Para ser feliz, uno debería tener algo en lo que vivir, algo por lo que vivir y algo por lo que morir. La falta de una de estas metas suele acabar en drama y la falta de dos de ellas siempre acaba en tragedia.
Veamos una
historia real que nos servirá de ejemplo para ubicarnos mejor.
La vida de
Ed Rapp da testimonio de la sabiduría de estas palabras. Además de nuestras
necesidades de salud, prosperamos cuando también cumplimos con los puntos 2 y 3
(algo por lo que vivir y también morir).
Ed Rapp tenía
lo que podríamos considerar una buena vida. Tenía una gran familia, trabajaba
para una gran empresa, tenía una buena posición social y el trabajo que
brindaba numerosas oportunidades para marcar una diferencia significativa en el
mundo.
Pero entonces,
como suele pasar, PAM!!! El día 5 de noviembre de 2015, todo cambió para él.
Ed Rapp
era entonces presidente del grupo Caterpillar, Inc. y se hallaba en la cima de
su carrera cuando le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica (ELA), a los
56 años. Por supuesto, a nadie extrañó que dimitiera inmediatamente de su
puesto.
Sin
embargo, lo que sí fue realmente sorprendente, al menos para él, fue la gran
cantidad de palabras que recibió de colegas y amigos que se acercaron para
ofrecerle su apoyo y aliento. Recibió decenas de mensajes con la frase: ¡Mantente
fuerte!.
Y
mantenerse fuerte es exactamente lo que Ed ha estado haciendo. Ha aceptado el
desafío y se ha convertido en un líder en el esfuerzo global para investigar,
tratar y encontrar una cura para esta terrible enfermedad.
El
propósito declarado de Ed durante décadas había sido “tener un impacto positivo
en las personas y las responsabilidades que experimentan a lo largo de la vida”.
Después de su diagnóstico, su propósito nunca vaciló. Fundó Stay Strong vs. ALS, que ha recaudado
más de 15 millones de dólares para la investigación de la ELA, una buena parte
de los cuales llegó a través de la gran cantidad de colegas y amigos que hizo
mientras estuvo en la empresa Caterpillar. La misión de Stay Strong vs. ALS es apoyar a quienes buscan una cura y brindar
mejores tecnologías de asistencia a quienes padecen la enfermedad.
En
Caterpillar, recuerda Ed, solían decir: El camino hacia el progreso comienza
con un camino. El camino de Ed comenzó en una granja en Missouri, donde se
graduó de la escuela secundaria en una clase de 30 estudiantes. No es extraño
que cuando se inscribió en la Universidad se sintiera fuera de lugar y
abandonado. Como respuesta a ese sentimiento, tomó una clase de liderazgo donde
adoptó una receta diaria de establecimiento de objetivos y afirmaciones basadas
en propósitos.
Hoy sigue
utilizando esa misma receta, que desde hacía tantos años había impulsado su
éxito en Caterpillar, para asesorar a los pacientes con ELA cuando se enteran
por primera vez de su desgarrador pronóstico: de dos a cinco años de vida. Ed
recurre a su propia experiencia para hacerlo. “Las únicas veces que lloré”,
admite, “fue cuando se lo conté a mis hijos y a mis padres”. Cuando su suegro
expresó su pesar por su condición, Ed respondió: “Si puedo marcar una
diferencia en la ELA, habrá sido una buena vida”.
Al
asesorar a otras personas, comparte sus prácticas diarias para luchar contra la
enfermedad: dieta, ejercicio y fe. Cada noche, después de rezar, cuando apoya su
cabeza sobre la almohada, se hace tres preguntas: “¿Afronté el día con la
actitud mental adecuada?, ¿Le demostré claramente a mi familia que estoy
totalmente comprometido con la lucha contra la ELA? e ¿Hice una pequeña
diferencia en la lucha contra la enfermedad?”.
Cada
mañana, cuando se levanta, reafirma su propósito de aprobar en la vida. Contra
todo pronóstico, se “mantiene fuerte”. Su marcha es difícil y camina con dos
muletas, pero su fuerza y capacidad respiratoria son
buenas.
