Casi todas las
personas que se están muriendo, no se están muriendo por primera vez y hablamos de una sola vida. Vamos a ver el desarrollo de semejante afirmación.
Aconsejo leer antes los posts previos para una mejor comprensión. Os dejo los enlaces de la primera publicación de la serie y también la previa a ésta misma para facilitar la lectura. No obstante, sería oportuno leer antes todas las publicaciones anteriores pertenecientes a esta serie.
Además, en este escrito se explica también quiénes son los ángeles y qué pueden hacer. Es muy interesante la explicación.
Las palabras de Dios canalizado están en negrita para una mejor comprensión del diálogo.
LA PREGUNTA SANTA DESPUÉS DE NUESTRA MUERTE
LA PREGUNTA SANTA DESPUÉS DE NUESTRA MUERTE
He estado esperando y esperando a poder hacerte esta
pregunta. ¿Cuál es la Pregunta Santa?
Al final de tu vida, en lo que hemos descrito como la
etapa tres de la muerte, se te hará una extraordinaria pregunta. Esta será la pregunta
más importante que jamás se te haya preguntado, y tu respuesta será la
declaración más importante que jamás hayas hecho y el mayor Momento de Elección
Libre que jamás te hayas imaginado.
Es tan importante que todos los ángeles del cielo se
pararán para escuchar lo que estás diciendo. Es tan importante que todos tus seres
queridos se congregarán a tu alrededor para escuchar. Es tan importante que
Dios Mismo estará presente cuando se formule la pregunta. En realidad él será
el que haga la pregunta.
¿Cuál es la pregunta?
¿Quieres quedarte?
¿Perdón? ¿Se me va a preguntar si quiero “quedarme”?
¿Quedarme dónde? O sea, ¿quedarme muerto?
Sí. En términos humanos, en tu lenguaje, sí. Esa será
la pregunta.
¿Quieres decir que podré elegir sobre eso?
Puedes elegir sobre cualquier cosa. Eso es lo que he
tratado de hacerte entender desde el principio de nuestra conversación. Estamos
ahora al final de un diálogo de diez años y todavía estás haciendo la misma
pregunta.
Bueno, sé que puedo elegir sobre cualquier cosa en
mi vida, lo que no sabía es que podía elegir sobre mi muerte. ¿Me estás
diciendo que, si no quiero quedarme muerto, no tengo que hacerlo?
Eso es exactamente lo que te estoy diciendo.
Eso… eso no es posible. Eso no… eso va en contra de
todo lo que he oído. No entiendo. ¿Se nos da a elegir a la hora de nuestra
muerte entre “seguir o regresar”?
Así es. Esa es exactamente la elección que se te da.
La muerte es reversible.
Me siento aquí como si estuviera en una montaña
rusa. Lo único que puedo hacer es agarrarme bien. ¿Qué me estás intentando
decir ahora?
Todo el que “muere” puede tomar una decisión en cuanto
a cómo desea seguir viviendo y dónde.
Qué forma tan interesante de expresarlo.
Es la única forma de expresarlo, porque así es
exactamente como es. Recuerda, “La muerte no existe”.
No existe.
Cuando una persona hace eso que llamas morir, a
esa persona siempre se le da a elegir: ¿Quieres experimentar que la vida que acabas
de dejar continúa? ¿O quieres experimentar una realidad en la que tú continúas
adelante, en dirección al reino espiritual?
¿Quieres decir que cualquier persona que muera tiene
una oportunidad de “regresar a la vida”?
Sí. El alma puede, en su experiencia, “deshacer” la
“muerte” por la que acaba de pasar.
¿Cómo? ¿Cómo demonios hace eso?
Simplemente le indica a Dios
diciendo/ pensando/ sintiendo: “No quiero morir ahora. Quiero regresar”. A cada alma se le hace la pregunta: “¿Estás lista?
¿Deseas continuar?”. Esa es la pregunta más delicada. Se les pregunta a todas
las almas que “cruzan” desde el mundo físico.
Si el pensamiento/sentimiento/respuesta es “Sí”, el
alma sigue con su viaje al reino espiritual. Si el alma pide “volver”, el alma
es “devuelta” al mundo físico al instante… llevando un nanosegundo antes de
“morir”.
