REDES

domingo, 20 de mayo de 2018

EL AJO - ALGUNAS RAZONES PARA DISFRUTAR DE ÉL

El ajo es un alimento que forma parte de nuestra cultura gastronómica desde siempre. No obstante, muchas veces no se incorpora a los platos por su intenso aroma y sabor.

Veamos solo cinco razones para consumir ajo como parte de nuestra alimentación habitual y gozar de una magnifica salud.

Ayuda a controlar los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, según ha sido mostrado por un meta-análisis que incluyó 26 estudios diferentes. Y puede ser de gran utilidad para quienes presentan dislipemias en su organismo.

Es una buena fuente de minerales y vitaminas, entre los que destaca el potasio, fósforo, selenio, zinc, vitaminas del complejo B y en menor medida, las vitaminas C y E.

Contribuye a controlar la presión arterial y mejora la circulación sanguínea debido a que posee efectos vasodilatadores y antitrombóticos en el organismo, entre ellos, compuestos sulfurados.

Provee antioxidantes e incrementa la capacidad del organismo para luchar contra el estrés oxidativo que puede dañar células en todo el cuerpo e inducir problemas cardiovasculares. Además, impide la oxidación de los lípidos por lo que ayuda a prevenir la arterioesclerosis.

Aporta mucho sabor y aroma a los platos con poquísimas calorías, por ello, puede ser de gran ayuda para reducir el uso de sal en las comidas y al mismo tiempo saciarnos con alimentos sanos y sabrosos.

Está claro que vale la pena soportar la huella que puede dejar el ajo en nuestro aliento para disfrutar de estos valiosos beneficios que este alimento nos ofrece.

Ya sea como parte de una salsa, de un salteado, de una ensalada o de un relleno para tarta salada, puedes incluir ajo en tu alimentación habitual y disfrutar de una mejor salud.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

DESCARGO DE RESPONSABILIDAD: ESTE BLOG NO PROPORCIONA CONSEJOS MÉDICOS

La información que incluye este blog, tanto texto como imágenes, tiene solo fines informativos. Ningún material contenido en este sitio pretende ser sustituto del consejo, diagnóstico o tratamiento médico convencional.