Este
ritual está muy extendido en el mundo mágico, pero no quería dejarlo
pasar. Espero que os agrade.
La mejor fecha para celebrarlo es el día 22 de diciembre, entre las 10 y las 12
de la noche. Entre estas horas es cuando desciende sobre la Tierra El Espíritu
de la Navidad para acompañarnos durante estas fiestas navideñas.
Vamos a
ver cómo llevarlo a cabo.
Elementos:
1.- 1
vela azul, 1 vela amarilla, 1 vela roja.
2.- 1
cono o varilla de incienso de benjuí.
3.-
Esencia de azahar.
4.-
Cerillas.
5.-
Hojas de papel.
6.-
Lápiz o bolígrafo.
7.-
Tijeras.
Simbología
Vela
azul: paz.
Vela
amarilla: alegría y felicidad.
Vela
roja: amor.
Incienso
de Mirra: paz y prosperidad.
Esencia
de azahar: amor, suerte, dinero, energía física, alegría y salud.
Elaboración:
Antes de
comenzar es imprescindible aquietar la mente y las emociones para obtener los
mejores resultados. Comenzamos colocando las velas en un triángulo y las
prendemos en el sentido de las agujas del reloj. A continuación prendemos el incienso
y esparcimos unas gotas de esencia por el ambiente.
Seguidamente,
abrimos todas las puertas y ventanas de la casa para darle la bienvenida al
Espíritu de la Navidad.
Nos
concentramos en silencio durante unos minutos, percibiendo esa energía buena y
positiva que nos trae el Espíritu de la Navidad, y empapándonos de ese
bienestar colectivo tan anhelado, de los deseos universales de paz, amor y
prosperidad para todos. Visualizamos la Tierra llena de luz, paz y armonía donde
todos los seres son felices, y pensamos también en nuestros objetivos
particulares, visualizando nuestros sueños cumplidos.
A continuación,
escribimos en la hoja de papel nuestros deseos por orden de prioridad (se
recomienda pedir primero por la paz, en segundo lugar por el propio país, en
tercer lugar por familiares y amigos y en cuarto lugar por nosotros mismos). Es
conveniente escribir la lista de deseos en renglones independientes y sólo por
una cara del folio. Una vez finalizado el ritual debemos conservar este papel
hasta el año siguiente.
Si el
año anterior hemos realizado este mismo ritual, sacamos el papel con nuestros
deseos expresados entonces, recortamos en tiras los que se han cumplido y los
quemamos en la llama de las velas, dando gracias mentalmente por los deseos
cumplidos. Dejaremos que las velas se consuman por completo. Si no disponemos
de tiempo, sencillamente las apagamos dando por finalizado el ritual.
En esta
noche demos la bienvenida al Espíritu de la Navidad. Tomemos su mano y dejemos
que su energía nos envuelva. Olvidemos los aspectos superfluos y triviales de
la celebración navideña y centrémonos en lo esencial: Ser mejores con nosotros
mismos y con los demás, y de esta forma alcanzaremos la luz.
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