Eso es desconcertante. Es incluso un poco
perturbador. Si esto es verdad, ¿Por qué alguien que verdaderamente amara a su
familia no querría regresar? Quiero decir, por muy maravilloso que sea el
cielo, y seguro que lo es –y todavía no me has descrito eso, todavía no me has dicho
qué pasa en “el otro lado”-, estará siempre ahí, esperándonos. ¿No es medio
egoísta quedarse ahí cuando sabes que puedes volver y que tus seres queridos
están terriblemente desconsolados porque tú te has ido? No sé si puedo creer esto. Esto me deja sintiéndome…
no sé… vacío.
¿Preferirías que no nos adentráramos en esto? La
intención no era perturbarte.
Estoy seguro de que no, pero…entonces dime: ¿En qué
consiste todo esto?
Es simplemente como he dicho: después de morir a cada
alma se le da la oportunidad de permanecer en el Más Allá o de volver a la vida
física de la que acaba de venir.
Sí, entiendo eso. Pero, por favor, dame más
detalles. ¿Cuándo ocurre esto?
Ocurre después de que te disuelves en la Luz. Después
del Momento de Fusión.
Bueno, eso no es muy justo. ¿Quién en la faz de la
tierra puede competir con eso? ¿Por qué alguien querría volver a la vida física
después de fusionarse con la Unidad? En serio.
En realidad, muchas, muchas, muchas almas lo hacen.
¿Qué? ¿Por qué? ¿Me estás diciendo que muchas almas
preferirían volver a la tierra en vez de quedarse en el cielo? Eso no dice nada
bueno del cielo.
Dice que el cielo es exactamente lo que imaginas que
es: un lugar donde puedes tener todo lo que desees. Después de fusionarse con
la Esencia, el alma entiende muchas cosas. Entiende que no hay cosas como el
juicio y la condena. Entiende que es imposible que ocurra nada negativo en el
Más Allá. Entiende Quién y Qué es el alma. Entiende el propósito de la Vida y
el Proceso de la Vida. Entiende plena y completamente la naturaleza de la
Realidad Última. Y entiende que el Más Allá estará siempre ahí, esperando,
esperando, por toda la eternidad.
O, como alguien lo expresó una vez en el título de
una película El cielo puede esperar.
Exactamente. Después de fusionarse con la Esencia, el
alma entiende, esencialmente, todo lo que he estado diciéndote aquí. Pero ahora
entiende estas cosas experimentalmente, no intelectualmente. Y entonces muchas
almas sí eligen regresar a la vida física. De hecho, la mayoría de las almas
lo hace, por lo menos una vez.
¿La mayoría de las almas lo hace?
Casi todas las personas que se están muriendo no se están
muriendo por primera vez. Si eligen “quedarse muertas” esta vez, es porque se
sienten realmente completas con lo que vinieron a hacer aquí. Por lo tanto, no
les obstaculices su avance, no te enfades porque no hayan vuelto. Ya han vuelto
a ti antes muchas veces para acompañarte. Muchas veces.
Estoy perdido aquí. Estoy perdido. Esta conversación
me ha llevado a muchos lugares y yo he intentado seguirla hasta quedarme sin
aliento. Creo que he hecho un buen trabajo, pero esto último se me escapa. Esto
último está tan por encima de mi entendimiento que no creo que jamás pueda
llegar a entenderlo.
Inténtalo.
No sé por dónde empezar.
Hazme una pregunta.
De acuerdo. ¿Qué quieres decir con que mis seres
queridos han vuelto a mí muchas veces?
Quiero decir justamente eso. Quiero decir que tus seres
queridos murieron y después volvieron a ti más de una vez, motivados por su deseo
de estar completos contigo y con el resto de lo que eligieron llevar a cabo en
su vida.
Mi madre murió y se fue. Nunca volvió. Mi padre
murió y ahí quedó todo. Mi hermano se derrumbó sobre el volante de su coche mientras
estaba conduciendo, y mi cuñada se las arregló como pudo para agarrar el volante
y tirarse a la banquina y poner el pie sobre el freno para parar el coche. ¡Y
mientras lo hacía la mitad de su cuerpo no funcionaba como debía, a
consecuencia de un ataque cerebral que había sufrido!
