Las
razones por las que nuestra energía se puede llegar a debilitar o romper son
muchas. Es muy común por ejemplo, que después de un fuerte enojo nuestra
energía se rompa y se creen huecos (por eso nos sentimos tan cansados después
de un fuerte enojo).
También
altos grados de estrés, ansiedad y frustración prolongados suelen ir haciendo
nuestra energía polvo hasta crear huecos. Estos huecos nos hacen sentir
debilitados y sobre todo vulnerables a toda la energía externa. Y cualquier
tipo de energía externa tendrá acceso a nuestra energía, lo cual no es muy
bueno cuando habitas ciudades tan caóticas como las nuestras. Todos los
estímulos, las preocupaciones , enojos, estrés de las personas que nos rodean,
o con las que permanecemos más tiempo, en el trabajo por ejemplo, nos pueden
llegar a afectar, gracias a que nuestra energía está abierta.
En
cualquier caso el primer paso es hacerse responsable de tu situación energética
y aceptar que haya sido lo que haya sido lo que provocó ese estado energético
actual, tú lo permitiste. En muchos casos la energía se desgasta o rompe porque
las intenciones de otras personas nos hacen daño. Pero es importante saber que
a nivel consciente o subconsciente tú dejas entrar ese daño. Tú accedes a ese
acuerdo, a ese juego.
Cuando
nos hacemos responsables, venga el daño que venga externo o interno, nosotros
recuperamos nuestro poder al decidir si estamos de acuerdo en jugar
ese juego o no. Todo cambia a partir de ahí. Así que si en este
momento de tu vida hay algo o alguien que detone tu enojo, tu impaciencia, tu culpa,
toma en cuenta que si te está afectando es porque tú lo estas permitiendo.
Nadie ni nada puede hacerte daño si no estás de acuerdo, si no estás dispuesto
a entrar en ese juego.
Así que
di NO y rompe el acuerdo. Voy a publicar en otro post diferentes ejercicios que
yo utilizo para romper ese tipo de acuerdos o situaciones que afectan nuestro
estado del ser y por lo tanto nuestra energía.
Estos
son algunos síntomas que nos indican que nuestra energía está debilitada o rota
son los siguientes:
- 1. Estas muy cansado generalmente.
- 2. Difícilmente algo logra inspirarte.
- 3. Desgana, falta de entusiasmo, malestar
general.
- 4. Mal humor y ataques de enojo o ira sin
motivo justificado.
- 5. Tiendes a ver el lado negativo de cada
situación.
- 6. Sientes una angustia sin motivo
aparente.
- 7. Sientes un vacío interior
difícil de explicar.
- 8. A veces no te reconoces por tus
acciones.
- 9. No consigues tener energía por mucho que
descanses.
- 10. Respondes desmesuradamente a cualquier
cosa que intérpretes como un ataque verbal.
- 11. Dolores o molestias en cuello y/o
espalda.
Para
recuperar la energía perdida hay un ejercicio muy sencillo, fácil, rápido y muy
efectivo que puedes usar en cualquier momento y lugar.
EJERCICIO ESFERA DE ENERGIA
Con
ojos cerrados (no necesariamente si estas en una situación en donde no los
puedes cerrar), respira hasta sentir que tu energía y tu cuerpo se
relaja.
Pon tu
atención en tu pecho, específicamente en tu corazón. Siente la fuente de
energía que ahí se encuentra. De ahí nace toda la energía nutre al
resto del cuerpo.
Siente
el infinito flujo de energía que nace justamente ahí. Visualiza una esfera de
color dorado o amarillo muy brillante del tamaño de un balón de fútbol en tu
pecho. Esta energía tiene tu esencia y puedes expandirla a todo tu
cuerpo.
Expande
esta esfera de energía abarcando cada vez más partes de tu cuerpo. Sentirás que
vas rellenando los huecos y al mismo tiempo irás desbloqueando los nudos de tu
energía. Abarca todo tu cuerpo ahora.
Visualiza
que la esfera te cubre un metro afuera de tu cuerpo, hacia arriba, abajo, y a
los lados. Siente como te reintegras y fortaleces conforme vas recuperado tu
energía.
Este
ejercicio fortalece tu campo energético, lo protege, desenreda nudos de
energía, relaja y da claridad mental. Cuando tu campo de energía se completa te
sientes inspirado, entusiasmado, alegre, fortalecido, relajado, y agradecido.
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