QUÉ ES EL ENEAGRAMA
(Eneas=Nueve)? El modelo del Eneagrama se aplica para delinear los
procesos cosmológicos y el desarrollo de la conciencia humana. Espero que
os agrade y sea de utilidad.
Se trata de un
diagrama, de una estrella de nueve puntas, que puede ser utilizado para
trazar el proceso de cualquier acontecimiento, desde su principio y a
través de todas las etapas de progreso de dicho evento en el mundo
material, pero nuestro enfoque es psicológico y está aplicado al estudio
del carácter humano. El propósito principal del eneagrama es descubrir el
tipo al que pertenecemos cada uno, descubriendo así nuestra compulsión y
aprender a trabajar sobre ella, a fin de lograr en definitiva nuestra
libertad, sanación y acercamiento a Dios.
Es un viaje de auto
conocimiento. La compulsión típica de una personalidad se experimenta como
una fuerza básica que nos conduce como una fijación a reaccionar de manera
irresistible especialmente cuando permanece escondida, sin reconocer por nosotros
mismos. Todo ello debido a ciertas pautas o mandatos asimilados
e introyectados en nuestra infancia. "Nunca confíes en nadie".
Si no tomas el poder, lo perdiste." Lo más importante es ocultar los
sentimientos. "No estamos en un mundo perfecto". "Yo no
valgo", "No soy digno de ser amado", "No merezco
amor". Es como la imposibilidad de llegar a ser lo que somos
auténtica y verdaderamente. El descubrimiento de esta compulsión supone
una ruptura de la estrategia defensiva cuidadosamente escondida que una
persona ha desarrollado para su propia seguridad y una existencia
significativa. Cuando esta fuerza o compulsión que nos dirige no ha
sido enfrentada directamente tiene gran influencia en las decisiones que
tomamos sobre los que tenemos o no que hacer y cómo pensar en nosotros
mismos en relación con los demás.
LOS NUEVE
RASGOS
Según el sistema del
eneagrama existen nueve tipos de personalidad humana o nueve rasgos
característicos. Lo que se intenta no es salir de nuestro rasgo principal
sino observarlo para combatir la automatización de nuestras vidas.
1. LA IRA. El
Perfeccionista-Resentido
El tipo
"uno" es la ira o la cólera, entendida en todas sus variantes y
matices:
irritación,
frustración, insatisfacción, resentimiento, impaciencia,
desdén, intolerancia, rencor.
El elevado rigor
ético y de comportamiento del 1 con las exigentes expectativas que abriga
respecto de sí mismo y de los demás, le hace percibir enseguida y sufrir
la diferencia existente entre el ideal y la realidad. A pesar de todos
sus esfuerzos y de su incansable trabajo, la realidad y las relaciones
siguen siendo muy imperfectas y dejan mucho que desear.
El 1 aprieta los
dientes para disimular su insatisfacción y enmascarar su ira, que le
produce malestar y disgusto, porque le hace dar una imagen
demasiado humana e imperfecta de sí.
Está convencido de
que las personas educadas no tienen que airarse jamás y su insatisfacción
se manifiesta y se somatiza en la tensión de su rostro y en el tono de su
voz. Crítico de sí mismo y de los demás. Convencido de que existe una sola
forma correcta. Se siente éticamente superior. Con frecuencia utiliza
palabras como "debo" o "tengo que".
Los unos
evolucionados pueden ser héroes morales con excelente capacidad crítica.
Los Uno fueron niños buenos, aprendieron a portarse bien, a
ser responsables y a hacer lo correcto. Aprendieron a controlarse con
severidad.
Trabajadores rectos
independientes y perfectos. Perfeccionismo.
Están en contra de
las cosas como están. Ellos creen que luchan por mejorar algo.
Parecen personas muy
justas y de gran moralidad.
Muy poca aceptación
del otro. Intentan acomodar a su pareja a sus expectativas.
Son amas de casa
"perfectas y pulcras".
Puritanos: son más
papistas que el Papa.
Tienen voz firme y
pronunciado mentón, la voz muy firme.
Corrigen lo que está
mal, se fijan en la mancha, no en el traje.
Se dedican a causas
benéficas Exigentes y estrictas. Exigen respeto. Piden
JUSTICIA.
Miedo a dejarse
llevar, a la pasión. Aristócratas ordenados y limpios.
La palabra ese
CONTROL. Es una no aceptación de la naturaleza. Es realista, convicciones
fuertes, prejuicioso y rígido. El deber está por encima del placer.
Interés por los
reglamentos, por las normas. Tienen la compulsión de decir "cómo
debería de hacerse". Echan mano de la razón, abogacía innata.
El 1 es una olla a
presión, cuya rabia contenida y controlada, puede manifestarse bajo
diversas formas, tales como:
- La superioridad: La
irritación ante las limitaciones de los demás puede traducirse en
actitudes de superioridad profesional, estética, intelectual, de
comportamiento.
- La crítica:
constante inclinación a detectar instintivamente los errores y los
aspectos negativos de las personas, así como a
puntualizar sistemáticamente las cosas que no funcionan, tanto dentro de
fuera.
- El perfeccionismo:
excesiva preocupación por los detalles, debida a su obediencia a normas y
autoridades abstractas, a su obediencia a normas y autoridades abstractas,
a su obsesión por la mediocridad y a su impaciencia consigo mismo y con
los demás.
- El moralismo:
tendencia a imponer los propios criterios y juicios,
adoptando un tono de
sermón y de reprimenda en relación con los comportamientos considerados
erróneos, el moralismo degenera a menudo en actitudes
culpabilizadoras.