Ahora, odio ponerme mundano sobre esto, pero
si un alma puede regresar después del momento de su muerte, si tiene esa
posibilidad, entonces lo menos que pudo haber hecho mi hermano fue regresar a
su cuerpo el tiempo suficiente para maniobrar el coche hasta la banquina, antes
de que alguien más muriera.
Esto es muy importante para ti, ¿Verdad?
Supongo que sí. ¿Estás ahí, como si nada, diciéndome
que todos lo que han muerto pueden volver a la vida si quieren? ¿Me estás
diciendo que mi madre y mi padre y mi hermano mayor, a quien yo adoraba,
tuvieron la oportunidad de volver a nosotros, y todos la rechazaron? ¿Y
supones que “esto no es muy importante para mí”? Eso es definitivamente el
mayor abandono de todos los tiempos. El Padre de Todos los Abandonos.
Ya veo. Entonces es por ti, no por ellos.
¿Qué?
Alguien a quien amas muere, y tu preocupación es por
ti, no por esa persona.
Oh, vamos, eso no es justo. Me acabas de decir algo
muy difícil de aceptar sobre todo esto. Me acabas de decir que las personas que
yo tenía más cerca en mi corazón tuvieron la oportunidad de regresar a sus desconsolados
seres queridos y que todas dijeron que no.
Pero también dije que dijeron que sí más de una vez.
Cuando se van y se quedan es porque realmente “terminaron” esta vez. Su partida
final fue simplemente eso. Fue su Última Partida. Todas las otras veces regresaron.
¿Qué otras veces? Yo no recuerdo que nadie
“volviera”. Ninguno de aquellos de los que estoy hablando fue resucitado en el
quirófano ni experimentó un retroceso repentino de su enfermedad ni nada
parecido. Cuando se fueron, “se fueron”. Bum. Se fueron. Fin de la historia.
Tu madre “se fue” cuatro veces.
¿Qué?
Lo que tú llamas la muerte de tu madre es lo que ella
llama su última muerte. No estás contando las otras muertes que tuvo antes.
¿Mi madre tuvo varias muertes antes? ¿Y volvió?
Déjame preguntarte algo. ¿Sabes si tu madre tuvo alguna
“casi muerte”?
¿Alguna “casi muerte”?
Ocasiones en las que casi murió, pero se salvó por un
instante.
Oh, ¿Quieres decir si estuvo “a un milímetro de la
muerte”?
Exactamente, sí. ¿Sabes si tuvo alguna experiencia así?
No, no sé. Si la tuvo nunca me lo contó. ¿Por qué?
Te voy a decir ahora que tuvo cuatro. De esas cuatro,
dos fueron después de que tú nacieras.
¿Me estás tomando el pelo? ¿Esto es real?
Muy real. Y deberías saber que no fueron ocasiones en
las que “casi” murió. Fueron ocasiones en las que murió… y en todas esas ocasiones
decidió regresar.
No lo puedo creer. ¿Qué me estás diciendo? ¿Por qué
volvería?
No había acabado. No se sentía completa. ¿Sabías que
casi se murió cuando tú naciste?
No, ¡nadie me dijo nunca nada!
Es verdad. En tu realidad presente, casi se murió como
resultado de traerte a este mundo. En otra realidad, lo hizo. Entonces decidió volver.
Decidió que quería criarte, no dejarte a merced del mundo. Así que regresó. En
tu realidad se dijo que “casi murió”. Del mismo modo, hubo otras veces en que
murió, fue al Más Allá, recordó lo que necesitaba recordar y eligió volver.
Después, cuando incluso el más joven de sus hijos (que
eres tú) se hubo convertido en un adulto y estuvo bien encaminado en la creación
de su propia vida, se murió “para siempre”. Aun así, entonces era joven, sólo
un año mayor de lo que eres tú ahora, más o menos. Pero había acabado,
verdaderamente, estaba completa. No tenía ninguna otra razón para volver. Era
hora de descansar y de disfrutar su próxima experiencia, lo cual era, en una
frase, la oportunidad de avanzar al próximo nivel en su propia evolución. Ya ha
hecho eso. Ahora es lo que podría llamarse ángel. Está ayudando a los
demás, como hizo siempre.
No me sorprende ni siquiera un poco. ¿Y qué paso con
mi padre? ¿Dónde está?
