LA ACUMULACION DE ELECTRICIDAD ESTATICA

Es probable que alguna vez en tu vida te haya ocurrido que, cuando has tocado algún objeto o incluso a otra persona, has sentido una pequeña descarga eléctrica que te provoca un calambre de corta duración y generalmente indoloro. 

Esto es algo  que sucede a muchas personas, aunque con distintas intensidades. En mi caso, por ejemplo, en un invierno frio y seco puede convertirse en una auténtica tortura. Esto me hace estar en guardia todo el dia cuando me acerco a algo metálico. La verdad es que asusta un poco ver tanta luz azulada salir de las puntas de mis dedos o de cualquier parte de mis manos al tocar algún objeto metálico, y además duele y no poco.

¿Te has preguntado por qué?

Electricidad estática en nuestro cuerpo

La causa de los calambres por tocar objetos es que nuestro cuerpo tiene la capacidad de cargarse de electricidad estática ante determinadas acciones de la vida diaria, y esta energía acumulada tiene que eliminarse en algún momento, que son justamente esos en que ocurren los calambrazos.

Esta electricidad se genera generalmente por efecto de la fricción que provocan sobre nuestro cuerpo los tejidos de la ropa (sobre todo si es poliéster), el rozamiento con la superficie de la cama cuando nos movemos durante el sueño, caminar sobre alfombras sintéticas, entre otros.

También ocurre cuando nos estamos peinando, sobre todo en el caso de las personas que tienen el pelo largo y se pasan el peine muchas veces, incrementando la fricción entre este y el pelo. Si ese peine luego lo acercas a pequeños trozos de papel, verás cómo son atraídos por este como si se tratara de un imán, esto es consecuencia de la electricidad estática acumulada en el peine.

Esta carga eléctrica se va acumulando en nuestro organismo de manera tal que cuando interactuamos con un objeto que puede ser un automóvil, una ventana o cualquier otro que actúe como una toma de tierra, la electricidad se libera de súbito produciendo el molesto calambre. El efecto se incrementa si el ambiente está seco, ya que el aire disminuye muchísimo su conductividad, dificultando la liberación paulatina de las cargas eléctricas.

¿Cómo evitar estos molestos calambres?

Aunque es muy difícil evitar del todo los calambres producidos por la electricidad estática, existen algunas medidas que podemos tomar para reducir la incidencia de los mismos en caso de que seas de esas personas particularmente sensibles a ellos.

Por ejemplo, una medida efectiva para las personas con piel seca puede ser hidratarla frecuentemente con el uso de cremas, sobre todo en los meses de invierno. Aunque lo ideal sería ponerse crema en todo el cuerpo, podría ser suficiente ponerse la loción sobre todo en las manos ya que estos golpes eléctricos, que pueden producir incluso pequeños chispazos, ocurren por lo general en los dedos cuando tocamos algo.

Otra medida puede ser ponerse ropa de algodón o de lana y evitar el poliéster, el nylon, u otro material sintético. Lo mismo es recomendando para las sábanas. Las suelas de goma de algunos zapatos también pueden favorecer la acumulación de cargas, por ejemplo, cuando arrastramos los pies o cuando saltamos.

¿Por qué algunas personas son más sensibles?

Al parecer, la química corporal juega un papel fundamental en como la corriente eléctrica afecta a cada individuo. Existen personas que son capaces de producir fuertes chispazos de electricidad estática y apenas sentirlo, mientras otras, con pequeñas descargas, pueden experimentar una contracción muscular involuntaria que puede resultar muy molesta. 

Aunque no están resueltas del todo las causas de estas diferencias, se cree que puede influir la composición química de los líquidos corporales, en particular de la sangre. Se plantea que un exceso de sales o una sangre más ácida pueden favorecer la acumulación iónica, y con ellos la posibilidad de descargas más potentes.