- El supercontrol: la
tendencia a la rigidez y a la falta de espontaneidad. La tensión provocada
puede dificultar la distensión, perturbar el sueño, complicar la digestión
y originar ulceras, gastritis, etc.
Los unos tienen su
salida buena logrando la serenidad del corazón mediante la práctica de
actitudes como las siguientes:
- Educarse en la
afirmación de lo que hay de bueno y positivo en uno mismo y en los demás,
sin atormentarse por lo que sigue siendo incompleto e imperfecto. - Ser
conscientes de que hay distintos modos de hacer las cosas, sin absolutizar
el propio y menospreciar los de los demás.
- Transformar la
cólera en energía positiva, sin necesidad de juzgarla o de justificarla,
sino canalizándola al servicio de la justicia y de la verdad.
- Tener paciencia y
apreciar los pequeños esfuerzos sin lamentarse por los errores cometidos o
las oportunidades perdidas.
- Aprender a reírse
de uno mismo, desdramatizando los propios desaciertos y relativizando las
angustias.
- Valorar la
importancia de las cosas objetivamente, sin hacer una montaña de un grano
de arena, ni de una pulga un elefante.
- Consolarse con la
idea de que la salvación del mundo no depende de los propios esfuerzos y
confiar en la providencia.
- Convivir
creativamente con las propias limitaciones e imperfecciones.
2. EL ORGULLO. El que da
El pecado original de
los 2 es el orgullo, que en la tradición cristiana ha sido considerado a
menudo como el más grave de todos los pecados.
El 2 cree estar
animado en su servicio por los más altos motivos y hacerlo todo sin
segundas intenciones. En la práctica, le resulta bastante difícil observarse a
sí mismo interiormente y percibir su subjetivismo.
El aparente altruismo
de esta personalidad es la manera legítima que tiene de vivir su propio
egoísmo. En cierto sentido el 2 está convencido de no tener necesidad de
los demás y de que los demás en cambio si tienen necesidad de el; está
convencido de que él no necesita a Dios, sino que Dios tiene necesidad
de su ayuda para salvar al mundo.
Exige aprobación y
afecto. Busca ser amado y apreciado volviéndose indispensable para otra
persona.
Entregado a
satisfacer las necesidades de los demás.
Manipulador.
Los dos evolucionados
son personas genuinamente consideradas y solícitas.
Los Dos poseen una
tremenda necesidad de afecto y aprobación. "¿Les pareceré
simpático?"
Desean ser amados,
protegidos y sentirse importantes en la vida de los demás.
Durante su infancia
estas personas obtuvieron amor y seguridad complaciendo las necesidades de
los demás. Por ello son muy intuitivos para captar la necesidad
ajena.
La persona orgullosa
se siente tan maravillosa que no necesita exhibirse, pero su máxima necesidad
es la atención para lo cual seduce: a cada uno le da lo que quiere.
Promete más de lo que cumple.
Le atraen las
emociones y las caricias, necesita gente para abrazar y contactar.
Es un dar para
recibir un estar en el otro para que le hagan caso.
Como princesas. Es
una niña buena pero puede resultar fatal. Seduce con total inocencia
"Ya sé que soy maravillosa, pero no lo hago queriendo".
El orgullo, que
impide la capacidad de introspección y la aceptación global, no parcial de
la verdad, puede manifestarse de diversas maneras:
- La hipervaloración:
tendencia a sobrevalorar los propios méritos y a creer que puede
afrontarse cualquier problema contando con las propias capacidades para
administrar las crisis y acudir en auxilio del prójimo. El 2 tiene una
gran necesidad de sentirse necesario y/o
indispensable en la
vida de los demás.
- La
hipersensibilidad emotiva: excesiva sensibilidad y ansiedad frente a las
críticas o los indicios de ser rechazado. Cuando se siente herido, el 2 se
cierra en sí mismo y se hace agresivo. De vez en cuando aparece la envidia
como expresión de su necesidad de mantener dependientes a las personas de
su entorno.
- El hedonismo:
búsqueda del placer y de toda clase de gratificaciones, incluidas las
culinarias, para compensar la falta de afecto y de ternura. -La seducción:
empleo de técnicas, verbales o no para atraer sobre sí la atención de las
personas que despiertan su interés o admiración.
- La proyección:
método recurrente de atribuir a los demás los propios sentimientos y
necesidades, como justificación para honrarles mediante el propio servicio
y disponibilidad.
La salida positiva
del "orgulloso" consiste en practicar la humildad que no es otra
cosa que un orgullo sanado y santificado.
Verse desnudo es como
verse desnudo delante de un espejo sintiendo gratitud por lo que este
refleja, sin exagerar orgullosamente los propios
sentimientos, imaginándolos mayores de lo que son y sin minusvalorarse
negándose a aceptar lo que hay.
La humildad se
practica a través de actitudes como las siguientes:
- Aceptar las propias
limitaciones, necesidades y sentimientos, - Reconocer que las propias
motivaciones, a la hora de ayudar a los demás, están a menudo mezcladas
con exigencias personales de fondo.
- Darse cuenta de que
cuando estalla la cólera o el resentimiento es porque hay necesidades
reprimidas o insatisfechas que piden ser atendidas.
- Aprender a ser uno
mismo, más que esforzarse en complacer a los demás.
- Quererse a uno
mismo independientemente de la utilidad práctica que uno pueda suponer
para el prójimo.
- Dejarse querer por
los demás, sin ceder a la necesidad de comprar o ganarse su afecto con el
propio esfuerzo.
- Alegrarse cuando
las personas se hacen independientes y autosuficientes.
