El Universo es un
constante intercambio energético, todo lo que en él habita libera y absorbe
energía. Es en este intercambio de energías donde se manifiesta la vida y
se diversifica. Espero que os agrade.
Entre toda esta
comunicación, se desprende una parte que pertenece a cada entidad de vida,
formando un campo único e individual que tiene su sello y que habla de su nivel
de conciencia en su existencia personal. Este campo de energía no es más que la
energía cósmica absorbida por el individuo e impregnada y calificada con sus
vibraciones. Estás emanaciones de energías sutiles, lumínicas, rodean el
cuerpo, pasando a ser el manto de luz contenedor de todos los ámbitos de la
existencia de ese ser y protector de toda su experiencia física, emocional,
mental y espiritual.
Somos por sobre todo
energía. Poca conciencia tenemos de esta realidad energética que es nuestra
verdadera realidad. El aura es lo que primero se forma, dando el pase a la vida
física, y es lo último que suavemente se va desprendiendo cuando la muerte del
cuerpo llega.
Nuestro sistema
energético está compuesto por El Aura, Los Chakras y los Nadis, que son los
canales energéticos por donde fluye la energía e todo nuestro ser.
¿QUÉ ES EL AURA?
¿Qué es el aura, si
no una luz que emerge de nosotros, mostrando lo que en realidad somos?
Una definición que
englobaría lo mayoritariamente aceptado sobre el Aura, sería: “El aura se puede
considerar como un campo de fuerza o energía vital que envuelve a todo ser
existente en nuestra naturaleza, seres humanos, animales y plantas, e incluso
hasta los metales y minerales”
El campo de fuerza
energético del aura humana, es producido por las distintas vibraciones y
frecuencias, emanadas de nuestro cuerpo, a través de los distintos puntos
energéticos o Chakras así como también a través de los ojos. Está compuesta por
siete cuerpos (incluyendo al cuerpo físico) y contiene todas nuestras
experiencias vividas, incluso las experiencias vividas en otras de nuestras
encarnaciones.
Es nuestra verdadera
piel. Un huevo energético “huevo áurico” de energía suave y delicada, que nos
rodea en todas direcciones. Es un abanico de colores, que se interpenetran y
mueven constantemente. Muy sensible a los impactos del entorno, puede
fácilmente romperse y fisurarse, debido sobre todo a traumas, accidentes,
estados de shock, estados de ira, etc. Tener conciencia de esto, obliga a
entrar rápidamente en proceso de sanación para recuperar y sellar su estructura
y poder así contar con la protección que nos da el Aura, en nuestra relación
con el entorno.
Todo sucede en
primera instancia en nuestra aura, por lo tanto debemos deducir que cuando la
enfermedad llega al cuerpo físico, ha recorrido un largo camino, para atravesar
esta barrera protectora, es decir las causas de nuestros desequilibrios, están
tan enraizadas que son capaces de traspasar esta barrera lumínica de altas
frecuencias.
LAS DIVERSAS AURAS
“El sendero que
conduce a las estrellas se encuentra en el rayo de luz que mora en tu alma, tu
mente y tu corazón”.
Existen siete de
estas capas o cuerpos áuricos y cada una de ellas parece corresponder con un
nivel de conciencia. Las tres primeras auras o capas también son conocidas en
forma genérica como “el aura de la salud”, ya que refleja las motivaciones
fundamentales de la salud física de cada uno de nosotros y el funcionamiento de
nuestra personalidad. Las tres restantes son manifestaciones cada vez más
espirituales de nuestra existencia.
Estas capas son las
siguientes:
CUERPO FISICO: Es también llamado
“yo inferior”. Nuestra realidad en la tercera dimensión, en el plano material
denso. Es el templo donde se manifiesta el ser espiritual en su camino
evolutivo. Es el punto de anclaje del hijo de DIOS, el hombre, la materia
física. Por medio de él ejecutamos nuestros actos físicos y nos movemos durante
cada existencia en el plano material.
CUERPO ETERICO: Es una replica
exacta del cuerpo físico, incluyendo estructuras anatómicas y órganos, formado
por finas líneas de colores azulosos en constante movimiento. Contiene todo lo
que el cuerpo físico, y graba todo lo que le sucede en la vida. Es un generador
de energías que mantiene al cuerpo físico y que lo regenera en las horas de
sueño. Cuando uno comienza a visualizar el aura, es el campo más fácil de ver,
sobre todo en la punta de los dedos. Mide aproximadamente 5 cm.
CUERPO EMOCIONAL: El segundo
cuerpo aural está asociado con los sentimientos. Su estructura es mucho más
fluida y está formado por nubes coloreadas de una sustancia fina en constante
movimiento. Se extiende desde 2,5 hasta 7,5 cm del cuerpo. El cuerpo emocional
penetra en los otros más densos a los que envuelve. Su color varía desde
matices brillantes hasta tonos oscuros y turbios, lo que depende de la claridad
o confusión del sentimiento o la energía que los produce. Los sentimientos de
mejores vibraciones como el amor, la alegría, la paz, son brillantes y
transparentes. Al contrario cuando estamos agobiados, tristes, abrumados o
enojados los colores resultan oscuros y turbios. Este plano refleja más bien la
expresión de las emociones hacia uno mismo.
