“La
oración es pedirle a Dios, la meditación es escuchar su respuesta”.
¿Qué es la Meditación?
La meditación es acallar la mente para poder oir la
verdad, para conectarme con el sabio interior, y desde allí obtener la
información que mi ser necesita, para aclarar todas aquellas respuestas que me
ayudarán a avanzar en mi camino de crecimiento.
Meditar es poner en orden la casa (mi ser en todas
sus dimensiones) y las energías de las que soy dueño. Meditar es acallar la
mente y ponerla, al servicio del ser superior. Meditar es el espacio donde me
escucho, donde me siento, donde me percibo.
Los males que nos afectan, son mentales y
emocionales. Un mente clara y serena, sostiene a las emociones mal educadas,
las encauza y re-orienta. Ponerla en silencio y comandarla por nuestro ser
superior, es saber usar una herramienta de poder aún desconocido, que nos puede
llevar a manifestarnos en todos los planos de la existencia de manera exitosa.
¿Y cómo meditar?
Hay muchas maneras de meditar y tipos de
meditaciones para hacer. Creo que lo primero que debemos hacer, es ver que
buscamos a través de la meditación y de que herramientas disponemos para ella.
Pero hay algunas sugerencias generales que nos pueden servir de mucho, y son
las siguientes:
Buscar el espacio de tiempo adecuado. Si para mí las
mañanas son mejores y dispongo de tiempo para hacerlo, pues tengamos en las
mañanas un espacio de meditación que nos hará partir bien el día, enfocados y
más centrados. Si para mí lo ideal es en las tardes/noches, hagamos de esa
instancia de tiempo, el momento justo para aquietarme y entregarme al silencio.
Esto me ayudará a dormir mejor, más relajado y por ende despertaré mucho más
descansado.
Buscar el lugar adecuado. Cuando la persona adquiere
práctica, puede meditar en cualquier lugar, incluso en un espacio atestado de
gente y ruidos, pero al principio lo ideal es buscar un espacio que nos sea
grato, que tenga mis energías, donde yo pueda estar tranquilo. Ese espacio será
en un principio “mi espacio de meditación” y allí recurriré para conectarme con
mi ser.
Empezar meditando unos pocos minutos, para ir
incrementando la cantidad de tiempo a medida que vayamos teniendo más capacidad
de silenciarnos. Con 5 minutos al principio está bien, para poder lograr ojala
15 a 20 minutos diarios. Entre media hora y una hora es la meta ideal y donde
se obtienen los mejores resultados.
Después escogeremos que tipo de meditación queremos
hacer. A mi modo de ver una de las más simples es la meditación que se centra
en la respiración. Poniendo atención en ella, en como entra y sale de nuestro
cuerpo, y jugando con sus ritmos. Junto con esto podemos visualizar diferentes
cosas al ritmo de ésta. Entra el aire en la inhalación como un haz de luz que
ingresa a nuestro cuerpo, exhalamos y liberamos pesos en el cuerpo, emociones
negativas, cansancio, etc. Inhalo y me lleno de energía, exhalo y esa energía
se expande abarcando todo mi cuerpo, inhalo energía y exhalo luz a todo mi
cuerpo. Puedo enfocar esta energía en aquellas partes del cuerpo que más lo
necesiten. Estos son algunos ejemplos de cómo podemos usar la respiración y la
respiración más visualización para meditar. Esta práctica nos ayudará a ir
adquiriendo hábitos meditativos, para poder alcanzar la meditación silente,
donde la mente se acalla por completo, y logramos estar en el estado de quietud
donde nos habla nuestro ser espiritual.
Podemos también en el inicio usar un elemento para
fijar la atención y desde allí poder meditar. Me centro por ejemplo en la llama
de una vela, en una imagen (mandala) en un color (meditación de cromoterapia),
etc. Esta es otra manera de calmar la mente, preparándola para la meditación
ZAZEN, que nos lleva al silencio total.
Si la meditación silente se nos hace muy difícil,
podemos usar meditaciones guiadas. De este tipo de meditaciones hay muchas
disponibles en la web. Si bien es cierto no son meditaciones en las que se
cumpla el objetivo de aquietar la mente, llevándola al estado de silencio, de
todas maneras hacemos un trabajo de concentración al mantenerla enfocada en
algo concreto, un algo que además será una visualización creativa, un mantra,
ideas elevadas, música de altas vibraciones, etc. Por ende de todas maneras
estamos haciendo un trabajo que nos ayudará a alcanzar estados de armonía y
paz.
La meditación cotidiana es por cierto posible y una
de las metas a alcanzar. Lograr un estado meditativo mientras hacemos nuestras
tareas cotidianas, es posible, y se trata tan sólo de enfocarnos en aquello que
estamos haciendo, siguiendo con la mente el vaivén de la actividad en cuestión.