- Encontrar espacios
para estar a solas con uno mismo, como oportunidad para la profundización
interior.
3. LA VANIDAD. El
organizador.
Falsificación. El
engaño o la mentira es el pecado capital del 3, una personalidad que busca
el éxito en todo cuanto hace para lo cual trata de embellecer y manipular
la realidad.
El 3 recurre a un
montón de trucos para enmascarar la verdad o para vender sus propias ideas
o productos. Es un maestro del arte de la manipulación que emplea en lugar
de la honestidad, porque esta convencido de que las mentiras son un modo de
transmitir la verdad, pues considera que es verdadero todo lo
que funciona.
Busca ser querido por
su rendimiento y logros.
Competitivo.
Obsesionado con la imagen de triunfador y con status comparativo.
Maestro de las
apariencias. Pueden aparentar ser más productivos de lo que son en
realidad. Confunden su ser real con la identidad del trabajo.
Los tres
evolucionados pueden ser líderes efectivos, buenos
presentadores, capitanes de los equipos vencedores.
Los Tres fueron niños
que recibían premios por sus logros y puesto que eran amados por sus
logros aprendieron a reprimir sus propias emociones y a adquirir el rasgo
que les garantizara el amor.
La idea era
esforzarse mucho para lograr el reconocimiento, asumir posiciones de
liderazgo y ganar, siendo muy importante evitar el fracaso.
Aparentan optimismo y
bienestar, abandonando sus emociones y trabajando para obtener recompensas
externas.
El trepador, el
ejecutivo, la "superwoman" que a todo llega. Son muy activos
y evitan el tiempo libre si no les hace escalar u obtener buenos
resultados.
Su autoestima depende
de su rendimiento. Su vida familiar es de anuncio:
"Viajamos
juntos, hablamos mucho con los chicos, jugamos a tenis".
Interpreta la imagen
profesional requerida. Competitivos, pasión por el éxito.
Sienten que son sólo
lo que aparentan, una mujer puede identificarse con su bonita forma, su
modo de vestir (su máscara).
Muy perfecto pero
alienado. "No sé quién soy, pero lograré lo que me proponga",
"Debo ser el mejor para que me tengan en cuenta".
Arrogantes,
ambiciosos, entusiastas, enérgicos, dominantes, tipo neutro, controlado,
frío en las emociones, gestos estudiados.
Se encuentra mal en
soledad, necesita ser admirada. No pierde las formas, solo muestra su
tristeza en la intimidad.
La tendencia al
engaño, más o menos evidente, puede manifestarse de las siguientes
formas:
- La orientación al
éxito: el 3 es instintivo y competitivo por naturaleza y no le interesan
más que los resultados. Sabe imprimir enseguida la marcha adecuada para
avanzar tanto en el campo profesional como en el de las relaciones.
- El arte de la
manipulación: se expresa en su instintiva habilidad para suscitar la
admiración y el favor de los demás y para exponer sus proyectos de manera
convincente a la hora de conseguir todo tipo de apoyos.
- El pragmatismo: su
filosofía de la vida está orientada a la acción, a posiciones y
estrategias concretas. Para el 3 es verdadero lo que es práctico y no
existen verdades objetivas.
- La atracción
sexual: esta personalidad se sirve de sus especiales aptitudes sociales y
comunicativas para despertar la atención y ganarse las simpatías,
convencido de que toda conquista afectiva es un nuevo éxito.
- La ambigüedad.
Tendencia a vivir de dos maneras diferentes: la más visible es la
orientada al exterior y está hecha de apariencia, de imagen y de adaptación, la
otra tiene que ver con el mundo interior y es más genuina, privada y
protegida.
La salida buena de
los organizadores consiste en integrar la virtud de la verdad, que se cultiva
mediante la práctica de actitudes como las siguientes:
- Ser transparente y
jugar con las cartas boca arriba, sin esconderse detrás de la profesión,
el cargo o la imagen.
- Ser consciente de
las mascaras y trucos que se emplean para manipular al prójimo o a uno
mismo.
- Prestar más
atención a los sentimientos y las necesidades del corazón, sin proyectarse
instintivamente en la acción o en los propios proyectos.
- Saber percibir las
diferencias entre la acción y el sentimiento, especialmente en las
relaciones interpersonales.
- Reconocer la
discrepancia existente entre la imagen pública que se quiere dar y el
mundo privado que se quiere esconder.
- No permitir que la
eficacia sea el principal criterio para valorar las situaciones y a las
personas.
- Afrontar con
humildad el misterio de la cruz y el fracaso como senderos hacia la verdad
de las cosas y aprender a decir "me he equivocado, discúlpame".
4. LA ENVIDIA. El Romántico.
La comparación La
envidia, el pecado capital de los 4 es un sentimiento provocado por el
deseo de tener lo que no está al alcance de uno.
Nace de percepción de
la carencia de algo o de alguien.
Este sentimiento
puede asumir una connotación sexual (el deseo de mantener relaciones con
alguna persona), social (la ambición de pertenecer a una
clase privilegiada o de desempeñar un papel importante), material (la
codicia de bienes físicos, casas, vestidos, alimentos...), intelectual (la
atracción por personas cultas, eruditas y estimulantes).
Atraído por lo
inaccesible; el ideal nunca está presente en el aquí y el ahora.
Trágico, triste,
artístico, sensible, original; concentrado en el amante ausente,
la pérdida de un amigo.
Los cuatro
evolucionados son creativos y pueden ayudar a mitigar el dolor en
los demás; están comprometidos con la belleza y vida apasionada:
nacimiento, sexo, intensidad y muerte.
