En
presencia (o sospecha, ya que nadie está libre de ellos) de abundantes cálculos
intra-hepáticos, seguramente deberemos recurrir a un método de depuración
enérgico.
Es el caso del método de limpieza hepática profunda, una técnica eficaz y relativamente sencilla para eliminar íntegramente los nocivos cálculos biliares que describimos antes.
Es el caso del método de limpieza hepática profunda, una técnica eficaz y relativamente sencilla para eliminar íntegramente los nocivos cálculos biliares que describimos antes.
Dada
la inocuidad del método y sus grandes beneficios, no tiene mayor sentido
plantearse dudas respecto a la conveniencia de practicarla, ni dilatar la
práctica, a la espera de un momento ideal.
El
procedimiento se basa en un período preparatorio (6 días), durante el
cual se ingiere diariamente al menos un kilo y medio de manzanas. Esto se
realiza para generar un ablandamiento de los cálculos, por acción
del ácido málico presente en la manzana. Luego, durante los dos
días de la limpieza se toman 4 vasos de solución
magnésica (sulfato de magnesio). El efecto del magnesio es dilatar
los diminutos conductos biliares, a fin de facilitar el tránsito de los
cálculos reblandecidos por la acción de las manzanas. Finalmente se ingiere una
emulsión de aceite de oliva y jugo de pomelo, lo cual provoca un
fuerte estímulo de secreción biliar, lo cual activa la expulsión de los
cálculos.
Antes
y después de la limpieza hepática profunda, es necesario realizar
una cuidada limpieza de los intestinos, a fin de evitar el estancamiento
de los tóxicos cálculos biliares en el tránsito intestinal, lo cual generaría
una peligrosa reabsorción de la materia
tóxica expulsada (parásitos, virus, materia putrefacta) a través de
la mucosa intestinal. Además de migrañas y nauseas, podrían generarse cuadros
de pancreatitis o apendicitis. Lo ideal es hacer antes de la primera
hepática profunda, un lavado del colon completo (3 sesiones) y luego
una limpieza con agua salada (o una sesión simple de colónica), a
modo de “enjuague intestinal”. En las sucesivas hepáticas y según se lleve
a cabo una alimentación fisiológica (solo frutas, hortalizas y semillas)
puede prescindirse del lavado del colon previo y limitarse al “enjuague”
posterior (agua salada, sesión simple de colónica, etc).
La
técnica no es aconsejable para ser realizada en medio
de enfermedades agudas como gripes, fiebres, diarreas, periodo
menstrual, embarazo o lactancia.
En
cambio resulta sumamente aconsejable en enfermedades crónicas,
al resolver la causa profunda del problema.
Dependiendo
de la congestión presente en cada persona, suelen ser necesarias varias
sesiones de este método, entre las cuales debemos dejar al menos un
mes de intervalo. La ausencia de cálculos en las evacuaciones es la
señal que hemos concluido el proceso satisfactoriamente. Una vez ultimada la
serie completa de limpieza hepática profunda, y dependiendo de los hábitos
higiénico/alimentarios de la persona, se sugiere realizar una limpieza
anual como mantenimiento preventivo, preferentemente en coincidencia
con el equinoccio de primavera.
LOS
SEIS DÍAS PREPARATORIOS
Durante
los seis días previos a la limpieza, se recomienda una alimentación
frugal, depurativa y fisiológica. En este período, no se debe consumir:
lácteos, fritos, almidones, féculas, proteína animal, alimentos muy fríos
(helados), cantidades excesivas de alimento, ni medicación crónica no
esencial.
Para
las personas con obligaciones laborales, es útil comenzar este lapso un
día domingo, a fin de culminarlo un viernes, dejando la limpieza
propiamente dicha para el fin de semana no laboral (sábado/domingo).
Diariamente
debemos consumir 1,5 kg de manzanas frescas (rojas o verdes),
alejadas de las comidas (al menos una hora, mejor dos) para favorecer la
asimilación del ácido málico (puede ser a media mañana y a media tarde). Lo
ideal es fruta masticada o licuada, ya que el jugo (aún casero) elimina la
fibra en el centrifugado y provoca desorden de la glucosa en sangre (picos de
hiperglucemia y resistencia a la insulina). Obviamente no debemos usar jugos
industriales ni conservas, ya que se necesita la vitalidad, la carga
enzimática, la oxigenación, la alcalinidad y la ausencia de aditivos de la
fruta fresca.
Para casos
extremos, como por ejemplo una diabetes descontrolada, se puede utilizar
el ácido málico, principio activo clave presente en la manzana. En este
caso, la dosis de manzana se puede reemplazar con 2 gramos de ácido
málico disueltos en ½ litro de agua tibia; bebiéndolo a sorbos
durante la jornada. También puede usarse el ácido málico a fin
de completar una ingesta parcial de manzanas o bien en personas sin
plena autonomía o con dificultades para consumir el kilo y medio diario de la
irremplazable fruta fresca.
