Cualquier tipo de
miedo o temor proviene siempre de un desequilibrio en el primer chakra.
Muchas veces no
somos conscientes de que esto es así, y nuestra mente corre a darnos muchas y
variadas formas en las que integrar la procedencia de este miedo o temor.
De una manera
sencilla, cualquiera de nosotros puede superar cualquier miedo que se halle en
su vida presente o pasada, sólo poniendo atención en éste chakra primero, el
que está situado al final de nuestra columna vertebral y se posiciona mirando
hacia la Tierra, entre el ano y la parte genital. Justo en ese pequeño espacio
podemos enfocarnos para equilibrarlo.
Antes de nada,
cerraremos los ojos para evitar distracciones y conseguir un momento de paz y
serenidad. Después enfocaremos nuestra atención en nuestro corazón, allí donde
reside el centro espiritual de nuestra alma y nuestra conexión con Dios o la
Consciencia Divina. Unas cuantas respiraciones profundas y, aun manteniendo
nuestra atención en el chakra del corazón, nos enfocamos también en este primer
chakra, al que visualizaremos de un color rojo brillante.
Mantendremos
nuestra atención en estos dos puntos y visualizaremos cómo nuestro chakra del
corazón irradia Luz hacia este primer chakra, de manera que veremos un hilo de
Luz desde el corazón hasta el primer chakra. Nos mantendremos en esta posición
varios minutos, en los que deberíamos notar una cierta fluctuación de energía
en ese centro de color rojo. Nos mantendremos en ese enfoque y enviando energía
durante unos minutos o hasta que percibamos que la fuerza ha regresado a
nosotros. Esta es una técnica muy sencilla que se puede utilizar para
equilibrar cualquiera de nuestros centros energéticos.
Cuando nuestro
primer chakra está equilibrado, el ser humano no teme a nada ni nadie, porque
sabe que Dios se encuentra con él en todo momento. También es de vital
importancia para mantenernos centrados en nuestra vida como seres humanos, y
también es el lugar en el que se enraiza nuestra alma en esta experiencia
humana. Así que ya veis la importancia de mantenerlo en perfecto
equilibrio.
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