La
escritura automática es un don o un arte que habitualmente sucede de forma
espontánea, aunque también puede aprenderse.
A veces
sucede cuando alguien trata de escribir una carta, una lista, una historia o
incluso un poema, se da cuenta que de repente el bolígrafo comienza a moverse
por sí solo sobre la hoja de papel y deja plasmado un mensaje o dibujo. El tipo
de letra es siempre totalmente distinto al que solemos utilizar en nuestra vida
diaria. El mensaje recibido puede ser de un familiar fallecido y si se comparan
las dos escrituras, el parecido suele ser espectacular. También puede haber
sido enviado por alguien del pasado a quien podemos identificar por su
trayectoria en algún campo o incluso un ser al que no conocemos en absoluto y
que quiere comunicarse con nosotros o hacer llegar un mensaje a alguien a quien
conocemos.
Cuando
esto sucede y se recibe un mensaje de manera espontánea, uno debe tomarlo como
una forma de comunicación natural y permitir el contacto cuando suceda, nunca
forzarlo. Las personas habituadas a este tipo de escritura suelen sentir un
ligero hormigueo o inquietud en sus brazos, y esa es la señal de que un mensaje
está por llegar.
La
escritura automática difiere de la escritura normal en que es mucho más rápida.
A menudo las palabras se juntan o las separaciones entre palabras no son las
correctas e incluso la medida de las letras suele ser curiosamente mucho más
grande de lo acostumbrado. A menudo tampoco se sigue ningún orden al comenzar a
escribir, puede empezarse por abajo e ir subiendo por la página o comenzar
incluso por la izquierda de la hoja, escribiendo al revés. A veces pueden ser
versos o contener versículos bíblicos o de otra religión. Siempre debemos
permitir que todo esto suceda porque se soluciona al leer el escrito. De otro
modo entorpeceríamos el sistema automático de escritura.
A veces
hay mensajes que pueden venir de seres de Luz y no de personas fallecidas, en
los que suele hablarse de los problemas del mundo y sus soluciones. Siempre uno
debe quedarse con aquello que sea útil y coherente y descartar lo que no lo
sea.
Cómo comenzar con la escritura
automática
Incluso
si nunca has experimentado un flujo espontáneo de palabras, puedes usar la
escritura automática tanto para contactar con un ser querido fallecido como
para la adivinación. Hay personas que encuentran la escritura automática más
fácil cuando han desarrollado ciertas habilidades naturales al practicar
scrying y otros tipos de adivinación en la que se incluyen símbolos. Para
otros, es una buena forma para permitir que los pensamientos inconscientes
propios salgan a la luz.
Cómo utilizar la escritura
automática para recibir mensajes
Voy a
explicar el sistema por pasos para facilitar el entendimiento y
aprendizaje.
1. Para
comenzar necesitas un bolígrafo que escriba bien, una libreta, un lugar
tranquilo y sin interrupciones, una mesa y una silla cómoda. Siéntate, toma el
bolígrafo con tu mano dominante y apenas sostenièndolo, y apóyala sobre la hoja
de papel. Cierra los ojos y realiza unas cuantas respiraciones bien profundas
hasta que te sientas relajad@, y permite que la mano se mueva como quiera.
Quizás quieras preguntar a tu mano si tiene algún mensaje para ti. Esto suele
funcionar muy bien sobre todo al principio, cuando se aprende la técnica.
2. Sujeta
el bolígrafo sin hacer ninguna fuerza y mantén tu mente despejada en todo
momento. Debes permanecer en un estado de semi-meditación para obtener los
mejores resultados.
3. Si
después de unos minutos no sucede nada, y esto es habitual al principio,
visualiza una columna de luz hecha con letras doradas que van formando palabras
una y otra vez.
4. Ahora
cuenta en tu mente del 20 al 1 de manera lenta y relajada y a continuación
permite que la luz de la columna entre por tu cabeza y se dirija hacia el brazo
hasta llegar a los dedos que sujetan el bolígrafo. Enseguida verás que tu brazo
queda totalmente lleno de luz dorada y esa luz llega hasta la punta del
bolígrafo. Ahora puedes ver cómo las letras doradas fluyen hacia la superficie
de la página.