CUERPO MENTAL: es el cuerpo donde
se manifiestan los pensamientos, ideas y la intelectualidad. Está compuesto por
finas líneas de color amarillo, que se puede ver sobre todo como una luz
brillante que irradia sobre la cabeza y los hombros y se extiende alrededor de
todo el cuerpo físico. Se expande y se hace más brillante cuando la persona que
lo posee está concentrada en procesos mentales. Se extiende desde 7,5 cm hasta
60 cm del cuerpo. Las energías mentales forman concentraciones energéticas
llamadas formas pensamientos. Estas pueden tener formas y colores, dependiendo
de las emociones asociadas a éstos. Estas formaciones pueden tener una poderosa
energía, en la medida en que estos pensamientos son alimentados, es energía
concreta que puede afectarnos tanto positiva como negativamente. En el caso de
pensamientos negativos, urge cambiar estos estados mentales a unos de
mejores vibraciones, a fin de disolver estas dañinas materializaciones
energéticas que ensucian y obstruyen nuestra aura y que generan un circulo vicioso
de pensamientos perturbadores.
CUERPO ASTRAL: El cuerpo astral es
uno de los cuerpos superiores. Esta también compuesto por múltiples colores,
todos ellos más brillantes y nítidos que los del cuerpo emocional. Acá se
graban las emociones vividas con respecto a nuestros semejantes. Este bello
arcoiris de colores, está generalmente teñido por la luz rosácea del amor. El
chakra del corazón de una persona que ama está invadido por la luz rosa en el
nivel astral. Cuando las personas se enamoran, entre sus corazones se pueden
percibir bellos arcos de luz rosada. Entre la gente se producen numerosas
interacciones a nivel astral. Las auras se comunican antes que exista
comunicación física, esa conexión uno la puede percibir ante la presencia de
una persona, que nos produce fuertes emociones, con solo estar cerca, sin
ninguna comunicación adicional. Grandes manchas del color rosa del astral, se
mueven en el espacio entre estas personas, haciendo contacto. Este contacto
puede ser agradable o no, pero es tan real como el contacto físico. Esta
comunicación puede ser incluso a distancia, no hay límites físicos para ella.
CUERPO PATRÓN ETÉRICO: Es un cuerpo
estructurado que replica todos nuestros sistemas. Este nivel contiene todas las
formas de existencia del plano físico en forma de calco o plantilla, como el
negativo de una fotografía. Su ovoide se extiende desde 45 a 60 cm. En este
plano se encuentra nuestro plan de vida, es decir, un diseño de las
experiencias que tendremos que atravesar en una encarnación para que esta sea
exitosa. Es el nivel en el cual el sonido crea materia, en el que se puede
curar a través del sonido. Su forma es de líneas traslucidas sobre un fondo
azul cobalto. Es llamado doble etéreo porque es allí donde encontramos las
formas más sutiles del primer cuerpo aural, o etéreo; aquí queda el negativo de
toda forma de creación del patrón que se ha creado en la parte física.
CUERPO CELESTIAL: este nivel es el
nivel emocional del plano espiritual. Se extiende desde unos 60 hasta unos 83
cm del cuerpo. Es el nivel a través del cual experimentamos el éxtasis
espiritual, el que se puede alcanzar a través de una constante disciplina en
nuestra vida espiritual, y teniendo constancia en la meditación y el
auto-conocimiento. En este plano alcanzamos el punto del «ser» donde
conocemos nuestra conexión con todo el universo, cuando vemos luz y amor en
todo lo existente, cuando nos encontramos sumergidos en luz percibiendo que
formamos parte de ella y que ella forma parte de nosotros y sentimos que
somos uno con Dios, entonces hemos elevado nuestra conciencia hasta el
sexto nivel del Aura. El cuerpo celestial parece bañado por una hermosa luz
tornasolada compuesta principalmente por tonalidades pastel. Esta luz tiene un
brillo de oro – plata y una calidad opalescente, como lentejuelas de madreperla.
Su forma es menos definida que la del nivel del patrón etéreo, por cuanto
parece estar compuesta simplemente por luz que irradia del cuerpo, como el
brillo que rodea una vela encendida. Dentro de este brillo hay, además, rayos
de luz más fuertes y brillantes.
