Para
vivir la vida en plenitud, es importante tener una actitud positiva, ya que
esta genera hechos positivos y hace que los demás se muestren abiertos hacia
nosotros.
Los
pensamientos y las actitudes negativas; así como los actos que de ellos
resulten, limitan nuestra capacidad y provocan situaciones
dolorosas. Somos nosotros los que creamos nuestro realidad a cada momento;
las elecciones que hacemos, ya sean positivas o negativas, causarán efecto
positivo o negativo, respectivamente.
Una vez
que comprendemos que siempre tenemos la posibilidad de elegir entre estas dos
realidades en cualquier momento, adquirimos una gran responsabilidad. La
elección es simple, optamos por lo positivo.
Una de
estas posibilidades, es una técnica de visualización llamada el aura
protectora, la cual podemos emplear y nuestro vida cambiara, ya que al
ayudarnos a crear actitudes positivas, sucederán cosas positivas.
Esta
visualización la podremos hacer en cualquier parte. No hace falta que cerremos
los ojos, aunque al principio puede resultar más fácil si la realizamos con los
ojos cerrados. Una vez que dominemos la idea básica la podremos emplear siempre
que lo deseemos, en cualquier momento.
El aura protectora es
estupenda cuando alguien intenta discutir con nosotros o perturbar nuestra
tranquilidad. Es importante para ayudarnos a vivir “en el presente”. El uso
del aura protectora requiere nuestro presencia en el eterno
presente, ofreciendo paz y seguridad.
Pensemos
en todos los pensamientos negativos y los temores que nos acechan actualmente y
alejémoslos de nosotros durante un tiempo. Tomemos la decisión de que al menos
durante un minuto al día podemos librarnos de ellos. Este será nuestro escape
momentáneo. Imaginemos que hemos arrojado toda esta carga mental que llevamos
lejos de nosotros.
La
dejamos en un rincón y permitimos que salga de nuestra mente.
Los
momentos que vienen a continuación son maravillosos.
Tomamos
aire y gritamos en silencio:
iFuera!,
pero pensándolo verdaderamente.
Respiramos
profundamente y mantenemos la respiración contando hasta cinco, luego
expulsamos el aire lentamente, liberando la tensión que aun pudiera quedar, y
nos relajarnos. Respiramos por segundo vez imaginando que nuestro cuerpo está
cubierto por una hermosa capa de metal dorado. Al respirar esta vez, vemos que
esta capa se infla, cubriéndonos y rodeando los bordes externos de nuestra
aura. El oro es el color protector por excelencia en el reino físico; sus
reflejos y su pureza impiden que todas las fuerzas externas negativas entren en
el aura.
Lo
negativo solo puede venir ahora desde nosotros mismos, desde el interior de la
envoltura dorada.
Llenemos
el interior de este capullo protector dorado con la hermosa luz positiva del
arco iris. Respiremos esta energía positiva, fresca y tranquilizante, y
relajémonos.
Es
nuestro tiempo, aquí estamos a salvo, protegidos de las fuerzas negativas del
exterior.
¡Sintamos
alivio!
Sin
embargo, hay una advertencia. Un pensamiento negativa procedente del interior
puede destruir este capullo protector, y será preciso volver a reconstruirlo.
Esto se hace fácilmente, basta con respirar para crear uno nuevo y llenarlo
otra vez de cosas positivas.
Como
podernos notar, la primera vez que se trabaje con esta técnica, invertiremos
gran cantidad de tiempo fabricando nuevas auras protectoras.
Esta
técnica es ideal para usarla en el trabajo.
Con
frecuencia nos vemos sometidos a presiones y nuestra atmósfera se llena de
actitudes negativas. En estos casos, construyámonos un aura protectora. Una vez
que alcancemos un estado de ánimo sereno y positivo, no entraremos en el juego
de alguien que está enfadado.
¡Todas
nuestras respuestas serán positivas!
¡Seremos
intocables!
Al
vernos sonreír, nos devolverán la sonrisa.
El aura protectora es
una visualización que genera pensamientos positivos en nosotros. Es la clave
para que nuestra conciencia despierte y tengamos su Luz en nuestro corazón.
Protegiendo nuestra aura
Nuestra aura es
algo muy frágil, que se puede cortar o desgarrar, e incluso penetrar. Debemos
proteger nuestra aura y así como protegemos nuestro cuerpo físico; ya que una
aura fuerte y saludable puede ser la esencia misma de nuestro salud física y
mental.
Protejamos
este arco iris que nos rodeó, ya que al hacerlo estamos protegiendo todo
nuestro ser.
El aura nos
sirve como espejo y escudo personal; ya que nos refleja y nos cubre.
Cuando
amamos a alguien, el aura adquiere un brillo suave que irradia
cariño y admiración; es un espejo de nuestra alma. Pero si alguien está
enviando odio y violencia, nuestra aura nos protegerá; será un escudo.
Para
proteger nuestra aura, es básico que aprendamos amar nuestro cuerpo físico y
mental.
La
protección vivencial debe formar parte pe todos los momentos durante la
vigilia, y debe estar grabada en nuestro subconsciente.
Este es
uno de los aspectos más importantes de la conciencia del aura y debemos siempre
tenerlo en cuenta y proteger nuestra aura.
Un aura debidamente
reforzada con el amor en nosotros mismos y en la autoconfianza, puede llegar a
irradiar energía positiva e influir directamente en todos los que nos rodean.
Amar a
la persona que nos hace daño es importante, pues elimina del aura todas las
influencias negativas.
Aceptemos
esto, y estaremos protegidos; incluso de la persona que más daño nos puede
hacer…
¡Nosotros
mismos!
Influencias negativas
Aunque
tengamos la mejor salud física y mental, las influencias negativas se pueden
percibir con frecuencia. Es importante reconocer estas influencias y evitarlas.
Una
influencia o vibración negativa es como una enfermedad contagiosa, ya que afectara
a todos los que se encuentran cerca. Algunos de nosotros hemos percibido esta
negatividad cuando en un grupo de personas de pronto se pierden’ las sonrisas.
Parece como si el sol se hubiera puesto antes de tiempo y nos sentimos
irritados y molestos.
Para
evitar esto, hagamos una visualización de grupo. Veamos que una capa nos cubre
a todos, protegiéndonos y sintiendo su bondad y su pureza. Sepamos que la
energía del amor universal nos rodea y que nos cura el alma.
Si
queremos intentar llevar la armonía a nuestros semejantes deberemos retirarnos
a un lugar tranquilo Y silencioso, donde podamos concentrarnos y que no seamos
interrumpidos.
Visualicemos
una gran nube rosada que cubre a todas las personas que conocemos;
imaginémoslas cubiertas por esta energía de amor. Veamos que cada una de ellas
acepta el don del amor y del afecto, y a su vez que cada una de estas personas
proyecta una sonrisa a otra persona.
¡No
olvidemos incluirnos en este grupo!
La
gratitud es uno de los preceptos básicos de las personas que tienen el don de
percibir su Luz,
¡Demos
gracias!
Decidamos
que camino queremos seguir: el de la armonía o el estarnos quejando de nuestra
existencia.
Nuestra aura es
el ropaje que Él nos brinda con el fin de acrecentar el amor.
No la
destruyamos, ni la obliguemos a abrirse por descuido; por el contrario, hagamos
que nos cubra herméticamente, porque nos envuelve en su Amor y en su luz.
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