Los
frascos de brujas provienen de hace muchos siglos atrás. En 2009 se encontró
uno en Greenwich (UK) que estaba en perfectas condiciones y pudo analizarse
todo lo que llevaba en su interior.
La
botella fue datada del siglo XVII. Espero que os agrade y sea de mucha
utilidad. Vamos a ver cómo elaborar una botella o frasco de bruja para nosotr@s
como protección personal (sólo para bruj@s). Además, esta botella tendrá la
capacidad de alejar cualquier negatividad que nos envíen o encontremos en
nuestro camino. Veamos cómo llevarla a cabo.
Elementos:
1
Frasco o botella pequeña de cristal o vidrio y con tapa
Elementos
cortantes y punzantes como clavos, cuchillas y agujas
3
cucharadas de Sal de mar cuanto más pura mejor
Una
cinta de color rojo de 15cm aprox.
1 Vela
negra (solo si no la encuentras utiliza una vela blanca)
Elaboración:
Llenar
hasta la mitad del frasco con los elementos cortantes y punzantes, que servirán
para evitar la mala suerte, manteniéndola alejada de la botella. A
continuación, añadir la sal que servirá para purificar y la cinta que sirve de
protección.
Ahora
que ya tenemos el frasco lleno hasta la mitad, tenemos dos opciones para
continuar. Podéis elegir la que más os guste u os convenga.
Como
primera opción se puede terminar de llenar el frasco con nuestra propia orina,
para que la botella se identifique como propia. La segunda opción es utilizar
vino blanco, en el que escupiremos tres veces para que la botella se
identifique como nuestra. La saliva tiene el mismo efecto que la orina.
En
ambos casos, y una vez hayamos terminado de rellenar el frasco o botella,
pondremos la tapa bien apretada y haremos que el líquido se mueva en al menos
tres círculos a la derecha. A continuación, prendemos la vela negra y sellamos
por completo la tapa para que nada entre o salga del frasco. Una vez tenemos
nuestra botella de bruja deberemos dejarla para siempre en un lugar donde nadie
pueda verla o tocarla. También se puede enterrar en un sitio seguro en el que
permanecerá para siempre.
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