un color dentro del conjunto de la humanidad, en
donde cada una de las personas que habitamos el planeta formamos parte del
espectro luminoso.
No
obstante, y tal como se podría pensar, los niños índigo no son niños azules,
sino que se les denomina así porque son capaces de utilizar gran parte de su
campo energético, que tiende a manifestarse en tonos de este color, por esta
misma razón, se les adjudica una gran capacidad de intuición.
Sin
embargo, no son sólo aquellas las particularidades de los índigo, pues existen
además, características que los hacen especiales ante los ojos del resto de las
personas. En este sentido, el neurólogo, Felipe Cors, califica a los Índigo
como personas dulces, tremendamente sensibles, más maduras emocionalmente, con
una gran capacidad para ponerse en el lugar del otro, evitadoras de conflictos
y armonizadoras de ambientes.
Además,
desde muy pequeños estos menores demuestran un alto interés por la tecnología,
es así como se les puede ver muy familiarizados con computadores, celulares o
cualquier otro aparato que permita que las personas se escuchen y se entiendan.
No
obstante, Cors explica que estos calificativos no significan para nada que “se deba
endiosar a estos pequeños y mirarlos como una raza superior, con
características divinas ni menos como transformadores de la humanidad, puesto
que estos menores son tan normales y comunes como sus padres. Sin embargo,
poseen ciertas particularidades que los distinguen del resto, pues se ha
establecido a que a las actitudes antes mencionadas se suman también la
sensibilidad, sinceridad y amabilidad”.
La
Particularidad de los Indigo
La
especificidades para reconocer a estos niños no cesan allí, puesto que el
profesional es mucho más puntual e indica incluso que estos menores poseen
ciertas características físicas que los diferencian del resto. “Son frentones,
tienen los ojos grandes y no comen casi nunca carne”, aclara el especialista.
Pero,
¿cómo los padres pueden reconocer y determinar si están frente a un niño
índigo? Al respecto, el especialista enfatiza que “no es necesario que los
papás detecten nada, porque los niños son niños y no es necesario que yo como
papá sepa a qué clasificación pertenece mi hijo desde determinada escuela
psicoanalítica, sociológica o antropológica. Lo importante es que lo conozcan,
los entiendan y desde allí, los apoyen”.
De
este modo, el neurólogo sostiene que tampoco es necesario que los Niños Índigo
sean atendidos por especialistas o que lleven controles psicológicos porque no
los reconoce como necesarios y sentencia “como todos los niños, los Índigo
podrían tener problemas y, en esos casos los padres llevan a los niños a un
especialista, pero eso no significa que tengan que ir obligadamente”.
Un
Indigo, ¿Nace o Se Hace?
Sin
duda, una de las grandes dificultades con las que se ha encontrado el estudio
de los niños índigo, proviene justamente de su origen. Es precisamente este
punto el que agranda la brecha de distancia entre los psicólogos y los
esotéricos. Pues una de las razones que aducen los integrantes del mundo de la
psicología es que al tener un origen y estudio en el campo esotérico no queda
espacio para lo científico, puesto que éstas corrientes no se complementan.
En
este sentido, es que existen dos percepciones frente a los niños índigo, puesto
que mientras unos piensan que los índigo nacen, los otros responden que éstos
pueden ser absolutamente moldeables a través de la educación y el trato que se
les dé.
Consciente
de la vinculación esotérica de los Niños Índigo, la psicóloga y académica de la
Universidad de Chile, Isabel Fontecilla, afirma que la presencia de este tipo
de niños corresponden más bien a cambios socioculturales tanto a nivel macro
como intrafamiliar. Es decir, “hoy los niños llegan al mundo por decisión
parental y, los padres están preparados para tenerlos, cosa que ayuda bastante
pues son vistos como personitas que requieren de amor, ser escuchados y tomados
en cuenta”.
En
este sentido, la psicóloga sostiene que los especialistas están ahora mucho más
al tanto de que los menores necesitan ser criados con cariño, respeto y
firmeza, lo que es denominado por la psicología como un estilo democrático
protector, ya que se sabe de acuerdo a muchas investigaciones que los niños
criados en estos entornos desarrollan una buena personalidad, una excelente
autoimagen, autoestima, seguridad, respeto por ellos mismos y por los demás.
“Los
niños llamados índigos tienen todas las características de los pequeños criados
en estos ambientes, porque en estos estilos familiares se respetan sus estados
de ánimo, emociones, sentimientos, lo que dicen, opinan, la ropa que desean
usar, incluso la rabia se canaliza o guía para que puedan expresarla lo mejor
posible, de esta forma, desarrollan las conductas que hoy se ve en niños que
tienen aura de color índigo”, sostiene la profesional.
Frente
al rol de los padres, Fontecilla posee una opinión muy coincidente a Cors,
puesto que señala que los padres no tienen que reconocer a un hijo índigo sino
sólo criarlos desde las interacciones democráticas, o sea, respeto, firmeza,
respetando las habilidades del niño y facilitando que desarrolle las otras.
Usando como medidas disciplinarias los mensajes o la toma de decisiones anticipadas.
Respecto
a la visión un tanto escéptica que otros especialistas podrían manifestar
frente a este tema, la psicóloga señala “muchos realmente no escuchan sobre
esto porque se sale de lo científico, desde este visión se niega a estos niños
porque como intenté demostrarlo corresponden a la crianza que se da en la
actualidad. Yo creo que como psicóloga clínica tengo la obligación de estar al
día en distintos planos porque el fin es aportar a la que la gente lo pase
mejor desarrollándose al máximo en los distintos niveles de distinción”.
Frente
al mismo punto, Cors indica “no es que algunos especialistas no crean sino
simplemente que la cultura occidental siempre ha mirado por arriba del hombro a
la cultura oriental. Piensan que son sólo cosas místicas porque fue visto por
esotéricos que veían el aura y con eso ya entró desprestigiado a la cultura
científica”.
fuente:LuzCruz
No hay comentarios:
Publicar un comentario