Aclaración
importante: Siempre resulta preferible
el efecto de la manzana frente al ácido málico, por el aporte enzimático y los
numerosos principios activos de la fruta fresca. El ácido málico también puede
ser usado como complemento de las manzanas, a fin de garantizar la
adecuada presencia de este principio activo durante la preparación, ya que su
carencia puede generar cólicos durante la eliminación, al no ablandar
suficientemente los cálculos. Por seguridad es siempre preferible que
sobre ácido málico a que nos quedemos escasos del principio ablandante de
las piedras.
Es
también importante observar la regularidad cotidiana del vaciamiento
intestinal durante estos 6 días. Muchas personas suelen comenzar a
eliminar cálculos durante este período y dada la toxicidad del material
eliminado, en caso de retención intestinal, se estaría generando un proceso
de reabsorción tóxica, que puede derivar en migrañas y malestar general.
Por lo tanto resulta clave asegurar el diario vaciamiento de los intestinos,
usando cualquiera de las técnicas ya explicadas.
EL
DÍA DE LA LIMPIEZA
El
proceso de limpieza propiamente dicho lleva unas 14 horas (entre el
7º y 8º día). Lo ideal sería que este séptimo día coincidiese con
un sábado, sin ocupaciones laborales, y mejor aún, con luna llena y en
cambio de estación. Dado que es difícil (o imposible) aunar todas estas
variables, prioricemos al menos la coincidencia con el sábado (para lo cual
debemos comenzar con la ingesta de manzanas el domingo previo, finalizando el
viernes).
Por
la mañana del sábado, desayunar y almorzar liviano, tal como en los seis
días previos. Tras el almuerzo, interrumpir la ingesta de alimentos,
pudiéndose solo beber agua durante las 24 horas siguientes. La
limpieza en sí, consiste en la toma de cuatro vasos de solución
magnesiana y un frasco de emulsión pomelo/oliva. Veamos
detalladamente y con horarios, como llevar adelante el procedimiento completo:
18 hs: Tomar el primer vaso magnesiano que se
prepara con una cucharada sopera de sulfato de magnesio (sal inglesa
o sales de Epson) disuelto en un vaso de agua. Se puede beber con pajita
para evitar el sabor amargo. Aquellos que tengan intolerancia al sulfato o a su
sabor amargo, pueden optar por el citrato de magnesio, que resulta menos
amargo. Se puede beber agua encima del vaso de solución ingerida.
20 hs: Tomar el segundo vaso magnesiano.
21,30
hs: Si aún no se produjo alguna evacuación como
consecuencia de los dos vasos de sulfato de magnesio, hacer una pequeñaenema o
ducha rectal, a fin de estimular el proceso de eliminación y garantizar la
ausencia de obstrucciones.
22 hs: Tomar la emulsión pomelo/oliva. Se aconseja prepararla
en un frasco de vidrio con tapa (son ideales los utilizados para
envasar mermeladas), agitando antes de beber, unas 20 veces la mezcla
de medio frasco de jugo de pomelo exprimido y un poco de
aceite de oliva extra virgen (indicativamente, un centímetro de altura).
Es bueno usar más cantidad de aceite de oliva, a fin de aumentar la eficiencia
del impulso biliar, pero al principio y con mucha congestión tóxica, es algo
que puede provocar nauseas o revulsiones.
Asegurarse
de no tener que realizar ninguna otra actividad posterior a esta toma. Beber la
emulsión de pie (se puede beber también a sorbos o con pajita),
luego acostarse de inmediato en posición fetal sobre el lado derecho
o boca arriba (con la cabeza alta, sobre una buena almohada). Apagar la luz y
concentrar la atención para percibir el movimiento de los cálculos en el
hígado.
6 hs: Levantarse y tomar el tercer vaso magnesiano.
Luego se puede beber agua si hay sed. Permanecer levantado o con el torso
vertical, evitando la posición horizontal.
8 hs: Tomar el cuarto y último vaso magnesiano. Con esto
se da por concluida la limpieza.
10 hs: Reiniciar el ciclo alimentario bebiendo algún jugo
natural o licuado y posteriormente alguna pieza de fruta fresca bien
masticada.
12 hs: Comenzar con alimentos
sólidos (preferiblemente licuados frutales), en poca cantidad; seguir
varios días con dieta liviana y fisiológica, ya que el hígado acaba de
pasar por una fuerte exigencia y requiere un período de cuidado extremo.
Tomemos en cuenta que este proceso es como haber intervenido quirúrgicamente al
hígado y es bueno atender un proceso posoperatorio. También por ello puede
suceder que el organismo reclame por más reposo; recordemos que la
regeneración del tejido hepático se realiza cuando estamos en posición
horizontal. Más allá de atender las necesidades laborales, es bueno que
prioricemos el descanso.
Es
bueno visualizar las piedras eliminadas durante las evacuaciones. Los tamaños
pueden ir desde un granito de arroz a una ciruela pequeña (se ven cálculos de
hasta 30mm de diámetro). Pueden eliminarse centenares en una sola
sesión y de distintos colores. Esta constatación y la posterior mejora de la
función orgánica, es la mejor demostración de la eficacia del método.