No creo que sea aconsejable, ni siquiera beneficioso,
meterse en el viaje y estatus de cada una de las almas que han poblado tu vida.
El alma y la esencia de lo que tú has llamado tu padre encontró la felicidad
total y la paz completa tras su muerte, de eso puedes estar seguro. Todas las
almas lo hacen. No hay ninguna que no lo haga.
Un segundo. Una cosa que dijiste sobre mi madre me
hizo pensar en algo ¿Volverá alguna vez a la forma física? Pensé que habías
dicho que el proceso de pasar del reino espiritual al mundo físico y de vuelta
al reino espiritual era eterno y duraba para siempre.
Lo dije. Y así es. No dije que tu madre no haya vuelto
a la forma física. Dije que es un ángel.
¿Los ángeles son físicos?
Los ángeles son cualquier cosa que quieran ser. Si
quieren ser físicos, pueden ser físicos. Si quieren ser puro espíritu, pueden
ser puro espíritu. Los ángeles viajan entre dos mundos. Hay ángeles todo a tu
alrededor. Algunos de ellos en forma física, alguno de ellos en forma
espiritual.
¿Podría alguno de ellos ser mi madre?
¿Tú que crees?
Creo que sí. A menudo la he sentido a mi lado. Pensé
que me lo estaba imaginando. Pensé que no era real.
Piensa otra vez.
¿Y mi padre?
Él te ayudó a escribir este libro. ¿Piensas que es pura
coincidencia que hayas llegado a darte cuenta de esto el día de su
cumpleaños?
Oh, Dios mío, es su cumpleaños! He estado
pensando en él todo el día, y estoy escribiendo esto el 29 de Junio, el día de
su cumpleaños…¿Es posible semejante coincidencia?
Tu padre dice: “La respuesta es obvia”.
Está bien, está bien, suficiente. Me está dando
escalofrío, porque eso es exactamente lo que él diría. Entonces, ¿Qué te
parece si seguimos avanzando aquí? Dime, ¿Cómo llega uno a ser un ángel? ¿Cómo
se consigue un ascenso?
No eres “ascendido”. No se trata de avanzar por el
escalafón. No se trata de que unas almas sean de alguna forma “mejores” que otras.
Bueno, podrían estar más avanzadas en el camino.
¿Quién está “más avanzado” en un círculo?
Pero pensé que habías dicho…
Escúchame. Te estás moviendo a través de un ciclo sin
fin. No hay principio ni hay final. No eres “mejor” ni “peor” que cualquier
otra alma en el cielo. El ciclo entero es santo y tú simplemente estás donde
estás.
Una de las dificultades que han creado los humanos en
la tierra es que muchos tienen esta idea de “mejor”. Es “mejor” ser musulmán o es
“mejor” ser mormón o es “mejor” ser judío o bahaí o cristiano, o es “mejor” ser
hombre o mujer, o conservador o liberal, o francés o italiano, o negro o
asiático o blanco, o miembro de los Crips o miembro de los Bloods (dos
pandillas de los Angeles), o lo que sea.
Lo han diseñado para que uno de ustedes sea mejor que
el otro, y simplemente no es así.
Pero tengo una pregunta razonable, entonces. Si no
tiene que ver con ser “ascendido”, si no tiene que ver con “avanzar”, ¿Cómo
consigues ser un “ángel”?
Eliges ser un ángel.
¿Pueden los ángeles elegir dejar de ser ángeles?
Por supuesto que pueden, y lo han hecho. Puedes ser un
ángel por un tiempo y después no ser un ángel. Después puedes decidir ser un ángel
otra vez. Puedes ir por ahí en ciclos, puedes ir por ahí dando curvas, puedes
viajar en espiral, te puedes mover en línea recta, puedes “estar en el cielo”
durante eones, puedes volver a la tierra al segundo siguiente, puedes hacer lo
que quieras.
¿Tienes alguna idea de Quién Eres?
Me lo estás tratando de decir ahora, y veo que me
estoy resistiendo.
Tú eres Dios.
Tú eres Dios.
Yo soy tú, simplemente haciendo que me
recuerdes.
¿Y yo también he “vuelto a la vida”?
Bueno, déjame preguntarte esto: ¿Has tenido ocasiones
en las que parecía como si hubieras “estirado la pata”?
Claro que sí. Creo que sé a qué tipo de cosas te
refieres y sé que he tenido ocasiones como ésas.
