San Cono es un santo italiano y
se le conoce como el Padre de las Cábalas. En esta ocasión, una bella oración nos
aportará fortuna en los juegos de azar. Espero que os agrade y os sea muy útil.
Siguen dos oraciones distintas
a San Cono. La primera es para ganar en la lotería de cualquier tipo. La segunda
es para ganar en el Casino.
Espero que ayude a quienes
gusten de los juegos de azar.
ORACIÓN PARA TENER SUERTE EN LA LOTERIA
Dios clemente y misericordioso, en tu Omnipotente Trinidad yo confío y
espero y por la mediación de San Cono te pido salud, trabajo y unión de mi
familia.
Señor, yo no quiero pecar pidiéndote suerte en el azar, pero cuando tú
quieres nos puedes tender por medio de San Cono una mano para ganar una
apuesta:
Si es el número 3 porque es el día de tu muerte; si es el 7 porque es el
número que suman las letras del nombre; si es el número 18 es por la edad que
falleció; si es el 11 porque es el número de su Iglesia en Florida; si es el número
60 es porque cuando trajeron su imagen de Italia en una de sus sandalias estaba
ese número; si es el 72 es porque es la terminación del año en que fue
canonizado en Roma; si es el 85 es la terminación del año en que se inauguró su
Iglesia.
Señor, si soy merecedor de tu gracia, por medio de San Cono concédemela.
Amén
ORACIÓN PARA TENER SUERTE EN EL CASINO
Ángel cándido de pureza y serafín de santa caridad, gloriosísimo San Cono, nosotros, humildes devotos vuestros, os presentamos el efecto más sincero
de nuestro corazón.
Nos congratulamos de la gloria singular de que gozáis en el cielo; nos
alegramos de los especialísimos dones con que os previno, acompaño y consumo la
divina gracia y rendimiento las más vivas gracias al Supremo dispensador de
todo bien.
Vos, que anunciado milagrosamente, nacisteis para ser ejemplo de perfecta
caridad. Vos, que al candor de la inocencia bautismal y angelical pureza supisteis
unir los rigores de las más austeras penitencias.
Vos, que en la flor de los años buscasteis la soledad del claustro para
consagraros y mejor servir a Dios. Vos, que en tan corta vida supisteis Llegar
a la cumbre de la perfección y Santidad.
Vos, finalmente, que después de la muerte hicisteis brillar vuestro poder
obrando milagros estupendos; Mirad benignamente desde el cielo a cuantos a Vos
acuden Ilenos de confianza en vuestro patrocinio.
Que vuestra devoción acredite a nosotros la imitación de vuestras
virtudes, especialmente en fe viva, una eficaz esperanza y una inflamada
caridad hacia nuestros Dios y señor y su Inmaculada Madre María, para que
amándose como vos los amasteis, podamos en el cielo y en compañía Vuestra
bendecir y alabar la divina misericordia. Amén.
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