Podemos conectarnos con los ángeles y otros seres de Luz, de muchas maneras maravillosas, incluyendo a través de los sueños, los sentimientos y las señales que recibimos.
Nuestro
clima emocional puede reproducir o bloquear las conexiones con un ángel. Cuando
tenemos una emoción muy fuerte, como miedo, ira o preocupación,
y al mismo tiempo apelamos a lo más alto en busca de ayuda, esto a menudo
provoca una experiencia angélica.
Sin
embargo, si tenemos estas emociones fuertes y no pedimos ayuda o guía, podemos
bloquear la audición de su orientación. Entonces, el pedido es la clave
esencial.
Podemos
solicitar la ayuda de nuestra parte Divina, el Espíritu Santo, guías o ángeles,
porque somos parte de la misma esencia de esas entidades de Luz, de muchas
maneras diferentes:
Con el pensamiento:
¡Ayúdame! El cielo escucha nuestros pensamientos, y responde con ayuda. Dí tu
petición en voz alta. Las palabras que elijas, y la forma en que ellos
respondan, no son importantes. Lo que importa es la sinceridad.
Escribe
una carta de pedido. Vierte tu corazón, incluyendo todos tus miedos,
preocupaciones y esperanzas. Una vez más, no te preocupes por ser “apropiado.”
Son ángeles, no profesores de idiomas.
Invítalos
a tus sueños. Antes de dormirte, ora para tener una conexión con tus ángeles,
guías, maestros.
También es
útil escribir tu oración y colocar el pedazo de papel debajo de la
almohada.
Pide una
señal. Pide a tus ángeles conocer su presencia. No especifiques cómo
deseas que la señal aparezca. Te sorprenderán con su método. Pero pide a los
ángeles que sea un signo muy claro que no vayas a pasar por alto.
Pide fe.
Si te encuentras lleno de dudas, pide a tus ángeles o guías para que aumente tu
confianza espiritual. Incluso si no estás seguro de si tienes ángeles, o si
realmente existen, pregunta de todos modos.
La forma
más fácil es hablar mentalmente a esos seres luminosos antes de dormirte.
Llámalos
para mantener a flote tu fe, y para que se conecten contigo para estar seguro
de su presencia.
Estás
rodeado de ángeles, ahora mismo.
Incluso si
no crees, tienes ángeles de la guarda que te aman y que están contigo, en este
mismo momento.
Cierra los ojos por un momento, respira profundamente, y siente su presencia. Si todavía no puedes sentir a los ángeles, sigue adelante. Están incluso más motivados para hacer conocer su presencia que tú mism@. Te aman y quieren participar de Tu vida.
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