Por supuesto que las has tenido. ¿Te gustaría que te
las describiera?
No, no sé de cuáles estás hablando…
Hay una de la que puede que no sepas. Una que quizás no
recuerdes. Fue nada más nacer. Eras prematuro. No pesabas ni dos kilos. Nadie
esperaba que vivieras.
Pero lo hice.
La segunda vez, sí.
¿Disculpa?
La segunda vez, viviste. La primera vez, no.
Hombre, ya nos estamos saliendo del mapa otra vez.
Nos hemos salido del mapa.
Después de morir la primera vez, indicaste que no te
sentías completo con lo que te habías ido a experimentar al mundo físico.
¿Y qué era eso?
Dar a los demás. Querías experimentar dar a los demás.
Querías experimentar amar. Lo hiciste lo mejor que pudiste, al morir, pero al final
sentiste que no era suficiente. Querías experimentar más.
Espera un momento. ¿Me morí al nacer para dar a los
demás?
Contribuiste completamente al plan de tu madre y al de
tu padre. En ese momento diste la única cosa que podías dar, la vida misma, para
contribuir completamente a los planes de tus padres.
¿Cuáles eran sus planes?
Te lo revelarán ellos mismos cuando sea el momento. Y
ese momento llegará. Yo te puedo hablar sobre tu propio plan, sin embargo, en
cualquier momento. Tu plan en esta vida es experimentar cómo amar. Sin egoísmo.
Completamente. Hiciste eso en el primer momento de tu vida. Diste tu vida por
otro. Pero, como ya dije, tu experiencia de dar no te pareció completa. Querías
dar más. Querías seguir dando. Así que saltaste de realidad.
¿Perdón?
¿Recuerdas cuando hablábamos antes sobre la posibilidad
de alternas realidades? Cuando “mueres” y cuando “regresas”, lo que haces en
realidad es simplemente mover tu ser consciente a una realidad alternativa. En
esa realidad experimentas el momento de tu “muerte” otra vez, pero esta vez no
mueres, vives.
En algunos casos, a lo que se parece eso es a una “casi muerte”.
En otros casos podrías ser una recuperación sorprendente o una remisión
repentina de una enfermedad. Es como ser insertado en la Línea del Tiempo en los
momentos o semanas previos a tu “muerte” y entonces colocar una aguja que
desvía el tren, mandándolo por otra vía. Esto es lo que hiciste las otras veces también. Las
veces que sabes, las veces que recuerdas. En cada uno de esos momentos - ¿los
recuerdas?- tú pensaste que te ibas.
Sí, eso pensé.
Y tenías razón. Te ibas. Quiero decir, te fuiste. Te
marchaste.
¿Estuve muerto?
Todas las veces.
Esto me está desconcertando realmente. ¿He estado
muerto?
Completamente muerto.
Y sin embargo aquí estoy, aquí mismo, ahora mismo.
¿Qué?, ¿Piensas que los gatos son los únicos que tienen
siete vidas? Sí, estuviste lo que llamas muerto todas esas veces.
Pasaste por todas las etapas. Por aquella época de tu ida habías oído el “infierno”
y tú mismo te creaste tu propio “infierno” y pasaste por esa experiencia.
Después llegaste a un lugar de recordar. Entonces recordaste que el “infierno”
no existe. Entonces creaste algo más, algo mucho más agradable, pero no estabas
satisfecho. Después te encontraste conmigo, en el momento de la Inmersión
Total. Entonces tuviste tu Recuerdo de la Vida. Y después yo hice la Pregunta
Santa y tú decidiste volver. Dijiste que no te sentías “completo”.
Ahora entiendo mucho mejor una nota que alguien me mandó hace unos meses.
Ahora esto sí tiene sentido. Completamente. Entonces, las “casi muertes” son realmente
“reposiciones” o “reestrenos” con un nuevo final. Qué idea. Una segunda
oportunidad. Una oportunidad para terminar, para llegar a la plenitud, para
hacer lo que vinimos a hacer aquí.
Sí.
¿Y he estado muerto tres veces anteriormente?
Cuatro veces. No te olvides de tu muerte al nacer.
¿Y volví incluso cuando era un adulto? ¿Después de
todo ese vivir?
