El aura
tiene distintas formas, que varían dependiendo de cada persona. Podríamos decir
que no hay dos auras iguales.
Las
formas del aura no son fijas, se transforman a lo largo del día y por supuesto
a lo largo de toda nuestra vida. A veces predomina un solo estado o forma del
aura, pero esto no es nada frecuente.
Por
otro lado, ni tan siquiera la muerte representa la ausencia total de aura.
Nuestros huesos y cenizas seguirán teniendo su propia aura, como elementos
orgánicos que han dejado de pertenecer a un ser vivo integral. Y, curiosamente,
seguirán teniendo el mismo color básico de aura que se ha ostentado desde el día
de nuestro nacimiento, pero mantendrá la forma que su ordenación electrónica le
otorgue, porque simplemente seguirán teniendo su propia "vida",
independiente de nuestro ego.
Vamos a
ver los distintos tipos de aura y sus características más habituales.
Aura amplia alta
Cuando
el aura es muy amplia a la altura de la cabeza, es indicio de inteligencia y
filosofía, pero también de exagerada religiosidad o de fanatismo religioso o
político.
Es
común entre personas que ostenten un cargo elevado y que tengan cierto carisma,
es decir, que crean realmente en lo que predican. Les gusta dirigir a las
masas, pero no mezclarse con ellas. Su vida es larga y su salud resistente a
pesar de los peligros y quebrantos a que se vean sujetos, aunque no están
exentos de un fatal accidente.
Aura amplia baja
Cuando
el aura nos muestra una forma que se desparrama como una cola de novia detrás
de la persona, es indicio de orgullo y falsa dignidad, o bien, de un complejo
de superioridad que le hace sentirse apartada de los demás.
Este
tipo de forma es muy habitual entre mujeres acomodadas, o entre personas que
han dejado de tener la fortuna que poseyeron en la juventud. A menudo tropiezan
con su misma aura, por increíble que parezca, por eso es frecuente que tengan o
provoquen caídas y accidentes leves. Por otra parte, tienden a sufrir
cíclicamente fuertes depresiones nerviosas.
Aura muy amplia
Durante
mucho tiempo se exageraron los posibles beneficios que atraería un aura
gigantesca a la persona que la poseyera. Se creía que un aura grande tenía que
ser necesariamente buena. Pero no es así, por lo menos no del todo.
Un aura
amplia por todas partes indica pomposidad, vanidad y exageración en el carácter
y los actos de la persona. Muchas de las personas que ostentan un pequeño
poder: guardias, curas, maestros, médicos, funcionarios estatales, etc.,
presentan una aura más amplia de lo normal. El aura, como muchas otras partes
de nuestro cuerpo, se inflama de verdad, se hincha. No hace falta más que
respirar profundamente para que nuestra aura adquiera de inmediato un volumen
mayor. Si el aura se amplía y disminuye constantemente, es señal inequívoca de
una enfermedad respiratoria.
Aura con puntas
Como
las flores, el aura ostenta puntas coloreadas o brillantes algunas veces, en un
afán de autoprotección o de ataque. Las personas que tienen el aura puntiaguda
suelen ser directas e incisivas, pero no por ello desagradables. Se relacionan
bien con los demás, aunque siempre se guardan un As (puntiagudo) bajo la manga
para poder defenderse en caso de peligro. Estas personas aman la compañía y la
amistad, pero temen al matrimonio. Y ahí donde vayan se harán notar. Sus males
son pocos, pero tienen frecuentes accidentes.
Aura con filamentos hacia abajo
Antes
se creía que era indicio de bajas pasiones, ahora está más relacionada con los
intentos que hacen ciertas personas de poner los pies en tierra.
Cuando
el aura tiende hacia abajo es señal de que la persona quiere mantenerse en sus
trece, que desea poseer la razón y tiene la firme intención de mantenerse en su
sitio. Es decir, que las personas tozudas y cabezotas, así como las muy
negociantes y materialistas que desean esconder sus emociones para engañar a su
contrincante en los negocios, dejan fluir su aura hacia abajo buscando en el
magnetismo de la tierra su mejor punto de apoyo.
Las
personas muy mayores, que no desean abandonar este mundo, presentan auras de
largos filamentos enganchados a la tierra sin otro mal pensamiento que seguir
vivas. Esta tendencia puede causar reumatismo, artritis, y otros tantos
problemas óseos y circulatorios.
Aura desplazada
Cuando
el cuerpo áurico está o se queda en un lugar mientras el cuerpo físico ya se ha
desplazado a otro, es señal inequívoca de desconcentración o desconexión con el
mundo real o con lo que están oyendo.
Muchos
curanderos y magos tienen esta forma de comportamiento en su aura, pero también
la tienen las personas, sabias o no, que viven con la mente en la luna. De
cualquier manera, un aura desplazada indica generosidad y desprendimiento de
las cosas materiales, pero no así de las cosas amorosas o sentimentales. Es
decir, que las personas de aura desplazada son generosas, pero muy celosas.
También son sensibles e intuitivas y, generalmente, poseen algún talento o don
natural. Se enferman a menudo, pero son resistentes y duraderas.
Aura explosiva
El aura
no explota por completo, ni mucho menos, pero presenta una actividad en sus
colores que le dan la apariencia de estallar de vez en cuando en pequeñas
explosiones.
