Tendríamos que remontarnos 3000 años atrás para encontrar la primera aparición del Jengibre en la historia.
Parece ser que sus primeros cultivos
aparecieron en el sudeste asiático y fue llevado para su comercialización
hasta el Asía Central por el rey persa Dario en el Siglo V antes de Cristo.
Confucio
relata en sus escritos como los fenicios llevaron el Jengibre hasta el
mediterráneo. Más tarde se extendió por toda la costa hasta llegar al Mar Rojo
y más allá. En el correr de los años será Marco Polo quien lo exporte en
uno de sus largos viajes a las Américas.
Todavía
hoy están agradecidos los caribeños al aventurero comerciante Marco Polo, pues
aunque los mayores productores de Jengibre están en Asia, (India y China
principalmente), los mejores cultivos de la planta se encuentran en el
Caribe, concretamente en Jamaica.
La planta del jengibre
El
Jengibre que consumimos es el tallo-raíz subterráneo de una planta perenne
de la familia de las cingiberáceas, con largas hojas angostas y pequeñas flores
violetas o amarillas. Puede alcanzar cerca de un metro de altura o algo más
cuando es cultivada en las laderas de las montañas.
Su tallo
nudoso del cual van brotando raíces es lo que usamos como condimento, alimento
o remedio medicinal. Para poder utilizarlo hay que esperar al menos seis meses
desde su siembra. Una vez extraído de la tierra, lavar bien la planta y
dejarla secar durante varios días, de esta manera resistirá guardado a
temperatura ambiente durante varios meses.
En cuanto
a su composición nutricional cuenta con variedad de ácidos como el linoleico,
ascórbico o el glutamínico. También posee fibras, aminoácidos, aceites
esenciales y varios minerales como el aluminio, fósforo, cobalto, zinc y
manganeso.
Uso culinario del Jengibre
Son muchas
las maneras de consumir Jengibre; se puede utilizar como ingrediente para
hacer dulces, condimentos en comidas preparadas o infusión de su rizoma
(tallo-raíz). También incluir pequeños pedacitos en jugos o licuados de frutas
y vegetales es una buena opción para aprovechar todas sus propiedades.
Las
distintas presentaciones son el rizoma (tallo-raíz) fresco de la planta o en
polvo seco, también se puede encontrar en infusión, tintura, aceite esencial y
cápsulas. Combina muy bien con linaza, cedro, rosal, palisandro, árnica,
ulmaria, cayena, aloe, pasiflora, romero, avena, nerolí, ajo y limón tanto para
infusiones como condimento.
Asimismo
el condimento se usa en el arte culinario por tener la propiedad de potenciar
sabores. Aunque a veces la cocina asiática lo usa para el contrario, disfrazar
sabores fuertes de algunos mariscos o carnes por ejemplo. En todo caso, son muy
variadas las propiedades culinarias que posee.
Son muchas
las salsas saborizantes que en la cocina oriental se preparan con esta
aromática planta fresca, tanto para elaborar carnes, pescados, arroz y otros
platos típicos. En cambio en la cocina occidental se basa su uso
principalmente en el tallo-raíz seco pulverizado, dándole a los platos cierto
punto picante y un nuevo aroma.
Galletitas de jengibre
Fácilmente
lo encontramos como ingrediente de repostería en bizcochos, galletas, postres
de frutas, sorbetes, helados, etc. Por su característica de generar calor
es muy usual ver las típicas galletitas de jengibre en invierno en muchos
lugares del globo. Hay muchas recetas en la web para disfrutar de estas
deliciosas galletas. Por este motivo hemos seleccionado la siguiente por su
sencillez.
Ingredientes:
Mantequilla 300
gramos derretida
Azúcar
morena 150 gramos
Miel 150
gramos
Dos Huevos
Jengibre 1/2
cucharada sopera
Cardamomo 1/2
cucharada sopera
Canela en
polvo 1/2 cucharada sopera
Harina 600
gramos
Procesamos
con la batidora, la mantequilla, el azúcar, la miel, los huevos, el jengibre,
la canela y el cardamomo hasta que quede una pasta semilíquida. Después
añadimos la harina para formar la masa y tras mezclarla bien, la estiramos
dejando medio centímetro de espesor.
Recortamos
con un molde de galletitas y horneamos a 180º durante diez minutos. Se
puede decorar después con azúcar glasé, lacasitos, coco rallado o cualquier
iniciativa propia.
Uso medicinal del jengibre
Galeno,
uno de los padres de la medicina, ya lo empleaba en sus remedios naturales.
El
jengibre ha sido muy valorado durante siglos en Oriente por sus cualidades
terapéuticas. Es utilizado por la Medicina Tradicional China, Ayurveda y
Tibetana desde la antigüedad para afecciones como hinchazón abdominal, tos,
vómito, diarrea, reumatismo, inflamaciones articulares, artritis y similares.