CUERPO ESPIRITUAL O
CAUSAL -
YO SUPERIOR – PATRÓN ETÉRICO: esta capa es la última del Aura, la que la
contiene y mantiene unida. Es como una malla que da la forma de este huevo de
energía. Es el plano mental superior de nuestra parte más espiritual. Se extiende
desde aproximadamente 75 hasta unos 105 cm del cuerpo. Cuando llevamos nuestra
conciencia al séptimo nivel del aura sabemos que somos uno con el Creador. Está
compuesto por diminutos hilos de luz oro – plata que mantienen unida la forma
completa del aura. La frecuencia de la séptima capa es de una hermosa luz
dorada. Se asemeja a un conjunto de millares de hilos dorados. La parte
exterior de la séptima capa, muy fuerte y elástica, resiste a la penetración y
protege el campo en la misma forma que el cascarón lo hace con el polluelo. En
este nivel, todas las formas de los chakras y el cuerpo parecen hechas de
luz dorada. Se podría comparar con una onda luminosa erguida y de
intrincadas formas, que vibra a una velocidad extremadamente elevada. La red muestra
el poder de la luz dorada, la mente divina que mantiene unido el campo en su
totalidad e integridad. Además; en el nivel del patrón cetérico también están
las bandas de la vida anterior. Se trata de franjas de luz coloreada que rodean
completamente el Aura y que se pueden encontrar en cualquier lugar de su
superficie. La banda que se halla cerca del área de la cabeza-cuello suele ser
la que contiene la vida pasada que tratamos de aclarar en nuestras presentes
circunstancias vitales. El nivel cetérico es el último nivel aural en el plano
espiritual. Contiene el plan de vida y es el último nivel directamente
relacionado con esta encarnación.
LOS CHAKRAS Y EL AURA
“En los chakras
encontramos los siete rayos del arco iris”
Las distintas capas
del aura están “respirando” alrededor de nosotros, energías que se asocian con
la energía vital. Pero, existe otro tipo de energía, comparable con los rayos
de luz, que entra y sale de ciertos centros de nuestro cuerpo. Estos centros se
llaman chakras. Los chakras son pequeños torbellinos giratorios de energía,
dispuestos en línea a lo largo de la espina dorsal, y van desde la parte
superior de la cabeza hasta el coxis. Su nombre en Sánscrito significa rueda,
ya que giran como estas en dirección de las manecillas del reloj.
Cada chakra tiene
cuatro funciones principales:
dinamizar las capas
áuricas
alimentar la función
psicológica
alimentar la función
fisiológica
transmitir la energía
entre las capas áuricas
En el terreno
fisiológico, cada chakra presenta una estrecha relación con una glándula
endocrina.
Chakra raíz –
asociado al Campo Etérico
Color rojo. Instinto
de supervivencia, seguridad, conexión a la tierra y la vida en ella.
Chakra Sacro – asociado
al Campo Emocional
Color naranjo.
Relaciones, sexualidad, creatividad, sensibilidad.
Chakra Plexo Solar – Asociado al
Campo Mental
Color amarillo. Poder
personal, autoestima, mundo emocional.
Chakra del
Corazón – Asociado al Campo Astral
Color verde o rosa.
Amor, compasión.
Chakra de la Garganta –
Asociado al Cuerpo Patrón Etérico.
Color azul.
Comunicación interna y externa, creatividad artística.
Chakra del Tercer ojo –
asociado al Cuerpo Celestial.
Color índigo.
Intuición, conexión con planos sutiles. Inteligencia superior.
Chakra de la Corona –
Asociado al Cuerpo Espiritual o Causal. Yo superior. Color blanco.
Conexión con la fuente creadora.
LIMPIEZA Y CURACIÓN
DEL AURA
“Muestra cómo brillas
y me dirás quien eres”.
El Aura es una Luz
que fluye de la Energía Universal, pero cuando enfermamos física o mentalmente,
perdemos su luminosidad y se vuelve oscura y sombría. Recordemos que el Aura es
la suma total de las emanaciones de vida de cada uno de nosotros, y que con
frecuencia, esconde a la vista de todos, nuestro lado más oscuro. Por lo tanto,
debemos buscar en nuestro interior y sacar lo mejor de nosotros hacia la
superficie, para recuperar su Luz. Este proceso de purificación nos traerá el
fortalecimiento de nuestra vida y por lo tanto, del Aura. Afortunadamente, el
Aura se puede limpiar, devolviéndonos la vitalidad física y mental. Pero su
limpieza tiene sólo efectos temporales si insistimos en volver a la infelicidad
y a los malos hábitos emocionales y mentales.
Una de las mejores
instancias de recuperación energética y limpieza tanto del Aura como de los
chakras, son las Terapias vibracionales. De ellas la más conocida es el reiki.
También podemos usar terapia Floral o cristales para el trabajo con nuestras
energías.
Mantener el Aura
limpia no es algo complicado. Una buena ducha después de un día particularmente
agotador o después del contacto con alguien que nos dejó una sensación de
cansancio (contaminación energética), es una buena instancia de limpieza. Pasar
nuestras manos suavemente por el Aura, como una caricia, desde arriba hacia
abajo, es una buena forma de limpieza. Si además lo acompañamos de una toma de
conciencia e intención clara de lo que estamos haciendo, dando una orden
precisa a nuestras energías a volver al equilibrio, este trabajo esaún más
completo. Después de uno de estos ejercicios de limpieza es muy importante
lavarse las manos.
Yo dirijo mi micro
universo, yo lo moldeo y con el poder de mi intención lo re-creo y armonizo.
Toca tu aura, ajústala, acaríciala y límpiala, de manera consciente y con una
intención concreta de salud y bienestar. No necesitas nada más que esto para
mantenerte energéticamente limpio y armónico.
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