Este
tipo de aura pertenece más a los militantes que a los militares, es decir, es
más frecuente verla entre gente idealista, leal y solidaria, más fácil de
manipular de lo que ellas mismas imaginan, que entre militares de carácter
belicoso. Eso sí, las pequeñas explosiones son claro indicio de actividad y
deseos de relacionarse y compatibilizarse con los demás. Algunos
revolucionarios, materialistas o del pensamiento, presentan este tipo de aura.
Sus enfermedades suelen ser anímicas y nerviosas, y suelen tener defectos de
vista y oído.
Aura con torbellinos
Cuando
el aura presenta torbellinos y giros activos en su cuerpo, es indicio de que la
persona intenta convencernos de algo de lo que ella misma no tiene mucho
convencimiento.
Algunos
iluminados carismáticos tienen este tipo de aura de nacimiento, pero no hay que
mitificar este tipo de aura, porque muchos vendedores y estafadores la
presentan de igual forma. Por supuesto, esta aura es muy seductora aunque no la
veamos conscientemente.
Con
respecto a la salud, el aura con torbellinos indica problemas respiratorios y
vasculares, así como la posibilidad de fracturas o contusiones en los miembros.
Aura con chispas
Casi
cualquier estado de atención o actividad es capaz de hacer que en el aura
aparezcan chispas de diferentes colores. Las chispas indican cambio de ánimo,
generalmente a mejor. Por ejemplo, cuando vamos a hacer algo que nos gusta, o
algo que va a sacarnos de la inercia y la rutina, nuestra aura se anima
emitiendo dichas chispas de colores. Las personas que siempre tienen chispas en
su aura suelen ser el alma de las fiestas y los animadores del grupo.
Sus
enfermedades suelen ser el agotamiento, la falta de sueño, los dolores de
cabeza y los males hepáticos y renales.
Aura plana
No es
muy frecuente un aura completamente plana, aunque a veces se aplana a la altura
de los hombros y de la cabeza. Cuando esto sucede, es indicio de timidez o
inseguridad, de nostalgia o de tristeza, de desánimo o derrotismo. No somos
pocos los que reaccionamos aplanando nuestra aura cuando nos enfrentamos al
jefe o a un problema que nos vemos incapaces de resolver de antemano.
Si el
aura es demasiada plana en un punto determinado, es señal de próxima o latente
enfermedad en dicha zona, ya que justamente ahí se está formando un vacío
áurico que habrá que llenar más tarde con la curación.
Aura con rayos
En las
películas de ciencia ficción podemos ver auras que emanan rayos y truenos que
atacan al adversario o curan a los enfermos. Pues bien, la idea no es tan
descabellada. Cuando el aura emite rayos y truenos es señal de su fuerte carga
magnética y de su intención por llegar a los demás, de atraer a los demás, de
manipular su entorno y su fortuna, ya sea para bien o para mal.
De esta
manera, tanto magos y brujas, como enamorados y comerciantes, lanzan rayos
desde su aura con la intención de alcanzar o manipular con ellos el objeto
deseado.
Estos
rayos son menos frecuentes en las personas ya estabilizadas, y aunque llegan
lejos, son tangibles y capaces de pasar corriente sólo a una distancia muy
cercana. Y conectan mejor con nuestro entorno, o sobre otras personas, cuando
este entorno y estas personas también están emitiendo rayos. Es decir, cuando
hay una clara actividad magnética entre ambos sistemas.
Las
personas con muchos rayos áuricos no correspondidos, suelen enfermar del
estómago, la garganta, los huesos, las muelas, la vista y las articulaciones.
Aura con satélites
Los
satélites son como las chispas y como los torbellinos, anzuelos de conexión que
intentan convencer a los demás, a diferencia de que los satélites indican que
la persona que intenta convencer sí está convencida de lo que dice.
Los
fieles seguidores de algo, ya sea un equipo, una religión o un partido
político, suelen presentar diversos satélites alrededor de su aura. Estos
satélites son como las pequeñas ideas no personales que suplantan nuestra
verdadera capacidad de pensamiento. También indican la necesidad gregaria del
hombre, es decir, la necesidad de permanecer en grupo, de no estar solo.
Los
satélites indican achaques y diversas enfermedades recurrentes y crónicas, pero
no un estado total de carencia. A menudo son sólo una forma de llamar la
atención de los demás.
Aura encogida
El aura
encogida es señal de ostracismo y de tendencia a la soledad. De vacío y
desencanto. Incluso a veces es señal de auto-destrucción o de fuerte
dependencia a un vicio.
Cuando
el aura se encoge suele densificarse y ensuciarse claramente. A veces se
presenta con una radiación localizada por dónde se escapan la energía y los
colores del aura, indicando los deseos de partir de este mundo que tiene la
persona. Puede ser indicio de mala salud, pero también es indicio de depresión
y frustración, o incluso de un mal hábito respiratorio, o el resultado de una
vida o de una noche de excesos. Por eso es que a lo largo del día nuestra aura
se ensancha y se encoge frecuentemente.
Cuando
se presenta con filamentos, el aura encogida indica simplemente un estado de
concentración profunda, de inspiración, o de conexión con las musas.
Aura con zonas definidas
Es muy
poco común, casi inexistente, y quizá por ello se dice que este tipo de aura
pertenece a las personas que han alcanzado el equilibrio total en su
existencia, la cúspide.
Este
tipo de aura tiene un color diferente para cada zona. Cada zona parece un
nuboso haz de luz que se superpone al anterior, y está perfectamente cerrada y
delimitada en su zona más exterior, como si estuviera guardada por un globo de
finísimo cristal. Como es obvio, representa a las personas que se encuentran en
perfecta forma física, mental y espiritual.
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