En Europa se comercializaba como tónico aromático, protector del hígado y
digestivo.
El
jengibre tiene en su composición al menos 12 elementos antivirales. Actualmente
los científicos han aislado algunos de estos componentes para combatir el
rhinorvirus (virus común del resfriado). En general el consumo
del Jengibre lucha contra los síntomas del resfriado disminuyendo la fiebre, el
dolor, la tos e induciendo al descanso.
Son muchas
las utilidades que se pueden otorgar a este antibiótico natural. Hay que tener
presente que los antibióticos fueron el gran descubrimiento de la medicina
moderna (1942). Miles de enfermedades incurables pasaron a ser curables gracias
a ellos, pero aún hoy día se van descubriendo nuevas contraindicaciones,
alergias, intolerancias y la disminución de las defensas a causa del frecuente
uso.
Antibiótico natural
Un
antibiótico es un compuesto químico que elimina o frena el crecimiento de
microorganismos o bacterias que enferman el cuerpo. Además de sus bondades, hay
que tener en cuenta que su frecuente uso nos lleva a una adaptación que
implica tener que usar cada vez mayores dosis con el consiguiente riesgo para
nuestra salud.
Es por
todo esto mejor usar antibióticos naturales que su incidencia en el
organismo no produzca ningún tipo de alergia o contraindicación, ni ninguna
sensación de malestar. Son muchos los alimentos que por su composición interna
y sus propiedades nos levantan las defensas e incluso acaban con determinadas
enfermedades.
Algunos
antibióticos naturales están en nuestra dieta diaria como el
limón, el ajo, la cebolla, la miel, la cúrcuma, el jengibre, etc. Sólo
queen caso de enfermedad deberíamos aumentar su ingesta de forma adecuada para
contrarrestar la agresión. A continuación les mostramos dos sencillas recetas
de cómo usar el Jengibre en Té o Licuado, para mejorar nuestra salud.
Té de Jengibre
Es tan
sencillo como rebanar un trocito pequeño de Jengibre y sumergirlo un minuto en
agua caliente. Tomar sorbos de esta bebida cada treinta segundos pues es
bastante amargo. Si no le molestan los alimentos amargos se pueden consumir
directamente las rebanadas de la proporción de una cucharita de té sin hacer la
infusión. Sus benéficos efectos se verán muy rápido.
Una receta
sería preparar con jengibre fresco, agua hirviendo, jugo de limón y un
poco de miel una saludable tisana:
1. Hervir
una olla o cazuela con tres tazas de agua
2. Lavar
un trocito de raíz que pese aproximadamente 90 gramos
3. Quitarle
la piel y cortarlo en trocitos pequeños
4. Colocarlo
el Jengibre en una la tetera con tapa
5. Añadir
el agua caliente y dejarlo reposar durante 10 minutos
6. Colar
el té y servir con miel, stevia u otro endulzante natural
7. Por
último, añadir un poco de jugo de limón
Licuado de jengibre
Otra
manera de consumir también muy estimulante y saludable para todas las dolencias
que mejora el Jengibre sería en un licuado con menta y manzana. Los
Ingredientes:
Cuatro manzanas
verdes peladas y sin semillas
Una rama
de apio pelado
Ocho hojas
de menta fresca
Unos 90
gramos de Jengibre fresco
Stevia,
miel natural o azúcar de caña integral orgánica al gusto.
Preparación
Se corta
el apio, las manzanas y se colocan junto con las hojitas de menta en la
licuadora. Se añade un vaso de agua en el cual se ha disuelto el azúcar o la
miel y unos cubitos de hielo. Una vez licuado todo servir y guardar en el
frigorífico o heladera.
Propiedades Terapéuticas
El
jengibre tiene una larga trayectoria como remedio terapéutico, entre otros
males alivia nauseas, mal de estómago, mareos, estimula el sistema inmune
contra virus y bacterias, además de actuar como anti-inflamatorio, analgésico y
otras funciones que detallamos a continuación.
Las
propiedades terapéuticas del Jengibre, tanto tradicionales como
novedosas que se suelen aprovechar son:
Analgésico y antiinflamatorio para uso externo: se aplica en forma de compresa para aliviar dolores articulares como lumbago, ciática, reumatismo sobre todo cuando se precisa calor, o sea la zona está con enfriamiento. Si la región de la lesión está caliente mejor consumirlo a nivel interno.
Analgésico y antiinflamatorio para uso
interno: se toma con capsulas, comprimidos o infusión para aliviar dolores
por artritis, reumas e inflamaciones. También alivia de molestias menstruales,
dificultad en la movilidad y el dolor. Media cucharita de polvo en las comidas
puede ser suficiente.
