Hoy en día
existen infinitud de tipos de té aromatizados. Algunos sirven para bajar de
peso, permanecer despiertos e incluso para combatir el envejecimiento, entre
otras maravillas.
El cuerpo
solicita aquella infusión china con siglos de tradición: el té. Las hojas secas
de color negro que llegaron a nuestras tierras en manos de los descubridores
fueron tan populares que, con el pasar de los años, la variedad en el mercado
creció hasta el punto que comprarlo muchas veces se torna un desafío.
Té blanco
Esta variedad
se debe a que los huertos son sembrados a la sombra de las montañas, evitando
la generación de clorofila.
Su
principal virtud es que posee mayor cantidad de antioxidantes que cualquier
otro té, por lo que combate el envejecimiento de la piel, además de aumentar la
concentración y favorecer la eliminación de grasas. Por esto, durante siglos
fue el té reservado al emperador y sus visitas.
Té azul
Se trata
del punto medio entre los tés verde y negro, ya que su sabor es parecido al
verde, pero sin aquel pastoril dejo de hierba en el paladar, mientras que su
similitud con la variedad negra radica en el color, aunque desprovisto de aquel
sutil dulzor.
Es bueno
porque refuerza el sistema inmunológico, reduce los niveles de colesterol y
combate la hipertensión arterial, además de limpiar la piel.
Té amarillo
Una vez
recolectadas las hojas, estas son dejadas fermentar y por eso adquieren aquel
color. Sin embargo, la degradación contribuye a que las hojas amarillas exhalen
mayor cantidad de aroma cuando entran en contacto con el agua.
El aporte
que el té amarillo realiza al cuerpo consiste en ácido fólico y las vitaminas
B, B1, B2 y C, junto con retardar el envejecimiento celular y prevenir los
problemas de visión. No obstante, el té amarillo mancha los dientes, por ello
se recomienda lavarlos cada vez que se ingiere.
Té kukicha
Las ramas
del té verde permanecen tres años en la planta para dar origen al tipo kukicha,
cuyas hojas y tallos son tostados al fuego para obtener una infusión suave con
un ligero sabor a nuez.
Su virtud
radica en que, al estar más tiempo en la planta, posee mayor cantidad de
minerales, entre los que destaca el calcio. Además, tiene efectos
revitalizantes y diuréticos, junto con servir para lavados oculares en caso de
conjuntivitis.
Té pu-erh
Hace siglos,
su consumo estaba limitado a la nobleza china porque para elaborarlo las hojas
son guardadas entre dos a cincuenta años en vasijas de cobre, proceso que le
otorga al pu-erh el color rojizo y un fuerte sabor que lleva a beberlo
pausadamente, igual que un vino.
El consumo
de té pu-erh favorece la digestión de alimentos ricos en grasa, baja el
colesterol, equilibra el metabolismo hepático y fortalece el sistema
inmunológico.
Té rooibos
Lo sacan
del arbusto al que debe su nombre, por lo que en realidad no es té ya que este
último proviene de la camelia sinensis, pero se comercia como tal debido a su
parecido con las hojas del té.
El rooibos
es beneficioso para la salud porque -al poseer menos cafeína que sus similares
-, contribuye a la relajación del sistema nervioso, además de aliviar los
cólicos de niños pequeños.
Té chai
Esta
bebida nace de la disputa de chinos e ingleses por la soberanía del té.
Cansados del conflicto, los británicos decidieron inaugurar plantaciones en la
India colonial, lugar donde nació el té chai. Su diferencia con la infusión
tradicional radica en que contiene jengibre, canela, clavo de olor y ginseng,
otorgándole un sabor dulce y refrescante a la vez.
Al té chai
le son atribuidas virtudes anticancerígenas, la reducción de la flatulencia y
la aminoración de los efectos del mal de Alzheimer.
Té Earl Grey
Esta fue
la variedad preferida del conde Grey, quien lo popularizó durante el siglo XIX
gracias al regalo de un chino que, según cuenta la historia, su hijo fue
rescatado de las aguas por los hombres del nombres del noble británico. De este
modo Grey se tornó aficionado a la mezcla de té negro y aceite de bergamota.
El Earl
Grey posee la amargura del té negro con tintes cítricos y un aroma
intensificado gracias a las cáscaras de bergamota. Junto a ello, es popular
gracias a sus efectos contra la ansiedad, depresión y el combate a los
resfriados.
Té Lapsang Souchong
Este es
un líquido más oscuro que el resto de los tés debido a que se trata de las
hojas de té negro ahumadas, lo que también intensifica su aroma. La idea de
secarlo al humo se debe su procedencia de montañas altísimas a donde los rayos
del sol llegan de modo tenue.
El té
Lansang Souchong se recomienda para acompañar quesos o comidas saladas, además
de ser un buen diurético y ayudar a la reducción del colesterol.
Té negro
Este es el
más famoso en Occidente y su nombre se debe a que cuando aún aun no se ha
vertido el agua hirviendo sobre las hojas, estas son de color negro. No
obstante, los japoneses lo llaman rojo por su tonalidad una vez preparado.
Aparte de
las diferencias de ángulos sobre la coloración de la bebida, el té negro se
gradúa en tres categorías: Ceilán, Assam, y Darjeeling, siendo considerada esta
última como la de mejor calidad por los ingleses. Finalmente, el té negro es
diurético, antioxidante y estimulante, casi como una taza de café.
Té verde
El color
del té verde se debe a que es recogido cuando aún contiene clorofila y luego es
secado rápidamente. Además, se trata de la segunda variedad de té más popular
en el mundo, cuya denominación en China depende de la región donde fue extraído,
mientras que en Japón el grado alude a la forma en que fue recolectado.
El té
verde es vaso dilatador, lo que aumenta el estado de alerta cuando la mente ya
no quiere más guerra. También esta variedad de té posee propiedades diuréticas
y una alta concentración de flúor, lo que ayuda a conservar la salud dental.
Té rojo
Las hojas
secas de este tipo poseen tonos rojizos debido a que es secado en tiestos de
cobre y su valor en el mercado depende de cuánto tiempo haya sido procesado,
factor que fluctúa entre dos y cincuenta años.
La gran virtud del té rojo es su capacidad para aumentar el metabolismo, lo que apunta a perder peso rápidamente, junto con desintoxicar el cuerpo y levantar el ánimo. Sin embargo, no debe ser usado por embarazadas, niños y personas con tratamientos médicos prolongados debido a sus efectos sobre las reacciones químicas de las células.