De su infancia, los
Cuatro recuerdan el abandono y como resultado sufren de un sentimiento de
carencia y de pérdida.
Se quedan
concentrados en el amor perdido, en el amor imposible. Se deprimen con
frecuencia.
Algunos lo aceptan de
forma fatalista, permaneciendo en largos periodos de autoaislamiento,
otros luchan contra la depresión a través de una frenética hiperactividad,
si bien los hay que pueden profundizar en lado más oscuro de las personas
a través del arte.
La melancolía crea
una atmósfera de dulce lamento, haciendo que los cuatro se sientan
intensamente vivos en estos cambios emocionales.
Se mantienen a una
distancia segura, no muy lejos para que la nostalgia familiar no se
convierta en desesperación. Tiene miedo a ser nuevamente abandonado.
Están en la
comparación. "Aquel tiene algo que a mí me falta". Buscan seres
poderosos para emparejarse, gente protectora.
Tienden a despreciar
a quien les ama ya que sienten: "Qué poco vale esa persona que me
aprecia, siendo como soy tan poco valiosa"
Carencia, necesidad
de ser llenado con algo de fuera. Están en la queja.
Rasgos físicos,
marcado entrecejo, falta de volumen corporal, imagen original, cara de
bruja.
Atraen el amor
necesitando más. "Se echa al suelo para que le levanten".
"Intentos de
suicidio para llamar la atención".
Nunca están conformes
con su pareja.
Intentan ampliar su
cultura y conocimientos para emular a los otros, llegando a ser muy
refinados o artísticos.
No se conforman con
ser como el otro, además quieren cortarle la cabeza.
Hay cierta relación
con las maneras homosexuales. Son celosos "Si me quieren, no valen lo
suficiente.
Críticos y
mordaces
La envidia puede
manifestarse de las siguientes maneras:
- La pobreza de la
imagen personal: La envidia parte de una insatisfacción por lo que se es o
lo que se tiene, el individuo tiene dificultad para aceptarse y
reconciliarse consigo mismo.
- La competición: el
miedo a encontrarse con alguien que podría resultar mas atractivo e
interesante que el lleva a l 4 a entablar una competición para no perder
la batalla. La pugna puede situarse en el campo de la imagen, del vestido,
del estilo de la vida, de las armas de
seducción empleadas
para conquistar la atención de alguien.
- La intensidad
emotiva: para sentirse vivo y especial, el 4 busca todo cuanto es
profundo, hermoso y doloroso, y rechaza la rutina y la vulgaridad.
- El maridaje con el
sufrimiento: el sufrimiento es un aliado porque crea intensidad de
sentimientos, riqueza de vida, sensibilidad exacerbada y mayor profundidad
en el encuentro con los demás. A veces el 4 se desposa con el sufrimiento
ensimismándose en el papel de victima o incomprendido.
- La búsqueda de
afecto: la superación del sentimiento de vacío, de soledad y de abandono
se produce mediante la Búsqueda de alguien que le ame de verdad, para
conseguir esa relación puede hacerse dependiente del otro.
La salida de los
"cuatros" consiste en saber descubrir el equilibrio y la
armonía mediante la practica de actitudes como las siguientes:
- Aceptar serenamente
la insatisfacción de los propios deseos.
- Aprender a
satisfacerse sanando la tensión entre la atracción por lo que no hay y la
repulsión por lo que hay.
- Vivir el presente,
sin dejarse llevar por la nostalgia del pasado ni buscar compensaciones
imaginarias soñando con un futuro maravilloso.
- No ceder a la
autocomplacencia, sino encauzar las propias energías en acciones
constructivas, desarrollando las propias capacidades sociales. - Valorar
con serenidad y apertura lo que es único y exclusivo y lo que es normal y
ordinario, tanto dentro como fuera de uno mismo.
- Transformar las
propias heridas en compasión y comprensión para con los sufrimientos de
los demás.
- Recuperar el
equilibrio de la propia vida sentimental.
- Amarse y aceptarse,
aprendiendo a ser buena compañía para uno mismo.
5. LA AVARICIA. El Observador.
La Negación El 5
tiende a retenerlo todo para si. Tras haber construido con esfuerzo su
patrimonio intelectual y su mundo personal, no está dispuesto a privarse
de lo que tiene o de lo que sabe por miedo a empobrecerse.
La avaricia se
manifiesta en distintos contextos: en el ámbito intelectual como tendencia
a no comunicar los propios conocimientos e intuiciones; en el
ámbito afectivo, como inclinación a no compartir los sentimientos y a
mantenerse emotivamente distante; en el ámbito social como resistencia a
implicarse y a emplear el tiempo en cosas superficiales; en el ámbito
material, como apego excesivo a las cosas queridas.
Mantiene una
distancia emocional con respecto a los demás. Protege su privacidad, no se
conecta. Se siente agobiado por los compromisos y las necesidades de los
demás. Se aísla de los sentimientos, de las personas y de las cosas.
Los cinco
evolucionados pueden poseer excelente poder de decisión, pueden
ser grandes intelectuales y monjes.
Son personas tímidas,
cerradas e introvertidas, les gusta vivir aislados o solos, lejos de las
tensiones emocionales. A menudo desconecta el teléfono y están apartados
en los grupos.
De niños, los Cinco
se sintieron invadidos, por lo que guardan su espacio y su privacidad. El
mundo exterior es percibido como invasivo y peligroso, así que
se conforman con lo poco que tienen antes de arriesgarse a salir de
casa.
Y lo que tienen es
gran imaginación y gran capacidad de pensamiento.