Me enfoco en lo que hago, mi mente no divaga, está allí, en ese instante,
siguiendo el ritmo de mi quehacer. Esto hace que viva el aquí y ahora, que
descubra que aquello que es cotidiano es un acto de amor, de servicio. Hace que
viva la vida en cada segundo y no solo en partes sueltas. Meditar en una
conversación con alguien, me hace ser un escuchador activo, puedo notar
detalles del otro que antes no notaba. Lo veo, lo siento, lo percibo, lo
escucho con el alma. Estos tipos de meditaciones son llamadas meditaciones
activas.
A modo de resumen, diremos que la meditación se
puede dividir en varias fases. La primera es fijar nuestra mente en un solo
objeto, sonido, respiración, etc., esto permite que la mente se calme y se
vuelva hacia adentro; la segunda es cuando la primera fase se logra y el flujo
de pensamientos, complejos, visiones, memoria, se detiene y cuando somos
capaces de deshacernos del contenido de nuestra mente inferior. El tercer paso
es cuando nuestra mente inferior ha sido totalmente explorada y uno empieza a
explorar el superconciente, la verdadera meditación ahora comienza, es cuando
uno empieza a sentir que está en la misma frecuencia con el cosmos y todo lo
que está alrededor nuestro, el cuarto y el ultimo estado es cuando esta misma
mente superior es trascendida y el meditador logra la unión con la conciencia
superior entonces es cuando la verdadera conciencia del ser es alcanzada. La
persona iluminada es capaz de vivir ambas vidas sin conflicto la espiritual y
la material.
TIPOS DE MEDITACIÓN
Estos son algunos tipos de meditaciones más
conocidas:
MEDITACIÓN BUDISTA:
La meditación budista, también llamada meditación
completa de la mente trata de mantener la mente totalmente enfocada en el
momento presente. No en el pasado, no en el futuro, no en connotaciones
mentales, justo en el presente, aquí y ahora. Buda dice, nuestra mente es como
una cadena de reacciones y deseos y esto es porque nos atrapamos a nosotros
mismos en esta perdición de reacciones, dejando de experimentar el verdadero
significado de la vida.
MEDITACIÓN DZOGHEN:
La meditación Dzogchen, pronunciada Zog-chen, es
conocida como el camino natural en el Budismo Tibetano. Este tipo de meditación
es practicada por el Dalai Lama.
La meditación Dzogchen no utiliza ninguna
respiración especial, mantra o niveles de concentración. Es considerada como el
tipo de concentración más natural.
Algunas veces se practica con los ojos abiertos.
Esta meditación trabaja con el factor que todo lo que tu necesites lo tienes
que buscar está dentro de ti. Las tres bases de la meditación Dzogchen son
“solo sentándote”, “solo respirando”, “solo siendo”.
MEDITACIÓN VIPASSANA: es una de las técnicas de meditación más antiguas
de la India. Estuvo perdida durante siglos para la humanidad, y fue
redescubierta por Buda Gautama hace más de 2.500 años. Vipassana significa ver
las cosas tal y como son en realidad. La meditación Vipásana nos lleva hacia la
libertad y la claridad de nuestra naturaleza esencial.
Es un proceso de auto-purificación mediante la
auto-observación. Se comienza observando la respiración natural para concentrar
la mente y luego, con la conciencia agudizada, se procede a observar la
naturaleza cambiante del cuerpo y de la mente y se experimentan las verdades
universales de la impermanencia, el sufrimiento y la ausencia de ego. Este es
el proceso de purificación: el conocimiento de la verdad a través de la
experiencia directa. La meditación vipassana es una técnica de
auto-discernimiento basada en la observación de la mente y la materia y sus
aspectos de impermanencia, insatisfacción y falta de una esencia inherente e
independiente o «yo».
MEDITACIÓN ZAZEN: Zazen (Japonesa) es la expresión japonesa para
“meditar sentado”, según el Budismo Zen, como lo habría hecho Buda en el
momento de su iluminación, tal como describen las estatuas de Buda meditativo.
Trata sobre la experiencia del vacío, de la nada. La manera de hacerla es
contando las respiraciones. Siéntese en una posición cómoda. Cruce las piernas
posición de Loto o medio Loto con las rodillas apoyándose en el suelo. También
puede practicarse sentado de rodillas sobre los talones. Coloque la espalda
derecha, desde la pelvis hasta la nuca. La pelvis está ligeramente hacia
adelante y las lumbares ligeramente arqueadas. Estire la nuca y lleve el mentón
hacia adentro. Relaje los hombros y junte las manos en el regazo, en el mudra
de la sabiduría: con los dedos de la mano juntos, una mano sobre otra, y con
los pulgares tocándose las puntas. En las escuelas de Zen se pone la mano
izquierda sobre la mano derecha. Enfoque la mirada a 45° hacia adelante,
con los ojos semi-cerrados, pero con la vista relajada, sin enfocar en lo que
tenga delante. Cierre la boca, juntando los dientes y con la lengua tocando
suavemente el paladar detrás de los dientes. Comience a controlar los ritmos de
la respiración, contando las inhalaciones y exhalaciones, con el objetivo de
fomentar la concentración. Enfóquese en la respiración solo con los “ojos de la
mente”, hasta llegar al conocimiento de la respiración, que nos permite percibir
claramente la relación mente y cuerpo. El último propósito de la meditación no
es seguir el ritmo de nuestra respiración con la mente en un estado de absoluta
quietud. Zazen, no es quietud, sino todo lo contrario. Implica la devoción de
uno en controlar la mente con el propósito de utilizarla, con afán y energía,
para llegar al objetivo más preciado, que es la transformación de la persona
que está meditando en un nuevo Ser, con una mente desarrollada, y todas sus
facultades creativas a su disposición.
