Los jabones naturales me encantan y si puedo elaborarlos mucho mejor. A continuación vamos a ver una receta para elaborarlo de caléndula y manzanilla, siguiendo el proceso en frío, que podremos utilizar tanto para
lavarnos las manos como en la ducha.
Este jabón posee las
propiedades que aportan tanto la caléndula como la manzanilla: son antisépticas,
cicatrizantes, antiinflamatorias, emolientes, tónicas y calmantes, lo que hace un jabón ideal para pieles sensibles y secas, y también para tratar pieles con dermatitis,
psoriasis, eczemas, etc...
Además, le proporciona una buena hidratación y nutrición a nuestra piel. En esta receta no se han añadido colorantes, ni aromas artificiales, consiguiendo así un jabón hipoalérgenico. Veamos cómo elaborarlo.
Ingredientes:
- 200 ml de aceite de oliva
- 150 ml aceite de caléndula
- 150 ml aceite de manzanilla
- 64.6 gr de sosa caústica
- 166.66 ml de agua
- 3 ml aceite esencial (opcional)
- 3 ml aceite esencial de manzanilla (opcional)
- Pétalos de caléndula secos
- Podemos elegir otros aceites esenciales
- 1 molde (los de silicona van muy bien)
- Gafas de protección
- Guantes
- Mascarilla
Medidas de Precaución:
Debemos elaborar el
jabón en un lugar ventilado y proteger la zona de trabajo con periódicos
viejos o revistas.
La sosa es muy
corrosiva por lo que debemos ponernos guantes, ropa de manga larga, gafas
protectoras y la mascarilla para evitar inhalar los vapores y evitar
salpicaduras que dañarían nuestra piel. Esto es muy importante, no lo desestiméis.
Siempre verteremos la
sosa sobre el agua y nunca al revés para evitar al máximo las salpicaduras.
Al mezclar la sosa
caustica con el agua saldrán vapores, así que deberemos manipularla en un lugar bien
ventilado, alejar la cara para no inhalarlos y preferiblemente hacerlo en un fregadero por si se nos vierte.
Elaboración:
Ponemos en el fondo
del molde unos cuantos pétalos de caléndula secos para que los jabones queden
decorados.
Ponemos los aceites
en una olla grande y los calentamos a fuego lento hasta un máximo de 70º (esto es muy caliente pero sin llegar a la ebullición). Si
nos pasamos los dejamos enfríar un poco. Dejamos la mezcla a un lado.
Seguidamente, nos ponemos las
gafas, la mascarilla y los guantes.
Ponemos en el
fregadero un recipiente alto de vidrio, puede ser una jarra por ejemplo, y añadimos el agua.
A continuación añadimos la sosa al
agua y nos alejamos un poco. (Al mezclar la sosa con el agua es cuando se producirán los vapores).
Cuando los vapores
que emite la sosa caústica hayan reducido, removeremos hasta disolver bien la
sosa. A continuación dejamos enfriar un poco la mezcla.
Cuando tengamos los
aceites que hemos dejado en reposo entre 40º-50º (nunca por debajo de 20º), vertemos con cuidado el agua
con la sosa en la olla con el aceite y batimos la mezcla hasta que espese y adquiera la textura de un puré.
Añadimos ahora los aceites
esenciales y unos cuantos pétalos de caléndula más. Removemos sólo para
que se integren en la mezcla.
Ponemos la mezcla obtenida en
el molde que tendremos preparado y lo tapamos con una toalla vieja o un trapo para mantener el calor y permitir que la saponificación se complete.
Pasadas entre 12-24
horas el jabón ya tendrá la solidez deseada. Lo desmoldamos y lo cortamos a la medida que precisemos.
Ponemos los jabones
ya cortados, separados uno de otros, en un lugar seco y ventilado para que sequen bien y se acaben de endurecer.
Los dejaremos reposar durante 4-6 semanas y ya se podrán utilizar. Pasado este tiempo el jabón ya no
tendrá restos de sosa cáustica.
fuente:silvanature
No hay comentarios:
Publicar un comentario