Encontrarán formas de
evitar el contacto. Viven su propia vida como espectadores, intentando no
involucrarse.
Sienten gran
necesidad de afecto pero se ven paralizados para acercarse por lo que vive
desconectado de sus emociones creando un enlace mental con el mundo.
Son los sabios
solitarios.
Avaricia de Tiempo o de
energía (no sólo de dinero). Es un cerrarse para no dar.
"Si doy lo poco
que tengo, me quedo sin nada".
Se cansa de la vida
social pero en su retiro goza de cada relación con el recuerdo.
Se siente carente,
retiene lo que posee.
Agrede mediante la retirada
del cariño.
Prefiere estar libre
de obligaciones, huye del compromiso. Prefiere confiar en sí mismo.
Se guardan lo que
sienten, no lloran fácilmente. Tienen problemas sociales
de comportamiento.
Se amuralla para no
ser invadido. Sin movimiento, como catatónicos.
Desconecta del otro a
través del desconectar de sí.
Orden intelectual.
Inaccesible. Se siente atrapado por todo.
Las modalidades
concretas en que puede expresarse la avaricia son las siguientes:
- La autonomía: el 5
tiene una especial necesidad de exclusividad e independencia, posee una
gran capacidad de supervivencia y manifiesta un estilo de vida
austero.
- Acumular
conocimientos: esta personalidad se distingue por su especial predilección
por ampliar su patrimonio intelectual mediante la reflexión y la discusión
incluso sobre conceptos abstractos y mediante la lectura de temas
interesantes y estimulantes.
- Distanciamiento
emotivo: esta tendencia se advierte en el limitado nivel de autoconciencia
emotiva, en la sensación de vulnerabilidad en la relación con las personas
al nivel de los sentimientos y en el miedo a la implicación afectiva y al
consiguiente peligro de dependencia.
- La huida de los
compromisos: el 5 se siente incomodo a la hora de asumir compromisos a
largo plazo, porque podrían privarle de la necesaria libertad e
independencia. Puede por ejemplo negarse al matrimonio porque le
nacimiento de los hijos le exigiría emplear un tiempo y unas energías que
no esta dispuesto a sustraer a otras esferas vitales de su
existencia.
- Dejarlo para más
tarde: Prefiere observar y pensar a actuar y tiende a diferir la acción y
a renunciar al propio protagonismo.
La salida que tienen
los "cuatro" para su crecimiento consiste en cultivar la virtud
del desinterés que se practica mediante actitudes como las siguientes:
- compartir los
propios conocimientos sin temor a empobrecerse.
- no dar por supuesto
que la manera de pensar de uno sea superior a la de los demás, sino ser
conscientes de que hay diversos tipos de inteligencias. - tomar la
iniciativa de revelar los propios sentimientos
para establecer
relaciones de intimidad.
- implicarse en la
acción y con los demás a fin de disminuir el propio aislamiento
- esforzarse por
trabajar en equipo, sin limitarse a confiar en los propios recursos.
- dejar que la vida
sea maestra, mejor que depender de los propios esquemas mentales de
referencia
- mantenerse en
contacto con la propia corporeidad y encauzar las energías hacia la
acción.
6. LA COBARDIA. El que
duda.
El pecado radical del
6 es el miedo, un sentimiento que surge cuando se prevé una amenaza y que
puede deberse a causas externas o internas. La amenaza o la sensación de
peligro puede ser real o imaginaria y puede guardar relación
con realidades presentes o futuras.
El 6 es un
especialista en idear escenarios catastróficos y es prisionero de
sus propias trampas mentales. Los miedos que le torturan tienen diversos
nombres: miedo al cambio, miedo a equivocarse, miedo a lo desconocido,
miedo a la soledad, miedo a la critica, a la hostilidad, al engaño o a la
traición...
Frente a estos
miedos, encuentra seguridad y refugio en la autoridad externa y
en aquellas instituciones que representan puntos firmes de referencia para
su acción.
Los sufíes definieron
a la Iglesia Católica como una iglesia constituida por tipos 6 pensaban
efectivamente que el sistema romano se basaba excesivamente en el temor y
había llevado a muchas personas a tener miedo de Dios, del clero, de
los pecados mortales, de sí mismos y de su propio cuerpo. Especialmente en
el periodo que precedió al Vaticano II, la Iglesia a través de la
fidelidad y la obediencia a sus verdades absolutas e indiscutibles, se
presentó como un lugar ideal para las personas inseguras.
Temeroso, obediente,
lleno de dudas. El pensar sustituye al hacer, teme hacerlo por temor de
ser atacado al exponerse.
Es leal a la causa,
vacila, se siente perseguido y se rinde cuando le acorralan. Al sentirse
acorralado sale a enfrentar el terror de forma agresiva.
Los seis mas
trabajados pueden ser excelentes miembros de un equipo, soldados leales y
buenos amigos.
Trabajan en una causa
de la misma manera que otros trabajan para su beneficio personal.
Los Seis, de jóvenes,
recuerdan haber temido a las personas que tenían poder sobre ellas y haber
sido incapaces de actuar por sí mismos. Para aliviar esta inseguridad
tratan de encontrar una figura protectora sólida o ir en contra de
la autoridad.
Brindan lealtad a una
institución protectora como la Iglesia, una empresa... Son en extremo
leales, encuentran en el grupo su identidad y su seguridad.
La duda, incapacidad
para decidir, miedo al castigo. Su vacilación deriva de
su inseguridad.
Son paranoicos, se
sienten vigilados.
