Todos conocemos su lado amable si se practica con asiduidad, pero la ciencia, en los últimos años, está demostrando también lo beneficioso que es para la salud.
Veamos a continuación algunas conclusiones: La Universidad de Maryland confirmó que prevenía enfermedades cardíacas en la medida en que facilita el flujo sanguíneo.
También
ayuda a reducir el estrés, si no recuerda si alguna vez viste de adolescente
una película de miedo con los amigos y cómo se hacían bromas para rebajar la
tensión. El sentido del humor activa además la misma zona cerebral que la
cocaína, en opinión de la Universidad de Stanford, de ahí que nos sintamos tan
eufóricos después de haberlo pasado muy bien.
Cuando
nos reímos, además, generamos oxitocina, la hormona de los lazos sociales, que
nos ayuda a reducir el miedo y refuerza la sensación de bienestar. Y lo más
interesante, la capacidad de reírse -con los demás o con uno mismo- puede
desarrollarse hasta en situaciones muy difíciles. De hecho, entre los
supervivientes de los Andes, cuando supieron que se suspendían las labores de
rescate, Carlitos Páez fue uno de los que pasó a convertirse en un líder
informal del grupo gracias a su sentido del humor.
Existen
más estudios que corroboran cómo la capacidad de reír no desaparece en la
dureza de ciertas enfermedades crónicas. Uno de ellos fue el realizado por la
Universidad de Michigan, después de analizar a 49 personas sanas y a 49
personas que estaban sometidas a un tratamiento de diálisis. Dicho tratamiento
tiene como objetivo extraer las toxinas del riñón a través de una máquina
cuando éste no funciona adecuadamente. Para ello, se ha de ir a un centro
médico tres o más veces por semana, algo que, lógicamente, no resulta muy
agradable.
Los
investigadores midieron el estado de humor de todos los participantes a lo
largo de siete días para ver si existía alguna diferencia. Hallazgo: no
encontraron ninguna. Todos se enfadaban, lo pasaban mal, estaban tristes y
tenían capacidad de reírse independientemente de tener o no los riñones
enfermos. Existen más conclusiones científicas, pero todas ellas nos llevan al
mismo punto: el sentido del humor nos ayuda a tener más calidad de vida y por
ello, a ser más felices. La capacidad de reírnos de las circunstancias nos
permite tomar distancia.
Muchas
situaciones que vivimos son inevitables, pero el sentido del humor nos aporta
una atalaya especial para revisarlas e reinterpretarlas. Dejamos de sentirnos
tan importantes o como epicentro de nuestros problemas y somos capaces de
transformar emociones ácidas en otras más livianas; además de ser un gesto de
elevada inteligencia, como resume Friedrich Nietzsche: La potencia intelectual
de un hombre se mide por la dosis de humor que es capaz de utilizar.
Recetas:
1.
Ante un problema, revísalo como si fuera una película con un cierto toque de
humor que pudieras contársela a otra persona. Esta técnica es especialmente
importante sobre todo con errores que hayamos podido cometer para luego
analizarlos con calma.
2.
Rodéate de personas con las que lo pases bien. La amistad nos aporta esa dosis
de distancia importante para reinterpretar la realidad de un modo diferente.
3.
Busca actividades que te permitan disfrutar de cosas, que te lleven al lado
amable que tuvimos en nuestra infancia. Otórgate esa libertad personal para
disfrutar y para reír.
Fórmula:
El
sentido del humor es un hábito muy beneficioso para la salud, ya que ayuda a
reducir el estrés, genera oxitocina y nos superar situaciones difíciles.
Y
ahora vamos a reirnos un ratillo!! ajajajajaj!!!! ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario