Dedicado
especialmente a mis querid@s terapeutas.
No
siempre nuestra ayuda es necesaria, aunque de manera impulsiva nos lancemos a
ello cuando nos enfrentamos al sufrimiento de un ser humano. Para reconocer
realmente si somos o no necesarios, voy a mostrarte la forma más simple que
conozco y así salir de dudas.
Por
supuesto, si como yo eres una persona muy psíquica, ya sabes cómo hacerlo; pero
si no has desarrollado en esta encarnación tus dones sagrados, como es habitual
en la sociedad actual, sigue este consejo que estoy segura te ayudará.
Primero
aquieta tu mente tanto como puedas, si puedes entrar en estado alfa profundo,
mucho mejor, y conecta con el Ser Superior de la persona que, según tu propia
visión, necesita ayuda. Pregunta de manera mental si es apropiado que ofrezcas
tu ayuda, o si esta persona tiene que aprender todavía las lecciones que sus
problemas le están enseñando.
En ese
momento deberías obtener una respuesta clara de si es correcto o no ayudar. Si
no recibes ninguna respuesta, no desesperes, a veces no es tan rápido como uno
esperaría. Antes de proceder a ofrecer tu ayuda y pregunta nuevamente y no
hagas nada hasta que sientas que es apropiado ayudar de la forma en que piensas
que tienes que hacerlo.
El
proceso puede llevarte algunos minutos, hazlo con calma y serenidad.
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