Son bastante tímidos,
depende del subtipo (6-belleza, 6-Fuerza o 6-conservación).
Lucha contra el
miedo.
Obediente con los de
arriba, autoritario con los de abajo.
Necesita apoyarse en
otro, busca la alianza por temor a la propia indefensión.
Tendencia a controlar
sin permitirse el instinto o la intuición.
Los hombres Seis
tuvieron problemas con el padre. Tienen un nivel muy alto de culpa.
Una vez tomada una
decisión, aún continúan con la duda.
Los Seis Fuerza
necesitan demostrar su poder en cualquier situación para prever que nadie
se le vuelva en contra, por miedo.
El miedo de los 6
puede asumir diversas manifestaciones:
- La incertidumbre
crónica: el 6 vacila, no porque esté confuso acerca de las tareas que debe
realizar, sino porque cuestiona sus propias capacidades. A menudo carecen
de confianza personal, dudan de sí mismas, vacilan a la hora de tomar decisiones
y tienden a recoger constantemente nuevas informaciones para no correr el
peligro de equivocarse.
- La dependencia: La
recuperación de la seguridad personal se produce a través de la fiel
observancia de reglas y normas y la obediencia a la autoridad, mientras que
las situaciones no estructuradas provocan ansiedad.
- La sospecha: El 6
no se fía fácilmente de las personas y tiende a dudar de las intenciones
de los demás. Presta atención a dudar de las intenciones de los demás.
Presta atención a los mensajes verbales y no verbales o a los significados
ocultos, desconfía y critica a quien
transgrede y esta
siempre atento a prevenir eventuales peligros.
- La intolerancia
ante la ambigüedad: esta personalidad tiene necesidad de claridad, de
llamar a las cosas por su nombre y no soporta la idea de la ambigüedad,
por eso puede mostrarse rígido e inflexible frente a aspectos o
interpretaciones de la verdad que no coinciden con la suya propia o que le
parecen dudosas y ambivalentes.
- La búsqueda de
amistad: el 6 evita el peligro de ser rechazado promoviendo una imagen
positiva de si a través de la hospitalidad, la afabilidad y la amabilidad
a veces pecando de obsequioso o exageradamente fiel.
La salida del
"seis" está en desarrollar la virtud del valor, que puede
cultivarse mediante la práctica de actitudes como las siguientes:
- Consolidad la
propia autoridad interior.
- Aprender a correr
riesgos y a tomar decisiones para ganar confianza en uno mismo.
- Crecer más en los
valores de fondo que en las normas o en las instituciones.
- Privilegiar la
acción, en lugar de obsesionarse con elucubraciones mentales teñidas de
miedos y peligros a menudo imaginarios.
- Responsabilizarse
de las propias opciones y acciones, sin esconderse detrás de la autoridad.
- Expresar con
claridad las propias ideas sin dejarse llevar por el miedo o por la duda
frente a las posibles reacciones o críticas.
- Promover la propia
autonomía e independencia, tomando decisiones en sintonía con los propios
valores, aunque puedan contrastar con el parecer de los demás.
- Ser audaces, no
tener miedo a tener valor.
7. LA GULA. El epicúreo-El
escapista
El pecado de los
"7" es la destemplanza. No se trata solo de una avidez
limitado a los pecados de la gula, sino de una inclinación general al
exceso y a la inmoderación.
El Peligro esta en
idolatrar el placer, un peligro especialmente presenta en la actual sociedad
del bienestar, que alimenta la cultura de la gratificación y de
la satisfacción inmediata de deseos y apetitos diversos.
El pecado de
destemplanza puede expresarse a nivel cultural, en la necesidad de asistir
a cursos, de vivir nuevas experiencias, de hacer viaje. A nivel físico en
la necesidad de satisfacer al cuerpo con los placeres de la cocina y del
sexo. A nivel social en la exigencia de establecer nuevos contactos,
conocerá otras personas y vivir nuevas e interesantes aventuras. Si el 4
tiende a fijarse en sus carencias, el 7 considera que nunca
ha experimentado lo suficiente.
Locuaz seductor,
busca el placer, evita el dolor.
Gastrónomo,
simpático, aventurero pero evasivo del compromiso y de los límites.
Abierto, compañero
divertido, no termina lo que empieza, hace planes pero no los ejecuta.
Vende su proyecto pero embauca a otros para que lo realicen.
Los buenos sietes
pueden ser buenos teóricos, renacentistas, elegantes y amables.
Los Siete en su infancia
eludieron el miedo escapando por medio de las infinitas posibilidades de
la imaginación.
Suele haber un padre
al que se han revelado.
Se acercan a las
personas para tratar de atraerlas y desarmarlas con su encanto.
Adictos a la
planificación y a la diversión.
Confunde los
proyectos con la realidad es un soñador un fantasioso.
No tienen límites y
sientes que la vida tampoco los tiene.
Ansia de
satisfacción. Búsqueda del placer, que es una huida del dolor.
Complacientes.
Capacidad verbal extrema, charlatán. Vendedor, embaucador, tramposo,
encantador, poder de persuasión.
La vida es juego. Son
bastante payasos y les importa la popularidad.
Utiliza la astucia,
es listo. Es generoso, nunca renuncia a nada, es dulce.
Su lema es
""No hay más”.
Tipo gozador. Es
narcisista, posee gustos exquisitos y una atracción por las experiencias
cumbre.
Rehúsa el compromiso
o si lo hace no suele cumplir, y aunque parece poco fiable suele ser muy
responsable en el trabajo y lo hace con gusto.
Es optimista y
siempre ve abiertas futuras posibilidades de éxito.