La
enfermedad puso de relieve el hecho de que todos en la vida lidiamos con la
adversidad en algún tamaño o forma. Mientras todos afrontamos los desafíos que
se nos presentan, debemos recordar que Dios no va a medirnos por los
acontecimientos, los anuncios, los títulos laborales, los desafíos personales o
incluso un diagnóstico. Todos seremos evaluados por cómo respondemos y por la
contribución que hacemos al mundo.
Cuando uno
piensa en su vida como en una “llamada”, es capaz de transformar toda su
experiencia en ella.
Y entonces,
¿cómo podemos aprobar en la escuela de la vida?
La mayoría
de nosotros, en algún momento, luchamos por responder a esa pregunta. Algunos descubren
su respuesta temprano en la vida. Pero la mayoría lidiamos con la prueba y error
a medida que avanzamos.
El
propósito es un factor importante para salir adelante. Los investigadores se
han vuelto cada vez más serios en el estudio de cómo liberamos y mantenemos
nuestros propósitos. Sus estudios llaman nuestra atención sobre las siguientes
cualidades con respecto al propósito:
El
propósito es un camino, una parte clave de nuestra búsqueda personal de
significado. Si nuestra intención es lograr una buena nota en la vida, contribuir
a asuntos que van más allá y son más grandes que nuestro propio interés,
debemos elegir un camino de propósito.
El
propósito es una práctica dirigida a objetivos o fines que van más allá de
nosotros mismos y logramos un aprobado al despertarnos con un propósito todos
los días.
¿Alguna vez sientes que eso del
propósito no es para ti?
Si no
tienes una causa como Stay Strong vs. ALS,
no temas. No estás solo. Verás que existen dos tipos de propósito en la vida:
unos con “P” mayúscula y otros con “p” minúscula.
El
propósito con “P” mayúscula nos conecta con una causa, como podría ser Stay
Strong vs. ALS, y a menudo es abrumador. El propósito con “p” minúscula es
igual de digno y valioso, pero en una escala más pequeña y diaria. El propósito
con p minúscula contribuye diariamente a los demás, aunque no siempre todos los
actos tienen que ser nobles.
El
propósito con P mayúscula de Ed es “Mantenerse fuerte contra la ELA”, una causa
noble, sin duda. Su propósito con p minúscula es hacer una diferencia en la
vida de una persona con ELA todos los días. Se levanta temprano todas las
mañanas y aconseja a un extraño al que acaban de diagnosticar ELA y se siente
aterrorizado. Con esta sencilla práctica diaria con “p” minúscula, Ed
transforma una video llamada o una llamada telefónica en un paso hacia la obtención
de un aprobado en la vida.
¿Obtendré un aprobado?
¿Por qué
te levantas por la mañana? ¿Cuál es tu propósito con “p” minúscula? El
propósito se desbloquea en lugar de encontrarse y descubrirse. Puede ser tan
simple como practicar el propósito universal predeterminado: “Crecer y dar”. O
marcar una diferencia en la vida de una sola persona, hoy. El secreto para
obtener un aprobado es la constancia diaria en el propósito.
Al final, obtener una buena nota significa dedicarnos a algo por lo que vivir y algo por lo que morir.
Muchas gracias! por tocar este tema. He pasado muchos años de mi vida preocupada por otras personas y me siento un poco sin rumbo. Espero poder encontrar aun ese propósito en mi vida que me motive a vivir y a morir por ello. Un besito.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti por dejar tu comentario. Con tu permiso te dejo un enlace a un conocimiento que te ayudará sin ninguna duda. Espero que pronto encuentres el camino de nuevo y no te apures porque todos, absolutamente todos hemos pasado por estos vaivenes. Un beso grande.
Eliminarhttps://drive.google.com/drive/folders/1ysmrZSGyp5M1bdJCtxMFsk4HlKI7Vup0?usp=sharing
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EliminarMuchas gracias! por tus ánimos Noor y si! voy leyendo de a poco. Besines =)
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