El
dolor de espalda es una sintomatología que padecemos todos alguna vez, causada
sobre todo por las malas posturas que adoptamos al sentarnos y en
muchas ocasiones también mientras caminamos.
Como
casi el 80% del mundo occidental, la mayor parte de la población
sedentaria sufre alguna vez estas molestias y muchas personas las
padecen casi a diario, de forma crónica. Como regla general el mejor
remedio para aliviar los dolores de espalda es practicar ciertos ejercicios de
movimientos suaves que ayuden a sentirnos mejor.
La clínica
Mayo, una de las más prestigiosas de Estados Unidos, considerada por muchos
como la primera del país y pionera en el tratamiento de muchas dolencias,
recomienda una serie de ejercicios de estiramiento y
fortalecimiento que alivian y refuerzan nuestras espaldas. Son ejercicios muy
sencillos que podemos hacer en nuestra casa y en los que no emplearemos más de
quince minutos diarios.
Si
tienes tiempo es bueno que hagas estos ejercicios una vez por la mañana al
levantarte y otra por la noche.
Pie
al pecho. Tumbado boca abajo con los
pies apoyados en el suelo y las rodillas dobladas, lleva una rodilla al pecho
ayudándote de las manos. Mantén la posición durante 15 a 30 segundos y cambia de
pierna. Repite el ejercicio unas 10 veces con cada pierna.
Pies
al pecho. Es un ejercicio muy
similar al anterior, con la única diferencia que en lugar de alternar las
piernas, las juntamos y tratamos de acercar al pecho a la vez.
Tumbado
boca arriba, con los pies
apoyados en el suelo y las rodillas flexionadas, junta ambas piernas, de manera
que sean un solo bloque. Manteniendo siempre los hombros apoyados en el suelo
durante todo el ejercicio, gira la cadera para tocar con las dos rodillas a un
lado y a otro de tú cuerpo. Repite el ejercicio 5
veces para cada lado.
Iniciamos
el ejercicio en la misma posición que los anteriores. Tumbado
boca arriba con los pies plantados en el suelo y las rodillas dobladas,
elevamos unos centímetros los glúteos del suelo y mantenemos la posición durante
5 segundos. Relajamos apoyando de nuevo sobre el suelo y apretamos el abdomen
como queriendo tocar el ombligo al suelo. Mantenemos la posición durante unos
segundos y relajamos, para iniciar de nuevo el movimiento completo. Repite el
ejercicio al menos ocho veces y ve incrementando las repeticiones según vayas
pudiendo.
De
rodillas y apoyando las manos en el
suelo, como si estuvieras a cuatro patas, empuja tus lumbares y abdomen al
suelo, mientras levantas cabeza y hombros. Después realiza el movimiento
contrario, eleva tu abdomen y lumbares como queriendo tocar el techo. Repite
el ejercicio al menos 8 veces.
Sentado
en el suelo, con una pierna
estirada cruza la otra pierna por encima de la rodilla para posar el pie de la
pierna cruzada en el suelo. Agarra la rodilla de la pierna cruzada con el codo
del brazo contrario y tira de aquella hacia atrás. Aguanta la posición al menos
10 segundos y repite con la pierna contraria. Haz el ejercicio al menos tres
veces con cada pierna.
Sentado
sobre un taburete con la espalda
recta, trata de juntar los hombros hacia atrás, mantén la postura unos segundos
y vuelve a la posición normal. Repite el ejercicio 8
veces.
Creo
que el ejercicio más importante no tanto para eliminar molestias sino para que
estas no vuelvan son aquellos que ayudan a fortalecer tu zona media.
Por eso túmbate boca abajo apoyando los antebrazos en el suelo por un lado y
sobre la punta de los pies por otro. Aprieta el abdomen fuerte y trata de
aguantar así al menos 15 segundos y vete progresando hasta los 30 segundos.
Cualquier receta en este blog referente a la salud debe
mantenerse como información. Así, el uso que se le dé queda totalmente bajo la
responsabilidad del lector.
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