La tendencia a
excederse puede manifestarse de las siguientes maneras:
- El permisivismo:
orientación instintiva a satisfacer las propias necesidades concediéndose
la libertad de obrar de acuerdo con el deseo del momento
- El narcisismo: amor
desmesurado a uno mismo, que puede traducirse en el exhibicionismo y el
protagonismo o en la necesidad de aparecer como superior a los demás
intelectual o socialmente.
- La seducción: el 7
puede valerse de su encanto social para resultar agradable y ganarse la
benevolencia, el apoyo y la admiración de los demás.
- La falta de
perseverancia: el entusiasmo demostrado ante los estímulos y las novedades
se traduce en abandono frente a las dificultades, a menudo los 7 escurren
el bulto cuando hay que sacrificarse, ser tenaces y seguir adelante.
- La rebelión: se da
en el 7 una actitud de oposición a la autoridad, especialmente cuando esta
puede turbar su optimismo o ejercer algún tipo de control sobre su
libertad y su imaginación.
La salida de los
"siete" consiste en interiorizar la virtud de la sobriedad, que
se cultiva mediante la práctica de actitudes como las siguientes:
- valorar cada
momento con todo lo que de bueno y creativo puede ofrecer. - llevar
adelante los compromisos adquiridos, sin buscar evasiones, distracciones o
cambios.
- escuchar al que
sufre sin necesidad de pintar las cosas de color de rosa - saber discernir
prudentemente las prioridades. sin dejarse llevar por el impulso del
momento.
- no imponer el
propio ritmo ni el propio humor a los demás, sino saber adaptarse a las
circunstancias y a las personas.
- amar y celebrar la
vida y su aspecto gozoso, pero no a expensas del lado oscuro de la
existencia.
- aceptar la
enfermedad y las cruces cotidianas como aportación a la propia maduración
humana y espiritual.
- experimentar el
silencio y la reflexión como ocasiones para acceder a lo profundo de las
cosas y no quedarse en la superficie.
8. LA LUJURIA. El mandón
El pecado original
del jefe es la arrogancia y/o la lujuria. Ambas tendencias nacen de la
pasionalidad y en el exceso. La lujuria es el deseo vehemente de placeres
carnales. La arrogancia es la pretensión de estar en la verdad,
de imponérsela a los demás o de afirmarla sin amor.
Tiene que tener el
control. Hace demostraciones de fuerza, le encantan las luchas de poder y
los enfrentamientos.
Forma de vida
excesiva: demasiadas cosas, sexo, trasnochador, ruidoso.
Da la cara por sí
mismo y por sus amigos, combativo, extremadamente protector.
Los Ocho
evolucionados son excelentes líderes, poderosos. Tratan de proteger a sus
amistades de cualquier peligro.
Los Ocho describen
una infancia combativa donde los fuertes eran los respetados y los débiles
no lo eran.
La sólida coraza del
Ocho protege el corazón de un niño dependiente, prematuramente expuesto a
circunstancias adversas.
Para protegerse
captan de inmediato las intenciones negativas de los demás.
Encuentran su
identidad como justicieros, enorgulleciéndose de su deseo de defender a
los débiles.
Su asunto principal
es saber quien tiene el poder para ejercer su propio poder sobre la
situación y mantener el control. Si los ocho se encuentran en una posición
subordinada, minimizarán el hecho de que la autoridad posee control sobre
su comportamiento y abusarán de los límites y de la interpretación de
las reglas, hasta tener claro cuáles serán las consecuencias.
El Ocho siempre
considera que la verdad siempre surge durante una riña.
Los ochos no
permiten que se cuestione su propia opinión.
En lugar de buscar
alianzas o acuerdos, su estrategia es la total usurpación del poder.
El modo de liberar la
sobrecarga de energía que tienen consiste en excederse, crear problemas,
interfiriendo en la vida de sus amistades, excederse con la comida, el
sexo o las sustancias.
Intensidad sin
medida. Rebeldía.
No sienten culpa ni
miedo. Primitivos pero no rencor, pena o vergüenza.
Posesivos, celosos,
agresivos, competitivos.
Llevan la verdad
hasta el escándalo. Gusto por los peligros, temerarios, niega las normas
sociales, intolerancia a la frustración. Son la pura acción.
No pide para no
arriesgarse a una negativa, lo arrebatan.
Atropelladores
Rechaza la autoridad, rompe con todo obstáculo que le impida realizar sus
deseos.
No aparece por los
psiquiatras.
Aun manteniendo
abiertas ambas tendencias, tomaremos en consideración especial la
arrogancia como expresión de poder que puede manifestarse de
los siguientes modos.
- El control:
exigencia de dominar las situaciones, vencer en una competición, imponerse
en un enfrentamiento directo, hacer respetar el propio espacio y las
propias opiniones.
- El predominio de la
acción: la identidad de esta personalidad esta vinculada a la acción y a
los resultados concretos, con el peligro de descuidar o infravalorar la
importancia de los sentimientos en las relaciones.
- El sarcasmo: a
veces el 8 puede recurrir a actitudes punitivas para hacer valer su
superioridad como el sarcasmo, la ironía, la intimidación y la
humillación.
- La contestación:
frente a las fuerzas que obstaculizan su voluntad y sus convicciones, el 8
puede oponer resistencia rechazando la colaboración, provocando el
conflicto, denunciando la injusticia y asumiendo una actitud
rebelde.
- La intensidad: la
determinación y la aparente seguridad del 8 puede significar falta de
sensibilidad a su propio mundo afectivo, inclinación a enmascarar su
vulnerabilidad y falta de respeto para con la dignidad y el valor del
otro.
