A
menudo hemos oído hablar de los efectos dañinos de los metales en nuestro
organismo pero, ¿sabemos qué son?, ¿cómo saber si los tenemos?, ¿cómo entran a
nuestro cuerpo?, ¿por qué son tan perjudiciales?, ¿cómo podemos prevenirlos?
¿Qué son los metales
pesados?
Los
metales pesados son elementos químicos que, en mayor o menor medida, forman
parte de la estructura de todo lo que nos rodea; desde la corteza de la tierra
hasta nuestro organismo: el cobre, el hierro, el cobalto, el manganeso, el
zinc, el aluminio, el plomo, el arsénico, etc. El problema se da cuando se
acumulan en nuestro cuerpo en cantidades excesivas, lo cual nos causa un
envenenamiento progresivo. Del mismo modo, una vez son emitidos estos metales
de diferentes formas, pueden permanecer durante siglos en el ambiente.
¿Qué causan a nuestro
organismo?
Los
metales pesados son muy difíciles de eliminar de nuestro cuerpo, y por eso se
van acumulando con el paso del tiempo, a medida que nos exponemos a ellos.
Desde la antigüedad, los médicos de Grecia y Roma ya documentaron los síntomas
de las personas que se exponen a ellos.
Algunas
de sus consecuencias para nuestra salud son las siguientes:
Cáncer
Enfermedades
del riñón
Enfermedades
del hígado
Retrasos
en el desarrollo
Autismo
Enfermedades
autoinmunes
Enfermedades
articulares
Alteraciones
del sistema nervioso
Enfermedades
neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzhéimer
Trastornos
endocrinos
Anomalías
durante el embarazo
Alergias
Las
consecuencias que vemos en este listado son lo suficientemente importantes como
para que podamos realizar una limpieza de metales pesados.
¿Cómo entran a nuestro
cuerpo?
A
nuestro alrededor, los metales pesados están presentes de múltiples formas.
Destacamos algunas de las más habituales:
Tuberías
de plomo
Pescado
azul de tamaño grande como el salmón, el atún o el pez espada
Termómetros
de mercurio (al romperse)
Bombillas
de bajo consumo (al romperse)
Utensilios
de cocina de aluminio o que contengan otros metales pesados
Vacunas
Pesticidas
Productos
de higiene y cosmética convencionales
Combustión
de gasolina
Tabaco
Aditivos
alimenticios
Medicamentos
Aguas
procedentes de minas e industrias y otras aguas no tratadas
Amalgamas
dentales de mercurio
¿Cómo los eliminamos?
El
tratamiento natural para eliminar los metales pesados se basará en los
siguientes suplementos naturales, los cuales tienen propiedades quelantes, es
decir, se unen a los metales pesados y los arrastran fuera de nuestro
organismo. Además, tienen la ventaja de no tener efectos secundarios como los
fármacos:
Alga chlorella:
Esta
alga tiene un potentísimo efecto desintoxicante de todo tipo de sustancias
dañinas, no sólo de los metales pesados, debido principalmente a su alto
contenido en clorofila. Será el ingrediente principal de este tratamiento.
Cilantro
(Coriandrum sativum): esta hierba ha sido usada como condimento
tradicionalmente. Además de sus propiedades como quelante, contiene una gran
cantidad de vitaminas, especialmente vitaminas A y K, y en menor medida
vitaminas B, C y E.
Ajo:
Este
alimento medicinal, recomendado para múltiples enfermedades, también nos será
muy útil en este tratamiento. Sus componentes depurativos ayudan a arrastrar
todo tipo de toxinas fuera de nuestro organismo. Como mantenimiento, después de
este tratamiento, podemos realizar la famosa cura tibetana del ajo.
Magnesio:
Este
mineral no tiene propiedades quelantes, pero sí que será muy útil para
facilitar la eliminación de los elementos tóxicos.
Deberemos
tomar estos suplementos y alimentos diariamente, en extracto o comprimidos,
según la dosis máxima recomendada para nuestro caso, y durante al menos tres
meses.
Durante
la depuración es posible que notemos algunos síntomas de desintoxicación como
dolores, acné o diarreas, que son consecuencia de los esfuerzos del cuerpo por
eliminar esas sustancias. Deberemos tenerlo en cuenta y no detener el
tratamiento, así como beber mucha agua entre comidas para ayudar en la
depuración.
Además,
es fundamental evitar siempre el estreñimiento, ya que estaría dificultando la
evacuación de estos metales, pudiendo producir una reintoxicación.
Es
recomendable realizar este tratamiento con el seguimiento de un médico o
terapeuta especializado.
Fuente:sanacondios
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