5. Espera
hasta que sientas un ligero temblor en el bolígrafo y deja que se mueva. Al
principio pueden salir solo líneas o círculos para pasar a continuación a
formas geométricas y seguidamente aparecerán las letras que formarán palabras.
No intentes leer o analizar nada de lo que se escriba en el papel porque
perderías la espontaneidad necesaria para el ejercicio.
6. Cuando
sientas que pierdes la concentración, detente.
7. Intenta
practicar este ejercicio cada día a la misma hora como si fuera un ritual.
Inténtalo solo 5 o 10 minutos seguidos, para ir aumentando el tiempo con la
práctica.
8. Al
final de cada sesión, deja el bolígrafo sobre el papel y observa como la
columna de luz dorada se desvanece gradualmente hasta desaparecer.
9. Utiliza
siempre el mismo bolígrafo y la misma libreta, y no los utilices para nada más
que para practicar la escritura automática.
10. Ahora
lee lo que has escrito. El mensaje podría estar relacionado contigo o con otra
persona, e incluso con una vida pasada tuya. Guarda siempre todos los mensajes
que recibas porque quizás en ese momento no los comprendas, pero sí lo hagas en
el futuro.
11. Una
vez des por terminada la sesión, haz algo mundano como beber un vaso de agua o
comer una galleta o andar descalzo por el jardín, ya que esto te devolverá a tu
vida ordinaria.
Cómo utilizar la escritura
automática para la adivinación
Al
igual que en el anterior sistema, os daré los pasos para facilitar la
comprensión.
1. El
inicio es el mismo que el descrito en la sección anterior. Una vez conseguida
la relajación, escribe conscientemente la pregunta para la que deseas
respuesta. Esto deberás hacerlo con un bolígrafo cualquiera y no con el que
prácticas la escritura automática habitualmente.
2. Una
vez tienes la pregunta escrita sobre la hoja de papel, toma el bolígrafo
especial con el que trabajas siempre la escritura automática y escribe aquello
que primero venga a tu cabeza. Recuerda que debes permanecer con la mente totalmente
relajada y sin pensamientos que entorpezcan el ejercicio. Es posible que
sientas un ligero temblor en tu mano antes de escribir, pero si no lo sientes,
escribe igualmente. La respuesta puede ser muy larga o muy corta, pueden ser
solo unas palabras o unas cuantas frases o incluso varios párrafos. Acepta
aquello que llega a ti con naturalidad.
3. Cuando
sientas que el ímpetu decae, deja el bolígrafo sobre la mesa.
4. No
leas la respuesta. Toma de nuevo el bolígrafo ordinario, escribe tu siguiente
pregunta y sigue los mismos pasos que en la pregunta anterior. Toma tu
bolígrafo especial de escritura automática y permite que llegue la respuesta a
tu mente y plásmala sobre el papel sin pensar en nada.
5. Sigue
los mismos pasos con cada una de las preguntas que tengas, hasta un máximo de 5
o 6 respuestas o sientas que ya has agotado todas las posibilidades.
6. Ahora
lee las respuestas una detrás de la otra. Pueden tener forma de diálogo contigo
mismo o pueden ser simbólicas. En este último caso, deberás proceder a
descifrar el significado de cada uno de los símbolos recibidos. Algunos
practicantes tienen su propia lista de significados de símbolos, otros utilizan
listas de símbolos usados en la lectura de las hojas del té o la simbología
propia del scrying, por ejemplo. Cada uno puede usar lo que más cómodo le haga
sentir.
Los
ejemplos que siguen muestran cuán distintos son los mensajes recibidos. Pueden
ser totalmente legibles o ser simbología pura. No obstante, siempre se recibe
aquello que debe recibirse y será comprensible para el practicante de escritura
automática.
Noor,lo encontrè,gracias corazòn
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