La
verificación de los desechos eliminados es el indicador de la necesaria
continuidad de las limpiezas, respetando el mes de intervalo. Un método
práctico para observar los cálculos eliminados consiste en colocar un cola
pastas plástico en el inodoro, evacuar, enjuagar la materia fecal con un
balde de agua y luego verificar los residuos que quedan en el colador. La secuencia
de limpiezas hepáticas profundas se da por terminada cuando no quedan más
desechos visibles en el colador.
En
caso de molestias (dolores, puntadas, cólicos, etc) siempre es
conveniente recurrir a los elementos utilizados durante la limpieza para ablandar
los cálculos y dilatar los conductos, o sea manzanas (o una dosis de
ácido málico) y sulfato de magnesio (o citrato de magnesio). Ingiriendo
nuevamente dosis de estos principios activos, aliviaremos la molestia y
facilitaremos el tránsito de los cálculos en movimiento.
Frente
a antiguas acumulaciones y dolencias crónicas, seguramente serán
necesarias varias limpiezas hepáticas, que deben repetirse siempre
con, al menos un mes de descanso, hasta que no se evacuen más
cálculos. En estas situaciones, tal vez se despidan pocos cálculos la
primera vez ymuchos a partir de la segunda o tercera limpieza. Es
importante que una vez iniciado el tratamiento, no se corte la serie de
limpiezas, pues las consecuencias pueden ser serias, al haberse movilizado la
posición de estos cálculos en la estructura hepática. Hay personas que
necesitan una decena de limpiezas para drenar todos sus cálculos y otros que
terminan el proceso en 4 o 5 meses. Son tiempos muy personales, que nadie puede
adivinar.
Recordar
que el día después de cada limpieza hepática (lunes, si la hicimos
entre sábado y domingo) se debe realizar una limpieza intestinal, para
evitar que algunos cálculos puedan quedar alojados en los intestinos, dado el
tenor tóxico (bacterias, virus, parásitos) de dichos cálculos. Esta especie de
"enjuague" intestinal puede hacerse con el método de agua
salada o bien con una sesión simple de lavado del colon. En última
instancia se puede echar mano a la mezcla purgante (beber 500cc en la
noche del domingo) o a una quinta dosis de sal inglesa; aunque la eficacia
de estos métodos es menor, siempre algo hay que llevar a cabo para evitar la
retención de cálculos: a más limpieza, menos problemas.
También,
como veremos luego, se debe permanentemente estimular la depuración de los
riñones (el hígado moverá sangre sucia hacia los filtros renales, a causa
de la limpieza practicada), a través de infusiones renales como barba de
choclo, cola de caballo, diente de león, ortiga, etc.
Si
bien hay otras técnicas de depuración hepática, como veremos a continuación, el
método de la limpieza profunda es inigualable por su efectividad
y rapidez de respuesta. Obviamente es siempre mejor “algo que nada” en materia
de alivio tóxico en un órgano tan importante como el hígado, pero a la hora
de resolver la causa de fondo de los desórdenes de salud, nada
como este método. También es bueno recordar que la limpieza hepática
profunda no conviene realizarla fuera del contexto sinérgico e integrado
del Proceso Depurativo. Es solo una herramienta más…
A
modo de resumen representamos una secuencia indicativa para una persona que
practica una dieta fisiológica no
ensuciante:
EJEMPLO
DE SECUENCIA SIMPLIFICADA
|
||
Método
de limpieza
|
Duración
|
Descanso
|
Lavaje
intestinal (terapia colónica)
|
3
días
|
5
días
|
1ª
limpieza hepática profunda
|
8
días
|
1
día
|
Lavaje
intestinal con agua salada
|
2-3
horas
|
30
días
|
2ª
limpieza hepática profunda
|
8
días
|
1
día
|
Lavaje
intestinal con agua salada
|
2-3
horas
|
30
días
|
…limpieza
hepática profunda
|
8
días
|
1
día
|
Lavaje
intestinal con agua salada
|
2-3
horas
|
30
días
|
Nota:
Se prescinde del lavado intestinal previo a las sucesivas limpiezas hepáticas
se basa en la práctica de una Nutrición Depurativa, sin consumo de alimentos
ensuciantes; caso contrario deberá realizarse un lavado de intestinos previo
a cada limpieza hepática. Las limpiezas hepáticas deben continuar hasta que
no se evacuen más cálculos.
|
[1] Basada en las
indicaciones del libro “Limpieza hepática y de la vesícula” de Andreas Moritz
(Obelisco).
[2] Los distintos métodos han sido detallados y evaluados en el Capítulo 4, apartado Técnicas de limpieza intestinal.
[3] Ver Capítulo 7, apartado Los alimentos fisiológicos.
[2] Los distintos métodos han sido detallados y evaluados en el Capítulo 4, apartado Técnicas de limpieza intestinal.
[3] Ver Capítulo 7, apartado Los alimentos fisiológicos.
Extraído del libro
"Cuerpo Saludable"
Cualquier receta en este blog referente a la salud debe
mantenerse como información. Así, el uso que se le dé queda totalmente bajo la
responsabilidad del lector.
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