MEDITACIÓN TRASCENDENTAL: La meditación trascendental es sencilla y
práctica. Ayuda a relajarse y a concentrarse. Usa un mantra (una palabra
especial) personal, este mantra se repite una vez tras otra. A medida que el
mantra se recita la mente se va tranquilizando sin esfuerzo hasta que se
alcanza un estado completo de relajamiento que en TM se llama “conciencia
cósmica”. La conciencia cósmica es un estado de relajamiento total donde
la mente se conecta con el universo y puede comprender su potencial infinito.
¿Cómo se practica?
Esta técnica no usa la concentración mental o
ejercicios de enfocamiento. Los maestros del TM creen que con 15 o 20 minutos
en la mañana son suficientes para empezar a recibir sus beneficios.
Durante esta meditación la persona se sienta cómodamente con los ojos cerrados
y empieza a recitar el mantra. A medida que se recita el mantra la mente y el
cuerpo se relajan; la mente se concentra alejándose de todo pensamiento.
Esta técnica de meditación no requiere que se ligue a filosofías religiosas. La
técnica no requiere ningún ejercicio de visualización o concentración. No
requiere ninguna habilidad especial.
MEDITACIÓN MANTRA: Los cánticos de sonidos sagrados han sido siempre
una manera amena de enfocar la mente. Este tipo de meditación es muy poderosa y
efectiva por el efecto de la vibración de sus sonidos. El sonido se produce
cuando la vibración alcanza el tímpano, y llevado a la mente. Esto explica que
el sonido es vibración. Vibraciones específicas pueden estimular el sistema endocrino,
especialmente la glándula pituitaria “la glándula maestra” y la glándula pineal
localizada en la cabeza. Cantar el mantra mantiene la mente ocupada mientras tu
respiras en una pauta especifica. Es como cuando cantas una canción, la pauta
de tu respiración se vuelve la misma que las pautas de respiración del
cantante. Los mantras están hechos de “sonidos básicos”. Los sonidos vibrantes
son sonidos específicos que cuando desencadenan producen una frecuencia. Hay 84
puntos meridianos en el paladar y cuando los estimulamos con el “sonido
vibrante” producimos una frecuencia específica. Esta frecuencia pasa desde el
hipotálamo hasta la glándula pituitaria. Entonces la liberación de hormonas
tiene lugar y ocurre un cambio en el humor, en las emociones y comienza la
sanacion.
MEDITACIÓN CHAKRA: La meditación Chakra trabaja con los chakras. Los
chakras son visualizados como espirales de energía vértices.
OTRAS MEDITACIONES RELACIONADAS CON EL YOGA.
Bhakti yoga es el yoga de la devoción es
generalmente la devoción hacia dios o hacia una conciencia suprema en una de
sus manifestaciones ya sea como Buda, Krishna, Mahoma, Cristo, etc. y como esto
provoca estados de meditación es cuando la persona siente total devoción
automáticamente concentra su mente y el grado de concentración depende el nivel
de devoción de cada persona, cuando uno está concentrado en este objeto de
devoción el ego va desapareciendo y aparece el “ser”. Cuando el Bhakta logra la
autorrealización se convierte en el amor mismo.
En el Kundalini Yoga se trata de despertar los
centros psíquicos o chakras. El objetivo de este yoga es hacer consiente cada
uno de estos chakras para activar las facultades psíquicas que cada chakra está
asociado, los asanas, pranayamas, mudras, bandas y la repetición de mantras son
también utilizados para lograr los objetivos.
El Hatha yoga está relacionado con la purificación
del cuerpo que causa una tranquilidad mental, tradicionalmente se consideras 6
grupos de técnicas llamadas Shatkarmas. Las técnicas del Hatha Yoga equilibran
los sistemas simpático y parasimpático que tienen gran influencia en el
funcionamiento de casi todos los órganos de nuestro cuerpo.
En el Tantra yoga dice que la trascendental experiencia
de la unión sexual es utilizada en el camino hacia la conciencia espiritual.
(Los tipos de meditaciones y la meditación en Yoga,
ha sido extraído de la web)
“INHALA LUZ, RETEN PAZ, EXHALA AMOR”!
Que toda esta información vaya en vuestro mayor beneficio,
Namaste.
fuente:AlejandraVallejo
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