Dijiste que había mucho que querías hacer, mucho que
todavía querías experimentar. Dijiste que querías ser mejor con tus hijos. Dijiste
que querías experimentar amar a las mujeres que te amaban, en vez de
maltratarlas. Dijiste, sobre todo, que querías cambiar las ideas que tiene el
mundo sobre Dios y sobre la vida.
¿Qué tiene que ver la última parte con recordar cómo
amar?
Dijiste que te habías dado cuenta de que, una vez que
el mundo recordase quién y qué es Dios y cómo funciona la vida realmente, no le
costaría nada a la gente recordar cómo amar y que todo el mundo amaría a todo
el mundo, sin condiciones. Después de que recordaste qué había en “el otro
lado”, después de que pasaste algún tiempo en el Más Allá, después de que te
diste cuenta de que el “infierno” era una invención de tu imaginación (y que
todo lo era) y, fundamentalmente, después de que me conociste, dijiste que
querías ayudar al mundo a comprender algunas cosas. Pero primero, dijiste, tú
necesitabas entender algunas cosas experimentalmente.
¿Cómo qué?
Te quedaste sin techo a los cuarenta y nueve, en la
mitad de tu vida. Creaste más compañeras de vida… y las dejaste, igual que hiciste
con las anteriores. A través de estos mecanismos aprendiste más sobre la
traición, sobre tu propia capacidad para traicionar a otros, sobre qué se
siente cuando otros te traicionan. Aprendiste un poco sobre el amor. Aprendiste
mucho sobre el abandono. El abandono por parte de la Vida Misma. Estuviste ahí
fuera, en la calle, viviendo a la intemperie, con una tienda de campaña por
hogar, durante casi un año.
Aprendiste lo que era estar en la ruina. Tan en la
ruina que un dólar te parecía mucho dinero y dos dólares una fortuna. Un día le
diste a alguien dinero que no pensabas que podías permitirte dar. Te corazón se
fue hacia alguien y simplemente le diste el poco cambio que tenías. Ese día
aprendiste sobre la verdadera generosidad. También aprendiste que había “más,
allí de donde venía eso”. Y esto fue un gran recordad. Descubriste de nuevo las
provisiones interminables del universo. Muy pronto eras rico. Más rico de lo
que jamás te hubieras imaginado.
Y empezaste a cambiar la mente del mundo sobre Dios. Y
sobre la vida. Y sobre cada uno. Ahora tienes una relación mejor con tus hijos.
Ahora estás incluso aprendiendo –de la forma difícil, todavía hiriendo a los
otros, pero por lo menos estás aprendiendo- los primeros pasos de una nueva
forma de amar. Ahora escribes libros y los vendes por millones. Ahora viajas
por el mundo, hablando a miles de personas. Ahora estás en la radio y en la
televisión, e incluso en las películas.
¿Crees que todo esto ha ocurrido por casualidad?
¿Crees que todo esto ha ocurrido por casualidad?
Te lo digo, tú elegiste todo esto.
Y, por supuesto, no has aprendido nada. El término aprendido
es sólo una forma de hablar. Lo uso porque tú lo usas. Uso el mismo lenguaje
que tú. Los dos sabemos que no has “aprendido” nada. Simplemente has recordado.
Recordaste algo sobre el abandono, recordaste algo sobre la generosidad,
estás intentando duramente recordar algo sobre el amor. Has traído a tu
mente consciente todo lo que puedes recordar sobre eso que siempre has
sabido en relación a Dios, en relación a la Vida, en relación a los otros. ¿De dónde piensas que viene todo esto?
¿De dónde pienso que viene todo el qué?
Todo lo que estás escribiendo aquí.
Supongo que pensé que venía de ti. Pensé que venía
de Dios.
Viene de mí. Viene de Dios. Pero, ¿piensas
que soy algo separado de ti, que te dice algo nuevo? Escúchame. Yo soy tú,
simplemente haciendo que me recuerdes. Tus conversaciones con Dios han
creado un espacio, han abierto una puerta, dejándote recordar lo que siempre
has sabido.
Ahora, la pregunta final no es si continuarás
recordando, sino si continuarás actuando como si no recordaras.
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LA REALIDAD ÚLTIMA DESPUÉS DE LA MUERTE (PROCESO V)
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fuente:encasacondios
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