Hipolipemiante: disminuye las grasas
en sangre, esto es muy beneficioso para quienes tienen el colesterol o los
triglicéridos altos. Combate eficazmente la arteriosclerosis, además tiene un
pequeño efecto anticoagulante. Consumir en la alimentación en cualquiera de sus
formas.
Activa la circulación: el Jengibre mejora la
circulación al dilatar los vasos sanguíneos. Esto se nota enseguida pues
calienta pies, manos y rostro en épocas de frio. Esto unido a que su efecto
anti-colesterol, y que evita la adhesión de plaquetas como el ajo, le hacen
recomendable para toda persona propensa a tener problemas en el aparato
circulatorio.
Cefaleas, Jaquecas y Migrañas: es un remedio muy efectivo
para estas dolencias. Tal vez sea por su efecto vasodilatador, su tonificación
de la circulación, o por ser un antiviral potente, el caso es que ayuda a
evitar estos molestos síntomas.
Náuseas y vómitos: tradicionalmente se
venía usando el Jengibre para las náuseas de embarazadas pero hoy día se
utiliza también para las náuseas y vómitos de tratamientos agresivos contra el
cáncer. Una infusión de Jengibre con miel alivia bastante estos molestos
síntomas.
Problemas digestivos: para las dificultades
digestivas como gases, hinchazón abdominal, pesadez, dispepsias, colon
irritable, etc. Tanto introducirlo en nuestros platos como la infusión después
de comer ayudaran a mejorar estos síntomas.
Procesar los alimentos: el Jengibre estimula
el páncreas, ayuda en la producción de enzimas favoreciendo la digestión. Se
pueden aliviar con él úlceras y diarreas además de mareos y vómitos propios de
indigestión.
Resfriados e infecciones
otorrinolaringólogas: actúa directamente contra virus y bacterias que producen los
síntomas o la infección. También mejora la tos, ayuda a disminuir la mucosidad
y a expectorar. Tomarlo en infusión con miel y limón varias veces al día.
Otros usos que se le adjudican es para mareos en viajes, nauseas y vómitos tras cirugía, mareos matutinos, artritis reumatoide, dolores musculares y articulares en deportistas, efectivo contra el cáncer de próstata y también para perder peso.
Dosis diaria y sus contraindicaciones
Una
posología natural como tratamiento sería de 2 a 4 gramos de polvo seco del
rizoma tres veces al día o si es en tintura madre, 40 a 60 gotas tres veces al
día; pero lo usual por la facilidad de encontrarlo fresco y en polvo seco
es consumirlo con las comidas o como hemos explicado anteriormente en licuados
y tisanas.
Aunque
siempre es recomendable antes de comenzar a tomar cualquier remedio de forma
sistemática consultar con nuestro médico alópata o naturópata, si podemos
indicar que no es recomendable consumir el Jengibre en caso de tener
úlcera gastroduodenal en periodo activo, cálculos biliares o si se están
consumiendo anticoagulantes.
Tampoco es
recomendable un tratamiento continuo durante el embarazo ni en la lactancia, ni
en niños menores de 6 años sin recomendación y seguimiento médico. Por lo demás
pocas contradicciones se conocen a no ser algo de acidez o ser muy sensibilidad
a su fuerte sabor.
El Jengibre y la Ciencia
El
Jengibre es un gran aliado a la hora de adelgazar. Novedosas
investigaciones aseguran que el Jengibre puede ayudar a adelgazar al
reducir la inflamación e incidir en la sensibilidad a la glucosa, factores que
influyen en la pérdida de peso. Además, su influencia en los niveles
de serotonina que condicionan el apetito, hace que al consumir
Jengibre nos sintamos saciados mucho antes con el consiguiente efecto de comer
menos cantidad.
También
sabemos que el Jengibre tiene propiedades digestivas, al estimular los jugos
gástricos, fortalecer la actividad muscular intestinal y las contracciones
estomacales, facilitando la movilidad del alimento, dando lugar a una
mejor absorción de los nutrientes, mejor evacuación de los desechos y por lo
tanto evitando el aumento de peso.
Por último
sus componentes gigerol y shogaol, estimulan el metabolismo al aumentar el
gasto de energía y la oxidación de las grasas, subiendo la temperatura
corporal y quemando más calorías lo que colabora también con la pérdida de
peso.
Nuevas investigaciones aseguran
que el extracto de Jengibre combate el cáncer de próstata. Este estudio muestra
como el Jengibre inhibe el crecimiento e incluso induce a la muerte de células
humanas de cáncer de próstata al acabar con su ciclo degenerativo, disminuir su
capacidad de reproducción y eliminado la célula mitocondrial alterada.
También nuevos estudios realizados demuestran los valiosos efectos del Jengibre para prevenir y combatir la diabetes. Tanto las pruebas in vitro, en vivo y ensayos clínicos confirman el efecto antidiabético del Jengibre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario