Nuestra vida sería mucho más sencilla si lo tuviéramos en cuenta.
El
pecado original es más bien el error original y consiste en creer que es posible la separación
de la fuente, de la conciencia, de Dios. Como vivimos en la experiencia de
separación, creemos que esa es la única realidad. Esta percepción errónea es la raíz
de todo sufrimiento en nuestras vidas. No te dejes engañar y solo escucha a tu corazón, porque todas las respuestas están ya en tu interior.
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