Lo que deben aprender
los jefes es interiorizar la virtud de la sencillez, que se cultiva
mediante la práctica de actitudes como las siguientes:
- Dejar que el niño
que todos llevamos dentro se manifieste y pueda expresarse.
- Aprender a ser
queridos y no temidos por los demás.
- Hacerse más capaces
de expresar el aspecto tierno y vulnerable de la propia naturaleza.
- Ser más atentos y
sensibles a los sentimientos propios y a los ajenos, sin tratar de
negarlos o esconderlos.
- Convencerse de que
nadie es autosuficiente y de que una sana dependencia de los demás es
señal de humanidad y madurez.
- Reconocer que cada
cual tiene su parte de verdad que ofrecer y no pretender imponer la
propia.
- Aprender a
adaptarse a las personas y a las situaciones sin pretender ejercer el
control sobre las cosas.
- Ser pacientes con
el prójimo, reprimiendo el impulso da formular juicios apresurados y
sumarios sobre las personas.
9. LA PEREZA. El mediador.
La pereza es el
pecado capital del 9 que tiene el peligro de abandonarse a la inactividad
y dejar para mañana lo que tendría que hacer hoy, o de dejarse influir por
el humor del momento o por las decisiones de los demás.
Los pecados del 9 son
por "omisión" y tienen que ver con cosas que no se han hecho,
con oportunidades que se han perdido y con cualidades que se han reprimido
y se han mantenido ocultas.
Prefiere dejar a
otros, evitando los conflictos y no afrontando los problemas.
Obsesivamente ambivalente,
ve todos los puntos de vista.
Conoce las
necesidades de los demás mejor que las propias; agradable, manifiesta la
ira en formas indirectas.
Los nueve
evolucionados pueden ser excelentes pacifistas,
consejeros, negociadores.
Los Nueve fueron niños
que se sintieron ignorados durante su infancia, no se sentían escuchados y
las necesidades de los demás eran más importantes que las propias.
Se adormecieron y
olvidaron sus verdaderos deseos procurándose pequeñas comodidades y
sustitutos para el amor.
Aprendieron a
anestesiarse y a olvidarse de sí mismos al darse cuenta de que
sus prioridades probablemente no serían consideradas.
Pierden el contacto
con lo que quieren al fusionarse con los deseos de los demás.
Tienen dificultad en
decir que no y sienten que al entablar una relación ni siquiera se han
preguntado su necesidad sino la del otro.
Se encarga de
mantener la paz, de mediar, de estar de acuerdo con los otros.
No discuten nada,
enseguida asumen la opinión ajena.
Son lentos se pierden
en los detalles y dan rodeos. No llegan al grano de la cuestión.
Sin embargo toda esa
tolerancia guarda dentro de ellos un volcán de rabia a punto de
erupción.
Contienen la ira pero
la expresan como terquedad o agresión pasiva.
Es un adormecimiento
psíquico, no quieren ver ni trabajarse. Pereza de ser, de sentir su
interior, Pereza a la intensidad.
Su depresión es
resignada. Excesivo conformismo.
Aspecto sano, como el
campesino satisfecho, Sancho Panza.
Tapan la realidad
para no enfrentar el dolor. “La vida es simple, no sé por qué la gente se
complica".
Ni siquiera se da
cuenta que sufre, está narcotizado. Se suele evadir a través del hacer
cualquier cosa inútil.
Aparenta no tener
problemas, si bien va experimentando un empobrecimiento.
Adopta valores del
entorno.
La pereza puede
asumir las siguientes manifestaciones:
- La resistencia al
cambio: predilección por las cosas habituales y rutinarias, agresividad
pasiva, tendencia a la resignación.
- El olvido de sí
mismo: dificultades para la introspección y para la conciencia de las
propias necesidades, renuncia a los deseos para responder a las e
expectativas ajenas, tendencia a desacreditarse, necesidad de pasar
inadvertido.
- La compensación:
tendencia a colmar la inercia mediante actividades compensatorias, como la
dependencia del alcohol, de la comida, de la televisión, de la lectura o de un
hobby. Trata de narcotizarse para noenfrentar las situaciones difíciles
- La distracción:
inclinación a despilfarrar las energías en intereses del momento, sin
objetivos de fondo hacia los que orientar el propio esfuerzo.
- Intensidad a través
de las pertenencias: La imagen que el 9 tiene de si mismo está mediatizada
por sus contextos de pertenencia, como la familia, el ambiente de trabajo
o el grupo de amistades, que contribuyen a definir las funciones y la
identidad. Y sobre todo está la búsqueda de fusión con la pareja para
compensar la débil identidad personal.
La salida para los
mediadores está vinculada a la capacidad de desarrollo de la virtud de la
diligencia, que se cultiva mediante la práctica de actitudes como
las siguientes:
- asumir la
responsabilidad por los dones recibidos, implicándose en la vida y con los
demás.
- encender el fuego
interior de la motivación y apretar algo más el acelerador.
- afirmar el propio
valor y dignidad, conscientes de que no es posible amar al prójimo sin
amarse a uno mismo.
- desarrollar la
pasión por la vida, sacando a la luz las propias energías y
capacidades.
- expresar las
opiniones propias y afrontar de manera constructiva los conflictos y las
diferencias, evitando hacer creer a toda costa que todo es paz y
armonía.
- establecer límites
y plazos en la realización de los proyectos, sin perderse en infinitas
distracciones o casas no esenciales.
- aprender a centrar
la atención tomando la iniciativa, estableciendo prioridades y tomando
decisiones.
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