Una de las causas más comunes de “respuestas ambiguas” en todo tipo de
canalizaciones o mensajes, en meditación, tarot o con la herramienta que sea,
es que las preguntas que se hacen no son lo suficientemente concretas.
Al menos eso nos demuestra la experiencia y leyendo cosas que uno
encuentra por ahí, es probable que a mucha otra gente le pase lo mismo.
Otra visión de la
realidad
Cuando conectas con tu Yo Superior, guías o cualquier entidad que podamos
llamar “de orden evolutivo mayor y les hacemos preguntas, no nos damos cuenta,
o nos pensamos que tienen presente en todo momento y con toda claridad lo que
queremos decir, lo que estamos pensando y lo que implica nuestras preguntas. Al
menos así lo cree mucha gente, que esa “fuente” a la cual se accede para
investigar cualquier cosa, va a responder desde nuestra perspectiva, y no desde
la “suya”. Por ejemplo, algo tan tonto como preguntar por nuestro nombre, y ver
que se nos responde con un “no se a cual te refieres”. ¿Como que no sabes a
cual me refiero? Y es que resulta que la pregunta correcta es “¿cual es mi
nombre EN ESTA ENCARNACION?”. Puede parecer una tontería, pero si
ya a esta pregunta tan sencilla no viene una respuesta directa y clara,
imaginaros cuando preguntas otras cosas más ambiguas.
Concretar y detallar
para obtener respuestas concretas y detalladas
Otro ejemplo, cuando preguntas por ejemplo, “¿me va a salir trabajo?” o
“¿voy a encontrar pareja?”, y resulta que te dicen que SI rotundamente, y luego
pasan los meses y no pasa nada. Ahhh, dicen por ahí arriba, “es que no lo
preguntaste correctamente”. En este caso para conseguir una respuesta concreta
la pregunta correcta es: “¿existe más de un 90% de posibilidades de que
encuentre trabajo, en la línea temporal en la que existo en este momento, en
menos de un mes? y si a eso responde SI, ya puedes estar seguro que es
prácticamente seguro que eso suceda. Vaya diferencia, ¿verdad?
¿Porqué? Porque todas las preguntas tienen múltiples respuestas, porque
el futuro no está escrito en piedra, y porque existen múltiples realidades y
líneas temporales de las cuales no somos conscientes, en las que una respuesta
es correcta mientras que para nosotros, en la nuestra, no lo es. Todo Yo
Superior, o guía, o lo que sea, percibe TODAS las posibilidades, TODAS las
posibles líneas temporales, todas las realidades paralelas en las cuales una
pregunta puede referirse, y quizás pueda percibir a que os estáis refiriendo,
pero por experiencia, contestan EXACTAMENTE a la pregunta que haces. Si la
respuesta es muy abierta, vaga y poco concreta, la respuesta es vaga, abierta y
poco concreta. Y luego nos montamos las películas que nos montamos mentalmente
porque nos han dicho algo que resulta que en verdad está sucediendo o va a
suceder en otro plano de realidad o que tenia una probabilidad muy baja de
suceder, y por ende, no sucede.
Buenas preguntas,
buenas respuestas
Solo aprendiendo a hacer buenas preguntas, recibes buenas respuestas. Si
preguntas si en el 2012 se va a acabar el mundo, y te responde que si, pues
bueno, imaginaros lo que pasa. Tu Yo Superior igual entiende “acabar el mundo”
como un suceso, evento, percepción o concepto que ni de lejos se parece a lo
que tu tienes en la cabeza después de haber visto la película “2012”, pero tu
ya estás pregonando a los cuatro vientos que tu guía espiritual o maestro
ascendido favorito te ha confirmado que el mundo se acaba (por decir algo). Se
aprende esto al ir haciendo cada vez preguntas más elaboradas y súper
detalladas, de forma que se obtengan respuestas más concretas. Como todo, es un
proceso de aprendizaje, todo son lecciones.
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